El sector comercial, de servicios y de pymes tuvo un duro impacto al recibir las facturas de electricidad de este mes en el que vieron más que triplicados los costos en un escenario de recesión sin consumo y estancamiento de la economía. Ante esto, desde las cámaras que agrupan a diferentes sectores realizan gestiones para buscar la forma de mitigar esta situación. Así lo hizo el presidente de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos del Chaco, Matías Rafart, quien mantuvo una reunión con Hilairo Bistoletti, titular de Secheep, para abordar la temática, tras lo cual brindó detalles del encuentro en declaraciones a Radio Facundo Quiroga.
«Fue una reunión muy cordial y productiva con el doctor Bistoletti», comentó Rafart. «Nos explicó que el aumento de las tarifas eléctricas se debe a la eliminación de un subsidio nacional y a un incremento regional en los costos. Esta situación ha golpeado fuertemente a nuestro sector, ya que, debido a la recesión, los niveles de ocupación hotelera y la afluencia a locales gastronómicos han disminuido significativamente», explicó.
Rafart destacó que la situación actual es especialmente difícil porque «los niveles de ocupación hotelera varían entre un 30% y un 35%, un promedio que se ha mantenido desde enero. Aunque esperábamos un repunte en abril, la realidad es que el impacto económico de la recesión ha sido devastador».
Durante la reunión, Bistoletti y el equipo de Secheep se mostraron comprensivos y abiertos a buscar soluciones.
El referente destacó la importancia de seguir trabajando en conjunto y la esperanza de que la situación mejore después de julio: «Estamos haciendo todo lo posible, teniendo todas las reuniones necesarias para apoyar a los empresarios del sector. Esperamos que, con el esfuerzo conjunto, podamos ofrecer un alivio financiero y superar esta etapa difícil sin que ninguno de nuestros establecimientos tenga que cerrar».
todos en la misma
Rafart describió las particularidades del sector: «La situación que hoy estamos viviendo es una recesión, la cual nos impacta a todos de la misma manera, un golpe duro para la mayoría de la gente, lo cual repercute en nosotros. La gente no está viniendo al Chaco para ocupar los hoteles, para dar una derivación a los locales gastronómicos», afirmó. Si bien el referente entendió que los aumentos «pueden ser coherentes, si no podés vender las plazas te quedas muy lejos».
Asimismo, el hotelero destacó la predisposición y recepción que tuvieron por parte de las autoridades de la empresa energética estatal: «Ellos no han escuchado, fue la primera reunión y va a derivar en varias reuniones para llegar a un mejor acuerdo, ellos se solidarizaron con nosotros y nos dieron todas las herramientas posibles para subsistir, por lo menos, a llegar a la Bienal», señaló.
El líder gremial enfatizó la importancia de este evento: «La Bienal es nuestra oportunidad para atraer turistas y mostrar los recursos naturales impresionantes que tenemos en el Chaco. Estamos trabajando arduamente junto a Verónica Mazolli, presidenta de Turismo, para preparar nuestra mejor presentación».
Al mismo tiempo entendió que «es nuestro momento de salir de lo que es un turismo de reunión, el turismo de deporte, el turismo de religión, para que la gente venga y conozca y disfrute lo hermoso que es el Chaco en su totalidad: tenemos meteoritos, tenemos las aguas termales, tenemos ríos», enumeró los atractivos de la provincia.
En este punto Rafart lamentó que, «dada la necesidad financiera que tenemos tanto en el terreno gastronómico, primero, para subsistir, segundo, para intentar hacer algún tipo de remodelación o algo para lucir mejor ante tan gran evento que tenemos acá en la ciudad, tenemos nuestra oportunidad de mostrarnos de la mejor manera posible», reconoció el referente.
Todos los esfuerzos
Más adelante el referente continuó con su descripción: «La situación no es la mejor para ninguna de las empresas, yo por lo menos con los hoteles que hablé me dicen que se aguanta, hasta lo que pueden, por eso yo creo que estos dos meses son los más duros de toda esta etapa de recesión y esperamos llegar a julio. Estamos haciendo todo lo de esfuerzo, teniendo todas las reuniones posibles para darle una mano a todos los empresarios del sector, porque la situación no está bien y el Gobierno por lo menos entiende, y estamos trabajando son las primeras reuniones con Secheep, son todo un gobierno nuevo, pero están todos con la mayor predisposición para darnos una mano», reconoció.
