El analista político, Pascual Albanese, entrevistado en La Otra Campana, el programa clásico radial que se emite todos los domingos por LT7 Radio Corrientes y LT25 Radio Guaraní con la conducción de Gustavo Ojeda, desmenuzó la actualidad política argentina, en torno al tratamiento de la Ley de Bases que impulsa el Gobierno nacional.
Se refirió a la figura del presidente Javier Milei, y analizó en profundidad la crisis de los partidos políticos tradicionales.
Así transcurrió parte del diálogo.
Lo saludo a Pascual Albanese. ¿empezamos?
-Probablemente esta semana, desde el punto de vista periodístico, la noticia más importante fue la sanción por la Cámara, la media sanción, habría que decir, por la Cámara de Diputados de la llamada Ley Base del Gobierno, completa un ciclo.
Para la salud política del Presidente es importante que salga del Senado ya así como está, porque nos estamos acercando también al Pacto de Mayo.
- Sin duda, de todas maneras habría que decir, porque el Gobierno tiene también voceros oficiosos, no solamente la palabra del Presidente, que hay en el Gobierno la sensación de que la reunión de Córdoba y el Pacto de Mayo tiene que avanzar, sí o sí, aún con independencia del Estado en que se encuentre el trámite parlamentario de la Ley de Bases, a pesar de lo que había anunciado el Presidente tiempo atrás.
También es cierto que esos senadores nacionales que ya están trabajando en el tema tienen una íntima relación política con los gobernadores de provincia. - En primer lugar el propio Senado, y esto va con independencia del vínculo personal o político que haya entre cada senador y el gobernador de su provincia, es el representante de las provincias en el sistema de gobierno del argentino. O sea que un senador en primer lugar es un representante de una provincia. A esto hay que agregar que a la defensa de los intereses provinciales. En este caso, el gobierno está haciendo un esfuerzo notable sobre determinados gobernadores, sobre todo del peronismo y particularmente del norte de la Argentina, para conseguir apoyo.
El peronismo nacional tiene que organizar también, porque eso hace a la salud de la República. Esto también habla de una crisis dentro de la oposición. - Es absolutamente cierto, pero el peronismo no es el único caso. Otro caso característico es la Unión Cívica Radical, Martín Lousteau es el presidente del Comité Nacional, y sin embargo, los cinco gobernadores del radicalismo, tienen posiciones diferentes a las que tiene el presidente del Comité Nacional. El PRO, que es un partido más reciente, y si quiere más chico como estructura partidaria, tampoco tiene hoy por hoy una unidad de conducción. Esto quiere decir que no es solamente el caso del partido justicialista, yo diría la totalidad del sistema político argentino, estamos hablando del partido justicialista, de la Unión Cívica Radical y del PRO, o sea, de las tres fuerzas políticas tradicionalmente más importantes de la Argentina, las tres adolecen de una crisis de liderazgo y de unidad de construcción.
Y a tu juicio, como hombre de la política, como periodista calificado, ¿Es bueno, es malo? - Bueno, a mí me costaría opinar sobre si esto es bueno o es malo, por aquello de que, como dijo alguna vez Perón, la única verdad es la realidad. Esto quiere decir, este fenómeno tiene sus causas, y tiene causas que no son solamente los defectos propios de las dirigencias políticas tradicionales, sino que tienen que ver también con los cambios tecnológicos que se han producido en la sociedad. La sociedad mundial, no hablemos ya de la Argentina, ni siquiera de América Latina, tiende a horizontalizarse, porque las nuevas tecnologías de la información generan una forma de vinculación entre los seres humanos muy distinta a la que existía hace 15 o 20 años, y a la cual nos referíamos recién cuando hablábamos del sistema político tradicional en la Argentina y en el mundo. Esto es, para decirlo en términos tal vez poco científicos, en el mundo del WhatsApp, el comité es un anacronismo. La forma de vinculación entre los seres humanos, y por lo tanto la forma de hacer política, ha cambiado radicalmente. El presidente de la República, no es el primero ni el último, utiliza a Twitter o llamado X como su principal medio de comunicación, pero esto no es un fenómeno de Milei. Esto lo hizo Obama, ya desde hace varios años en Estados Unidos, lo siguió haciendo Trump y lo sigue haciendo Biden. Hay algo ahí que el sistema político todavía tiene que, de alguna manera, asumir, y es que el cambio tecnológico también pone en tela de juicio las estructuras políticas tradicionales, y hay que ir buscando formas para que el sistema político del siglo XXI se adecúe efectivamente al cambio tecnológico que ha tenido la sociedad en el mundo en los últimos años. Por eso es que me cuesta decir esto en términos de si es bueno o es malo. Obviamente esto marca una crisis.
