Las primeras horas del paro general convocado por la CGT exhibió imágenes dispares. El transporte, transformado en la clave del éxito de la medida, respondió en forma casi total a la convocatoria gremial, a pesar de que hubo líneas de colectivos activas en casi todo el país.
Los comercios fueron los que exhibieron mayor nivel de actividad, y en las calles se notó el efecto de la huelga, pero se mantuvo un flujo de movimiento de gente. Sin embargo, en el sindicalismo celebran la contundencia del paro y hablan de la medida más fuerte de los últimos 20 años. Destacan, además, una salvedad: no hubo cortes y piquetes, como sucedió en las huelgas que se le activaron a las diferentes gestiones kirchneristas y a la de Cambiemos.
La adhesión casi total de los gremios del transporte, el músculo más vigoroso para garantizar alto acatamiento en una huelga, condiciona el normal funcionamiento de actividades que no están dispuestas a paralizarse. El Gobierno tomó nota de esta cuestión y desplegó inspectores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte para verificar que las empresas de colectivos presten servicios. El Estado tiene un rol decisivo porque es el que aporta los subsidios, sobre todo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba). Según la evaluación que se hizo en la Casa Rosada, el 40 por ciento de los colectivos funcionó.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, en línea con lo que más temprano declaró el secretario de Transporte, Franco Mogueta, confirmó que se les descontará el día a aquellos que no asistieron a trabajar. Tampoco le pagarán los subsidios a las empresas que hayan sido cooperativos con el paro de los gremios.
«El paro no tiene contundencia», dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que denunció «ataques mafiosos» a colectivos que circulaban por el conurbano bonaerense. Los impulsores de la protesta, en cambio, anticiparon «un paro casi total» y proyectaron comparaciones con lo que fueron las medidas contra Fernando De la Rúa, el 13 de diciembre de 2001, o la del 8 de agosto de 1996, la primera reacción masiva contra Carlos Menem.
La huelga se concretó en un contexto de alta inflación, aunque con una gradual desaceleración, con el Gobierno muy activo para regular las paritarias y dispuesto a avanzar con un ajuste del gasto público, que contempla fuertes caídas en el poder adquisitivo de los montos de los planes sociales y el salario mínimo, y también de los haberes jubilatorios.
Además, tiene como una de sus finalidades condicionar la votación de la Ley de Bases y el paquete fiscal, dos iniciativas sensibles para los sindicatos porque incluye una reforma laboral y la restitución del impuesto a las ganancias.
Como parte de su estrategia, la CGT pretendió con el paro condicionar la votación de la Ley de Bases. «Hay que voltear la ley en el Congreso o en la calle», reconoció a La Nación un jerárquico de la central obrera que el miércoles se reunió en el Senado con el bloque kirchnerista. En caso de un revés legislativo, el aeronáutico Edgardo Llano ya adelantó cuál será la maniobra: escrachar a aquellos legisladores que hayan apoyado la iniciativa oficial.
Postales de una jornada de paro nacional en Resistencia
El paro de ayer convocado por la CGT, tuvo su impacto en la ciudad de Resistencia, donde la postal en horas de la mañana fue de escasa circulación de peatones. Pese a ello los locales comerciales abrieron sus puertas, en una jornada signada por bajas temperaturas. El paro de colectivos implicó una menor circulación vehicular en contrapartida de los automovilistas que se vieron obligados a circular ante la suspensión del servicio de transporte público. Las escuelas por su parte contaron con una baja afluencia de alumnos y docentes que adhirieron a la medida de fuerza. Una jornada que más que de entresemana, por momentos parecía ser un domingo otoñal.
Bellomi: «Esperamos que el Gobierno cambie la política económica»
El secretario general de la CGT Chaco destacó el alto acatamiento al paro de ayer. Remarcó que en transporte, bancos y salud fue casi el ciento por ciento.
Adrian Bellomi, Secretario General de la CGT, delegación Chaco se mostró conforme con el alto acatamiento al paro, considerando que el mismo superó el 80 por ciento.
«Estoy sumamente contento con la medida. Satisfecho, sin lugar a dudas, por el alto acatamiento de todos los compañeros de todas las representaciones sindicales», consideró.
Acotó que en verdad no habría una manera de medir de manera exacta con la multiplicidad de actividades, por lo que mencionó que en general, «hubo un alto porcentaje de adhesión a la medida de fuerza».
Comentó que en las ramas: bancaria, correo, salud pública, transporte público, entre otras, se superó las expectativas.
«El pueblo trabajador, con este paro, está pidiendo que el Gobierno Nacional se flexibilice; pretende que reformule la política económica-social, que esa Ley Base sería muy nocivo para el asalariado y para la producción», destacó.
Subrayó su esperanza de que con esta medida se modifique el rumbo de las políticas socio-económicas.
Por otra parte, remarcó que la jornada fue sin incidentes. «Estamos seguros de que este es el camino para poder conseguir las mejoras», concluyó.