«Estamos pasando por una etapa muy dura, muy dura, más allá que se incrementan los precios, la poca movilidad que tenemos con los remises nos preocupa. Se está complicando mucho la situación y estamos prácticamente volviendo al tiempo de pandemia, donde no trabajábamos nada», aseguraron Rafael Vera y Eusebio Romero.
«Hay muchos coches parados, muchachos que no trabajan, que vienen y están quizás toda la mañana y no pueden hacer un solo viaje», se lamentaron.
Detallaron que «solo en la base del centro de Sáenz Peña hay 55 vehículos, sin mencionar las otras remiserías que hacen un total de 300 a 400 remises en la ciudad».
Los trabajadores de remises dijeron que «la situación se agrava con los aumentos desmedidos de los precios, no solo del combustible por lo que ya no resulta redituable poner un coche como remís».
«Hoy en día necesitas aproximadamente entre $5 mil a $8 mil para poder girar una llave y poner el vehículo en movimiento y no tenemos como cubrir esa inversión diaria que hacemos», señalaron.
«Los trabajadores de la calle estamos en una situación muy delicada, muy grave, porque el caso de no trabajar complica toda la situación, incluso familiar.
Hay choferes que no tienen otro medio de sustento y están trabajando más de las horas que necesitan y tampoco nos cierran los números. Hoy en día una tarifa mínima es de $1.500 y a veces no se hace esos $1.500, o sea que ya es una familia que ese día no tiene que comer», se quejaron.
Los trabajadores del volante reconocieron que «es delicada la situación» y aclararon que se profundiza para aquellos que alquilan los coches. «Hay muchos que dejaron de alquilar, que incluso salieron de la empresa, dejaron de circular la calle porque no pueden cubrir ese gasto.
Hoy en día una recaudación para uno que alquila un auto tiene que ser de $4 mil o $5 mil y un alquiler diario de un auto demanda entre $10 mil a $12 mil; no hay forma de cubrir ese monto, no te dan los números», dijeron resignados.
(Fuente: Primero Chaco)