Roberto José Carmona, conocido como La Hiena Humana, de 62 años, fue condenado por tercera vez más a prisión perpetua, ahora por el asesinato del taxista Javier Bocalón, en Córdoba, cometido en diciembre de 2022.
Esta no fue la única decisión del tribunal en el juicio que terminó el viernes en la capital cordobesa, sino que además fijó causas contra los penitenciarios chaqueños que no pudieron custodiar al homicida durante el viaje desde Resistencia hasta La Docta. También serán indagados los jueces que permitieron el viaje.
LA VIDA DE CARMONA
Carmona acumulaba dos condenas a perpetua y una a 16 años de cárcel por tres asesinatos a lo largo de su carrera criminal que le valió el mote de La Hiena Humana.
En 1986 secuestró, violó y asesinó a Gabriela Ceppi, una adolescente de 16 años en Carlos Paz. Fue condenado y mientras cumplía condena en una cárcel de Córdoba asesinó a Héctor Bolea, un compañero de prisión, y mientras estaba detenido en Resistencia, unos años después, asesinó a otro preso: Demetrio Pérez, clavándole un palo de escoba a modo de lanza en el pecho.
En 2022, Carmona, considerado ya en ese momento el criminal más terrible del país, cumplía su pena en la Alcaidía de Resistencia cuando el juez Juan José Cima le otorgó el beneficio de las salidas transitorias.
En ese marco, en diciembre, en pleno mundial de fútbol de Qatar, había solicitado viajar a Córdoba para visitar a su novia. Su deseo fue consentido por la jueza Ligia Duca, y al día siguiente una comisión integrada por cinco efectivos del Servicio Penitenciario Provincial y un enfermero partió con La Hiena hacia Córdoba.
Carmona llevaba un televisor de regalo para su novia y planeaba mirar algún partido de la selección argentina con ella.
En Córdoba los penitenciarios lo llevaron a la casa de la mujer y aprovechó la distracción generalizada por el partido entre Argentina y Croacia, y se fugó. Abordó un taxi para escapar de la zona y a pocas cuadras apuñaló y terminó degollando al taxista para robarle el auto, pero el vehículo se descontroló y chocaron un árbol. Entonces huyó a pie y cometió otros dos robos a mano armada para concretar su fuga.
LA CAPTURA
La Policía de Córdoba montó un operativo que permitió atraparlo poco después.
Por eso fue nuevamente enjuiciado y condenado a perpetua una vez más. En la audiencia dijo que asesinó al taxista porque «él prefirió el auto en vez de su vida». «Yo le pedí el auto y él no quiso dármelo», declaró, y agregó que la negativa de su víctima le afectó su ego y matarlo era la única manera de enmendar eso.
Cuando le preguntaron cómo obtuvo los dos cuchillos que le secuestraron, dijo que se los había comprado a un penitenciario llamado Penayo, en el Chaco, por $15 mil, y que él entendía la actitud del agente porque «cobra un sueldo de mierda».
MáS FALLOS
Al dictar sentencia, los jueces dispusieron remitir todo lo actuado al Superior Tribunal de Justicia y la Procuración General del Chaco para que se inicien los sumarios que correspondan contra los jueces de Ejecución Penal: Juan José Cima y Ligia Duca, y los cinco penitenciarios involucrados en la fuga de Carmona.
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«El juez (de Ejecución chaqueño) Juan José C. iba a visitarme a la granja (de Yatay). Yo me subía a su Toyota Corolla, charlábamos y tomábamos una Coca-Cola», relató Roberto José Carmona (62) durante la segunda jornada del juicio por el crimen del taxista Javier Rodrigo Bocalón (45) y que publicó el diario cordobés La Voz del Interior.
El acusado de homicidio criminis causae agravado por alevosía, al hacer uso de la palabra por segunda vez en el debate iniciado el lunes, brindó detalles de los beneficios que se ganó con el sistema judicial y penitenciario del Chaco, que le permitieron una flexibilización en las condiciones de encierro y, desde 2014, las salidas transitorias hasta Córdoba, para visitar a su esposa.
Explicó que, en esas reuniones en el auto, el juez C. le decía que él quería darle la libertad condicional, pero que el contexto social se lo impedía. Aseguró que el magistrado le dijo: «No te voy a dar la libertad condicional porque no me lo permiten los tiempos violentos que vivimos».
En otro tramo de su declaración, Carmona repitió la misma idea y relató que el mismo juez le dijo que «consideraba políticamente incorrecto» dar la libertad a alguien como él, «con los tiempos que corren».
Explicó que el trato con C. era muy estrecho. «Tenía tres números de teléfono de él. Le hablaba a su celular, a tribunales o a su casa». ¿A qué hora le hablaba?, le preguntaron, y respondió: «A cualquier hora, como si fuera un amigo de toda la vida».
Luego, Carmona relató que esos permisos de salida a Córdoba, con una comitiva de seis guardiacárceles y dos móviles, fueron otorgados por decisión del juez. Después, completó, quien era prosecretaria, Alejandra L. D. , se convirtió en jueza y continuó renovando los mismos permisos de visitas interprovinciales.
También le preguntaron por qué no viajaba al Chaco su esposa, Ángela Elizabeth Etudiez, siendo que resultaba mucho más práctico. «Nunca iba a permitir (yo) que mi esposa me visitara en esa basura», respondió Carmona sobre el Establecimiento Penitenciario 2 de Sáenz Peña.
Coincidió que los permisos de visitas a Córdoba se renovaban automáticamente, sin mayor trámite y a pesar del cambio de jueces.
Carmona dijo que esos beneficios se los ganó solo, que no pagó nunca para obtener algún favor. Luego, Almirón le recordó que -según él- sí había pagado $15 mil a un guardiacárcel para comprarle la cuchilla con la que mató a Bocalón.
Más tarde, comentó que «de las 18 cárceles» en las que estuvo alojado en su vida, la que dejó en el Chaco era la más corrupta de todas. Relató que la droga, los celulares y otras irregularidades son moneda corriente y que no hay que ser hipócritas cuando se habla de esa realidad dentro de los penales. Además de esas salidas, a lo largo del juicio trascendió el trato «amistoso» que tenía Carmona con sus custodios durante los viajes. Paraban a tomar algo juntos, comían una parrillada, se tomaban selfies entre varios con el celular suyo o el de los guardianes y caminaban para estirar las piernas durante el viaje.