«Esperemos que se cumpla, que sea así y darle por lo menos un aire fresco, algo que corte la asfixia financiera que hoy por hoy los hoteles estamos sufriendo, hoy todo pega, un aumento de sueldo te pega diferente que lo que te hubiera pegado hace un año, hoy un aumento de luz pega también diferente», aseguró y al mismo tiempo resaltó que «a nivel nacional Fehgra está haciendo lo suyo también, se está moviendo, está trabajando ahora para una ley que saque algún impuesto a los hoteleros en cuanto a los aportes».
Seguidamente reflexionó: «Hoy necesitamos también este apalancamiento, estamos esperando algún tipo de moratoria en cuanto a los impuestos, o sea, lastimosamente estamos hablando de eso, de esperar algún financiamiento por parte de Secheep, estamos esperando ese desahogo financiero de gastos corrientes, pero con toda la esperanza de que después de julio esto cambie y que los hoteles recuperen de a poco su nivel de actividad y así no veamos a ninguno que se cierre», estimó Rafart.
Tras lo cual aseveró que «por ahora están aguantando todos, llegás al fin de mes ves que no te alcanza para nada, pero los hoteles y los gastronómicos todos están aguantando de la mejor manera posible, sin tanta disminución de personal y nada, así que se pide fuerza y nosotros, de nuestro lado, como asociación, nos estamos moviendo con las posibilidades que tenemos, con un no ya puesto sobre la mesa, pero intentando torcer el brazo en cualquier tipo de ámbito que nos complete», finalizó.
Emergencia económica en turismo, gastronomía y hotelería chaqueña
El impacto que provocaron las últimas facturas de luz -en algunos casos superando el millón de pesos- pone en jaque el funcionamiento y desarrollo de comercios y emprendimientos chaqueños del rubro gastronómico, turístico y hotelero. Por ese motivo, diputadas y diputados del interbloque del Frente Chaqueño presentaron el viernes el proyecto de ley 1331/24 que declara la emergencia económica para el sector por el término de dos años.
«El testimonio dramático de nuestros comerciantes, de nuestros emprendedores, fue el punto de partida para este proyecto», señalaron desde el Frente Chaqueño, a la vez que consideraron «irracional y autoritario el monto de las facturas que se están recibiendo». «Ninguna provincia, ningún país, puede desarrollarse económicamente con el derrumbe del consumo como objetivo, asfixiando a las pequeñas y medianas empresas», aseguraron, «por eso proponemos esta ley como una manera de paliar el impacto que provocan las facturas de luz y agua».
Impulsado a partir de encuentros con diversos referentes del sector -de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines del Chaco (filial de Fehgra), y de la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines, el proyecto tiene, entre sus objetivos, instrumentar medidas que supongan un alivio a la crítica situación de los establecimientos hoteleros y gastronómicos. Diseñada y elaborada por los diputados Mariela Quirós, Teresa Cubells, Nicolás Slimel, Analía Flores y Gladys González, la iniciativa propone disponer de una «línea de créditos a tasa 0» para el sostenimiento de los establecimientos que lo requieran; como la exención del pago de impuestos por Ingresos Brutos o planes de pago para cubrir las deudas generadas en los servicios de luz y agua.
Asimismo, las empresas de agua y luz deberán retrotraer sus tarifas sobre los comercios comprendidos en la ley a diciembre de 2023.
Por otra parte, y en virtud de los derechos consagrados por esta norma, los establecimientos comprendidos deberán garantizar el puesto laboral a su plantilla de trabajadoras y trabajadores.
Entre sus fundamentos, el proyecto de ley destaca el hecho de que la caída en el consumo de restaurantes y hoteles «es comparable a los peores momentos de la pandemia».
«La lógica de que el consumo respondía a la inflación ya no se sostiene, puesto que la inflación mensual estaría disminuyendo, pero los altos costos de los servicios, la manufactura y la empleabilidad generan dificultades».