Sí, es cierto lo que vos decís. Fijate vos que hasta cuando hablas del mundo de WhatsApp, los diarios de papel tienden a desaparecer. Acá en Corrientes ya de luna a lunes no tenés diario papel. Los diarios tienen determinados días. Nosotros, por ejemplo, con el diario El Libertador, tenemos una comunión periodística.
-Esto no implica que ni El Libertador ni ninguno de esos diarios que han dejado de aparecer todos los días tenga menos lectores.
No, al contrario, nosotros en las redes…
-Es posible que tengan más lectores que los que tenían antes.
Así es. Nosotros lideramos, y esto ya es un poco publicitario, lideramos el tema de las redes. Nosotros, de los tres diarios acá, El Diario El Libertador lidera, aparte de tener una relación de jóvenes muy capacitados y muy capaces, por cierto, una tecnología de avanzada. - Yo te diría, por lo que venimos conversando precisamente, y teniendo en cuenta justamente el contraste que existe entre el ejemplo que brindan los diarios correntinos y el escenario que acabas de describir en relación a los partidos políticos de Corrientes, que el sistema político de Corrientes haría bien en mirarse en el espejo de los diarios correntinos, para buscar cuál es la forma de actualizarse, y de ponerse a tono con las circunstancias.
Ausencia de conducción Ausencia de conducción
Y esto fue en gran parte la consecuencia del 30 por ciento primero que gana Milei, que logra obtener Milei en las PASO, y que después suma el 26 por ciento, que llega al 56 por ciento y se queda con la victoria de la elección presidencial.
- Sí, sobre todo a nivel nacional, porque tanto a nivel de las provincias y municipios, las estructuras políticas tradicionales, siguen en general gobernando sus respectivos distritos, incluidos, por supuesto, los partidos provinciales, en los lugares donde esto existe, que es el caso, por ejemplo, de Río Negro o el caso de Neuquén, etcétera. Además hay algo más ahí detrás de esto que es precisamente ha sido la crisis de los partidos políticos tradicionales, cada cual según sus propias causas, la que en gran parte a motorizado el fenómeno de Milei, o sea, Milei es causa y consecuencia al mismo tiempo de esta crisis de los partidos. Y un segundo elemento que me parece importante tener en cuenta, y es que esta crisis de los partidos políticos tradicionales hace más importante que nunca el papel político de los gobernadores, porque como los gobernadores hoy no responden en ningún caso a ninguna conducción política nacional, son políticamente autónomos, el vínculo de los gobernadores con el gobierno nacional y de los gobernadores entre sí, son tal vez el factor principal de la política argentina de ahora, y más indica que en los próximos meses esto vaya a cambiar. Esto inclusive teniendo en cuenta que esos gobernadores hoy por hoy expresan una enorme diversidad política, que sin embargo permite que haya un grupo de WhatsApp, como se llama, 23 gobernadores y un jefe de gobierno, a partir del cual ellos están permanentemente en contacto e intercambiando ideas. Esto quiere decir, no existe exactamente lo que antes se entendía como una liga de gobernadores, pero está claro que el papel de los gobernadores, incluso ya sea por separado y en algunos casos en conjunto, es mucho más determinante que el papel de los partidos políticos en el tratamiento de los temas importantes del país.
Esto poco ayuda al sistema democrático de la Argentina en el sentido de haber de tantos sectores.
Sí, este fenómeno, hay que decirlo, tampoco es único y exclusivamente de la Argentina, si uno mira el mapa político, por ejemplo, de América del Sur, se va a encontrar con que en muchos países, las estructuras políticas tradicionales han ido cediendo, y hay una suerte de multipartidismo difuso, y esto involucra, digamos, por ejemplo, inclusive democracias consolidadas, como la chilena, y en otras situaciones, lo que pasa en Perú, lo que pasa en Ecuador, lo que pasa en Colombia, que hace que, por ejemplo, casi todas las elecciones presidenciales, inclusive la argentina, por supuesto la última, se tengan que definir una segunda vuelta. Lo cual ya tiene cierta significación, porque indica que no hay de por sí, una fuerza política mayoritaria, sino que la primera fuerza política, aún para poder ser gobierno, necesita determinado tipo de apoyos que no dependen de su base política tradicional.