Un topetazo al grupo Sigman dio ayer el gobierno central. Fue a través de un anuncio realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien se ocupó de informar que se dio el visto bueno para la importación de la vacuna bivalente contra la fiebre aftosa.
Resulta más que necesario mencionar que en el país solo se podía aplicar inoculación con cuatro cepas y había quejas por los costos, puesto que el mercado era acaparado por un par de laboratorios, teniendo la mayor parte el grupo Sigman, cuyos precios triplicaban los de la región.
Una serie de pedidos de informe realizados a través del Senado nacional, expusieron una situación de «cartelización» de un negocio multimillonario, al tener en cuenta la cantidad de cabezas de ganado que hay en la Argentina y que cada vacuna se encontraba cercana a los USD2, teniendo cada productor que aplicar dos dosis por animal.
En definitiva, un negocio para más de 50 millones de dosis, de las cuales 5 millones llegan a Corrientes.
EL ESCENARIO CORRENTINO
En la provincia, ganadera por excelencia, los productores pusieron la lupa en las autoridades de la Fucosa, entidad local encargada de las campañas de vacunación. Es que esta primera etapa de inoculación (comenzó en marzo de este año) se pasó de $381 a $1.780, es decir, un incremento del 380% en pocos meses. Ello, a pesar de que el laboratorio que la produce es argentino, perteneciente a la familia Sigman.
Mientras, en los países limítrofes, el precio es marcadamente inferior, por lo que los reparos contra la Fundación Correntina para la Sanidad Animal (Fucosa) tiene asidero más que comprobable, así como la continuidad de la obligatoriedad en la vacunación, siendo que, en departamentos vecinos del Brasil, ya se los declaró libres de aftosa, cesando la obligación.
Contexto institucional
Más allá de advertirse la seria irregularidad que representa que el multimillonario mercado de las vacunas contra la aftosa sea potestad de un laboratorio y que este venda a valores triplicados a los productores, a pesar de ser una empresa argentina, desde el gobierno nacional dejaron en claro que había un andamiaje burocrático que se orquestó desde hace años para facilitar esta especie de oligopolio encabezado por los Sigman.
Por ello, lo que hizo ayer Adorni fue confirmar que Nación modificará la normativa para que se pueda importar y aplicar una vacuna bivalente contra la fiebre aftosa.
«Se tomó la decisión de modificar la dosis de la vacuna para ganado bovino, para que pase de tetravalente a bivalente, un beneficio para 200 mil productores ganaderos, que no van a depender del pedido de un solo laboratorio, sino de múltiples, que le van a ofrecer la vacuna y ahorrar, tener un costo muchísimo menor», marcó el portavoz presidencial, en su tradicional conferencia de prensa.
El funcionario detalló que en el país hay cerca de 54 millones de cabezas de ganado, a las que se le aplican dos vacunas a cada una por año. «Por lo tanto, cuando hablamos de quitarle peso al productor, estamos hablando de un negocio de 110 millones de dosis por año, una cifra significativa», destacó.
Las exigencias establecidas para la vacunación obligaban a inocular para cuatro cepas, mientras que en países como el Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia tienen habilitada la dosis bivalente.
Se trata de una respuesta ante las quejas que generaba en el sector de la producción el alto costo que debían asumir para cuidar a su ganado con la tetravalente, de acuerdo a lo que estaba estipulado.
Tecnovax asoma
Diego La Torre, presidente de Tecnovax, exigió que abrieran la importación de la bivalente, producida por su laboratorio. Alegó que era importante «descentralizar la oferta» y cortar «con abusos de posición monopólica».
Mientras, los fabricantes de la tetravalente aseguraron que la vacuna de dos cepas que se usa en la región «no era tan buena» y que, por el contrario, la suya era la mejor aplicación antiaftosa del mundo.
La reunión concluyó con la decisión del Senasa de rever informes técnicos para tomar una decisión. Pero el martes 9, unas horas después del encuentro, ya se decidió abrirle paso a la bivalente para que se comercialice y se utilice en el país.
La Argentina posee el estatus de libre de fiebre aftosa otorgado por la Organización Mundial de la Sanidad Animal con dos zonas diferenciadas según la aplicación o no de la vacunación: la zona libre con vacunación (en el Centro-Norte y el cordón fronterizo) y la zona libre sin vacunación -que incluye la Patagonia y los Valles de Calingasta, en San Juan-.