Cada 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha crucial para reflexionar sobre su importancia y tomar medidas concretas para su preservación y gestión sostenible. En este sentido, Jorge Víctor Pilar, presidente de la Administración Provincial del Agua (APA), fue entrevistado en el programa Punto Unne y explicó de qué manera se fueron modificando los paradigmas en el uso de los cuerpos de agua.
En este sentido, en el área metropolitana del Gran Resistencia se regula el uso de los cuerpos de agua y se han establecido restricciones para protegerlos. Las urbanizaciones se habilitan una vez que se conoce y documenta la posibilidad de uso de esos cuerpos de agua.
De acuerdo con lo manifestado por Pilar, las lagunas sirven como almacenamientos temporales de accidentes pluviales, funcionan como pulmones y permiten realizar descargas por gravedad o bombeo. Por ese motivo es importante ser buenos ciudadanos del agua, respetando su uso y cuidando su entorno, ya que la presión urbana puede convertir lagunas en lugares contaminados, pero existen propuestas para utilizar esa biomasa para generar energía.
El presidente de la APA recordó que en la Cumbre de Río de Janeiro en 1992 ya se planteó la convivencia con el agua.
«Nosotros estamos haciendo esta nota en Resistencia, en plena llanura Chaco-Pampeana, donde el escurrimiento del agua es muy lento por la baja pendiente de esta vereda en la que estamos parados, y por eso es importante que en el área metropolitana donde estamos ahora se cuiden los cuerpos lagunares, son 30 lagunas en total, y dejemos de hacer esas picardías de ir avanzando, rellenando, porque el problema del drenaje pluvial urbano, por ejemplo, es un problema de espacio, donde colocamos el agua la retenemos un tiempo hasta que luego la podamos volcar al depósito final, que en ese caso es la cuenca del río Negro, que la descarga en el Paraná», explicó el ingeniero.
Regulación y revalorización
En la actualidad, y ante el avance de los desarrollos inmobiliarios, los cuerpos de agua están ganando valor y las intervenciones están reguladas. «Ya se saldó la discusión sobre si había una regulación al dominio, entonces usted es propietario de su terreno, si uno mira el catastro de Resistencia no existen las lagunas, todo tiene propiedad, entonces a principios de este siglo se sacó una resolución de la APA en que los terrenos tenían regulaciones al uso», contó Pilar.
En ese sentido, añadió que «por debajo de la línea de ribera, lo dice el Código Civil, es público, no se puede hacer nada, un poco más arriba está la línea de evacuación de crecida, con restricciones severas, otra línea un poco más arriba que define las restricciones leves y el área que llamamos de advertencia. Cada sector tiene una posibilidad de uso, está admitida una posibilidad de uso y las municipalidades de Resistencia, Barranqueras, Vilela, Fontana, recién habilitan las urbanizaciones una vez que está conocido y documentado esa posibilidad de uso».
¿Para qué nos sirven las lagunas?
Las lagunas son almacenamientos temporarios primarios de los accidentes pluviales, funcionan como pulmón. En ese sentido, Pilar explicó qué hay que hacer cuando una laguna está seca. «Los invitaría a que nos traslademos al Reservorio Sur de Resistencia, que está en Vilelas, en la desembocadura del canal de avenida Soberanía Nacional. Ahí uno se encuentra con gente viviendo en el fondo del reservorio que hoy está sin agua. Las descargas que se están haciendo se hacen por gravedad, porque el río Paraná está abajo, pero si el río Paraná estuviese alto, hay que cerrar las compuertas y el agua debería crecer unos dos metros para que la bomba tenga capacidad de operación. Esa gente va a tomar agua en el techo de su casa, parada», graficó el especialista.
«Nosotros desde la APA tratamos de recrear en la conciencia de la gente lo que entendemos que es el concepto de ciudadanía del agua. Se habla mucho de ciudadanía y poco de ciudadanía del agua. Sin embargo, esta región, el Chaco en general, es agua dependiente. La necesitamos los seres humanos, el ganado, los industriales para sus procesos, los productores. Tenemos que revalorizar el Puerto Barranqueras, usar una vía fluvial. Así que, si nosotros nos amigamos de verdad, no sólo declamativamente, con el agua, el futuro de la región no tiene límites», subrayó el ingeniero.
Ciudadanos
del agua
El titular de la APA explicó que ser ciudadanos del agua significa «no estar siempre enfrentados con el agua», y ejemplificó: «Mencionábamos la presión inmobiliaria informal que intenta hacer rellenos de lugares que deberían estar vacíos. Nos encontramos con algunos canales artificiales. El canal está sucio: los propios vecinos lo rellenan para entrar con un camión y no retiran el relleno. Primero, no deberían rellenarlo. Segundo, si lo rellenan, retírenlo. Y tercero, cada uno hace lo que mejor le parece. Hay un viejo dicho que decía ‘El camino del infierno está pavimentado de buenas intenciones’». Mucha gente, a veces movida por la desesperación, otras por una cuestión un poco menos santa, también conspiran contra esto. Algunos políticos dicen ‘que se rellene esta laguna inmunda’, pero la laguna cumple una función ecológica, ambiental y en la hidrología urbana con mucha más razón».
La presión urbana, los líquidos nauseabundos, toda la carga orgánica. No existen lagunas sucias, la contaminación vuelve con «líquidos cloacales, que traen nitritos, nitratos, básicamente son todos fertilizantes», detalló el ingeniero y reveló que «hay algunas propuestas y proyectos para utilizar esa biomasa para generar energía».
Finalmente, respecto del dicho «el agua busca volver a su cauce siempre», Pilar explicó: «El agua no tiene memoria, pero si en algún momento estuvo en determinado cauce, ese es su lecho. Ese es el lugar donde el agua necesita consumir menos energía para su desarrollo».