Héctor Medina, coordinador general del área de Contingencias y Emergencias y jefe del Programa Nacional de Langostas y Tucuras del Senasa, dialogó con Radio Unne. Compartió las acciones de control que se están llevando adelante para prevenir pérdidas en el sector productivo, en un contexto climático que es propicio para su expansión del insecto.
El ingeniero agrónomo explicó que se trata de una especie conocida como langosta sudamericana: «Lo que está pasando ahora es una situación de alerta, previa a lo que es una emergencia, y se declara por algunos focos que empezamos a detectar en la Argentina. La provincia de Formosa es la más compleja hoy; junto con Salta, Santiago del Estero y Catamarca. A esto se le suman las detecciones múltiples en Bolivia y en Paraguay».
De acuerdo a una investigación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la producción sujeta a riesgo en el alcanza los USD3,7 mil millones, por eso la declaración de emergencia por parte del Senasa se extiende hasta 2025. Medina recordó que los últimos resurgimientos más importantes en el país fueron durante 2015 y 2020. En plena pandemia, las langostas bajaron desde Paraguay afectando a la producción agropecuaria del NEA.
El profesional detalló que la langosta sudamericana adulta en estado reproductivo puede poner hasta cien huevos por día y son capaces de formar mangas o «nubes» de hasta 25 kilómetros cuadrados, lo que genera gran capacidad de expansión y movilidad. Por otra parte, aclaró que el riesgo es sólo para la vegetación silvestre y la productiva, ya que este insecto no trasmite enfermedades a otros animales ni a humanos.
«Como es una plaga migratoria estamos viendo condiciones para que esta plaga prospere y es por eso que decidimos alertar y ponernos a trabajar de manera conjunta con los productores y las provincias, para evitar una situación crítica como la hemos tenido en años anteriores», expresó el referente del Senasa en el aire de la 99.7.
Acciones de prevenciÓn
Medina señaló que las langostas son insectos autóctonos, con diferentes umbrales en cuanto a la presencia en los territorios: “Si están en umbrales bajos no hay problema, forma parte de la cadena trófica y es un insecto más. No se controla, simplemente se vigila. Lo que estamos viendo es que aún no son mangas migratorias riesgosas, sino que están reproduciéndose».
El Senasa se encuentra acompañando controles terrestres, identificando su presencia y evaluando su estado para evitar su riesgosa propagación. Se realizan tratamientos focalizados de fumigación para generar acciones de prevención rápidas, eficientes en el uso de recursos y con menor impacto ambiental para prevenir el daño en cultivos y pastizales, valiosos desde el punto de vista agropecuario.
Sin embargo, el ingeniero agrónomo remarcó que no sólo basta con atender lo que sucede en el territorio nacional: «Tenemos un ojo puesto en Bolivia y Paraguay. Estamos en constante comunicación para saber qué está pasando del otro lado de la frontera. Acá podemos controlar todo de manera perfecta, pero si hay falla en el control en estos países también vamos a tener invasión».
Medina sostuvo que las condiciones climáticas actuales son predisponentes para la propagación de la langosta sudamericana.