Un estudio realizado por estudiantes avanzados de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) pone de manifiesto la preocupante prevalencia de astenopía o fatiga visual entre los estudiantes universitarios. La investigación, que tuvo como objetivo visibilizar esta problemática, arrojó resultados significativos sobre la afectación ocular causada por el uso prolongado de dispositivos electrónicos.
Los resultados del estudio revelaron que el 95% de los estudiantes encuestados manifestó experimentar síntomas de fatiga visual. Los síntomas más comunes reportados fueron dolor de cabeza, ojos rojos, visión borrosa y cansancio visual. Además, se observó que el tiempo dedicado a la exposición a pantallas electrónicas era considerable, con un 42,5% de los encuestados dedicando más de seis horas diarias a esta actividad.
Entre las medidas de protección utilizadas por los estudiantes para mitigar los efectos de la fatiga visual se incluyeron descansos regulares, el uso de anteojos antirreflejos y el ajuste de la iluminación de las pantallas.
qué es
La astenopía es un síndrome relacionado al sobreesfuerzo de la estructura ocular, y que puede provocar síntomas oculares y visuales como dolor, escozor y enrojecimiento de los ojos, visión borrosa, cansancio prematuro, sensación de tensión ocular, problemas para enfocar o visión borrosa, así como también puede abarcar otras alteraciones físicas extraoculares como cefaleas y dolor en cuello, hombros y espalda.
En particular esta patología se ve agudizada en los últimos tiempos por el intensivo uso de dispositivos electrónicos como teléfonos celulares, computadoras, tablets y otros.
Afecta a distintas franjas etarias y grupos, entre ellos al estudiantado universitario que tiene a la lectura de materiales de estudio como una tarea cotidiana.
Justamente, un grupo de estudiantes avanzados de la Facultad de Medicina resolvió indagar en esta patología, tras observar el gran tiempo de exposición que tenían a dispositivos electrónicos en sus rutinas de estudios, la frecuencia de estudiantes que expresaban cansancio visual, la búsqueda constante de descansar en la lectura, la utilización de gotas o de sillas más ergonómicas.
Así, surgió un proyecto para obtener un registro sobre la cantidad de estudiantes que podrían estar afectados por la mencionada patología y determinar los factores asociados de astenopía.
«Si bien es una problemática conocida, queríamos contar con datos locales y sobre un grupo específico integrado por estudiantes del último año de la carrera de Medicina», indicó Gianfranco Arigossi, autor del estudio, junto a sus pares Juan Ignacio Dávalos, Rodrigo Kozak y Juliana Mórtola, quienes contaron con el asesoramiento de la doctora Rossana Gerometta, docente investigadora de la Facultad de Medicina de la Unne.
El trabajo se enfocó en estudiantes universitarios avanzados, pero en realidad se buscó visibilizar en generan esta patología en la sociedad.
El objetivo es que se pueda continuar esta línea de investigación en la Universidad para contribuir al desarrollo de acciones preventivas, según explicó Arigossi, quien recientemente se graduó de médico al igual que Dávalos y Kozak.
Detalles
del estudio
El estudio abarcó a estudiantes de sexto año de la carrera de Medicina de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional del Nordeste, durante el período académico de 2023.
Se excluyó a quienes hayan padecido o padezcan afecciones oculares infecciosas, traumáticas o congénitas.
El resultado obtenido fue que 101 de los 106 encuestados mencionaron padecer síntomas de fatiga visual.
En lo que respecta a síntomas el 20,8% de los estudiantes encuestados refirió como síntoma principal el dolor de cabeza, 12,8% ojos rojos, 11,2%) visión borrosa, 12,1% ojos dolorosos, 18,2% cansancio visual, 10,5% picazón de ojos 33 personas, 8,9% ojos secos y 3,8% sensación de quemazón de ojos.
Del total de los encuestados 46 personas refirieron utilizar anteojos (43,4%) y 50 personas refirieron no usar ninguna ayuda óptica (47,2%).
En cuanto a las horas diarias que pasaban en las pantallas, el 3,8% refirió pasar menos de cuatro horas, 12,3% refirió dedicarle entre dos y cuatro horas, entre cuatro y seis horas el 41,5% y el 42,5% refirió dedicarle más de seis horas.
En la opción de cuántos años pasó utilizando los aparatos digitales con la misma frecuencia, nueve personas refirieron haber utilizado por lo menos un año (8,5%), diez personas refirieron haber utilizado dos años (9,4%), catorce personas afirman haber utilizado tres años (13,2%), 29 personas han utilizado por cuatro años (27,4%) y 44 personas han utilizado por más de cinco años (41,5%).
El 53,8% indicó pasar menos de dos horas utilizando la pantalla en habitación oscura, 27,4% personas pasan entre dos y cuatro horas, 14,2% entre cuatro y seis horas y el 3,8% refirió pasar más de seis horas frente a dispositivos en lugares con nula iluminación.
Entre cuanto a la finalidad de la utilización de los dispositivos digitales al ser una pregunta con opción múltiple se encontró: el 34,7% dedicaba su uso al estudio, 13,7% para trabajar, 31,1% para entretenimiento y 26,7% para comunicación.
De quienes utilizan dispositivos principalmente para estudiar, sólo tres estudiantes respondieron menos de dos horas, 22 respondieron entre dos y cuatro horas, 56 estudiantes entre cuatro y seis horas (18,7%) y el 7,7% de los estudiantes utiliza dispositivos electrónicos más de seis horas diarias.
Del total de los encuestados, el 88,7% refirió utilizar medidas de protección, principalmente descansos regulares, anteojos antirreflejos, pantallas regulables, gotas para los ojos y sillas regulables.
RELEVANCIA
«Creemos necesario profundizar el conocimiento de esta patología, con el fin de generar concienciación en la comunidad, estableciendo medidas generales que fortalezcan la salud visual como tiempo de exposición a pantallas, luz reinante, descansos visuales, brillo de las pantallas, entre otras, con el fin de preservar la mejor agudeza visual posible en nuestra comunidad», resaltan quienes tuvieron a su cargo el estudio.
Señalan que muchas de las prácticas observadas en estudiantes de la universidad de seguro también afectan a otros grupos de alta exposición, como trabajadores de ciertos sectores y en particular adolescentes y niños.
Los resultados del estudio fueron publicados en la Revista de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad Privada María Serrana de Paraguay.