A pocos días de la apertura de las sesiones ordinarias, el oficialismo intentará reflotar dos tratativas que acontecen de larga data en Chaco, pero que nunca obtuvieron el visto bueno. Tras seis proyectos que ni siquiera fueron tratados, los legisladores de Juntos por el Cambio buscarán el visto bueno de la Boleta Única de Papel y la Ficha Limpia.
Desde el oficialismo, presentaron un proyecto para modificar el régimen electoral según lo establecido por la Ley 834-Q. Los legisladores del interbloque de JxC buscan que se implemente la plena vigencia de una ficha limpia.
En caso de que la medida tome vigencia, surgirán una serie de cambios al método electoral actual. Es decir, de implementarse, no podrán ser candidatos, ni ocupar cargos públicos, las personas que hayan recibido, en juicio oral y público, sentencia condenatoria, aunque la pena no se encuentre firme o fuere de cumplimiento en suspenso, por los delitos contra la administración pública, contra la propiedad, contra el orden económico y financiero, contra la vida, contra la integridad sexual y contra la libertad, entre otros.
Según las declaraciones de Wannesson, «Lo que busca este proyecto es establecer condiciones para la elección de candidatos para ocupar cargos públicos con el objeto de componer la integración del Estado con aquellos individuos que no tengan conflictos políticos, materiales, jurídicos o éticos para desempeñar los cargos con un grado de eficacia prudente en lo que respecta al servicio de la comunidad».
BOLETA ÚNICA DE PAPEL
La segunda iniciativa que buscará su espacio en las tratativas del recinto, es la Boleta Única de Papel, que consiste en que las impresiones de todas las boletas se agrupen en una sola. Es decir, que en cada elección obligatoriamente habrá un solo papel con cada uno de los cargos electivos, los partidos que compiten y demás información. El votante solo deberá rellenar un casillero para marcas sus preferencias.
Desde JxC, especificaron que la medida brindara «transparencia e igualdad al sistema electoral, representando de manera más fidedigna la elección de los votantes al conjurar prácticas como el denominado «voto cadena» o la adulteración, destrucción o robo de boletas. Y lo más relevante, al poner la responsabilidad de la impresión y distribución de las boletas en cabeza del Estado, se garantiza la presencia de la totalidad de la oferta electoral el día de los comicios en cada centro de votación».
A la vez, el proyecto impulsado por el oficialismo manifiesta que la autoridad electoral sea quien financie la impresión de las boletas. Esto aseguraría la presencia de todas las opciones electorales en cada votación y no lograr el predominio de los partidos mayoritarios en el cuarto oscuro. Además, eliminaría la posibilidad del robo de boletas, ya que directamente no se podría votar.