Tras el anuncio de la Confederación General de Trabajo (CGT) respecto al paro general y movilización del 24 de enero de 2024 contra el Ejecutivo, el Presidente transmitió que «los puentes y el diálogo están abiertos».
El presidente, a pesar de la sorpresiva medida de paro por 12 horas de la CGT en respuesta al proyecto de «ley ómnibus», no descarta reunirse con la cúpula gremial. Su posición inicial, expresada días atrás, era estar dispuesto a explicar que el decreto no afecta a los sindicatos. Sin embargo, con el paro declarado, espera que la CGT dé el primer paso solicitando la reunión.
El entorno de Milei no condiciona la posible cumbre al levantamiento del paro, pero señala que, para negociar, la CGT debe especificar sus preocupaciones. En el círculo presidencial, sostienen que Milei no está molesto con la CGT y entiende que el problema de Argentina radica en las regulaciones, no en los sindicatos.
Los funcionarios cercanos al presidente afirman que este comprende que la CGT no es el problema principal y que la clave es generar más empleo para aumentar la afiliación sindical. Se espera que, en las próximas negociaciones, quede claro cuáles son las preocupaciones de los sindicatos y qué propuestas concretas presentan.