El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (Odsa-UCA), junto al Banco Hipotecario, publicó el documento de investigación «Diagnóstico del hábitat infantil para un desarrollo sostenible». El informe, pone el foco en la relevancia de un hábitat saludable como derecho de todas las personas y, en particular, de los niños, las niñas y adolescentes.
El documento resalta que las infancias son de las poblaciones más sensibles a la contaminación ambiental, hacinamiento, mala calidad del agua, condiciones de vivienda deficitarias e inseguridad ciudadana, entre otros. En este sentido, analiza cada dimensión del espacio del hábitat de vida según desigualdades sociales y disparidades entre grandes aglomerados urbanos del país.
Los problemas predominantes en el entorno habitacional que impactan en la infancia, en términos de su frecuencia, son los siguientes: la inseguridad en los vecindarios (77%), la carencia de servicios públicos como desagües, veredas y pavimentos (56%), la presencia de drogas (54%), la falta de acceso a la red de gas (53%), la contaminación ambiental (48,6%), la ausencia de sistemas cloacales (38%), y en menor medida, situaciones de precariedad habitacional (19%), hacinamiento (18%) y tenencia irregular de vivienda (10%).
El documento afirma que un punto crítico es el acceso al agua, ya que el 15% de los niños/as no dispone de agua corriente y el 20,5% tiene una mala calidad del servicio de agua. La desigualdad social agrava estas privaciones ambientales, especialmente para los niños/as y adolescentes más desfavorecidos económicamente. Esta situación se evidencia con mayor crudeza en el Conurbano Bonaerense y el Gran Tucumán, aunque las disparidades también existen en otros entornos urbanos, como detalla el informe.
El estudio destaca que es imperativo profundizar, mediante acciones concretas, el mejoramiento de las condiciones de hábitat de vida de la ciudadanía, lo cual tendría consecuencias positivas de gran significancia en el crecimiento madurativo y cognitivo de los niños/as, no solo en sus primeros años de vida, sino también en su posterior desarrollo y crecimiento.
Resumen de resultados
La inseguridad y la presencia de drogas en los vecindarios representan barreras significativas para aspectos fundamentales de la socialización de los niños/as y adolescentes, ya que limitan su capacidad de jugar en espacios públicos y de desplazarse de forma autónoma hacia la escuela u otros lugares.
Los problemas ambientales y el déficit de servicios públicos en los barrios están interrelacionados, ya que la falta de desagües, por ejemplo, puede propiciar la propagación de enfermedades graves como el dengue.
Asimismo, el acceso a agua potable, condiciones adecuadas de saneamiento y gas domiciliario son cruciales para la nutrición y la salud de los niños/as, así como para su desarrollo físico y sus capacidades educativas.
Además, cerca del 20% de los niños/as y adolescentes viven en condiciones de hacinamiento o en viviendas precarias, lo que limita su desarrollo personal al no contar con espacios para la privacidad, el descanso adecuado o la interacción social con sus pares. La precariedad habitacional también conlleva riesgos para su supervivencia y bienestar.
Por último, aproximadamente el 10% de los niños/as y adolescentes residen en viviendas informales, lo que genera inestabilidad y vulnerabilidad en su entorno habitacional, lo que probablemente afecta negativamente el bienestar psicológico de los adultos a cargo de su cuidado y crianza.
El Llamado
a la Acción
El documento del Odsa-UCA subraya la urgencia de profundizar en acciones concretas para mejorar las condiciones del hábitat de vida de la ciudadanía. Mejorar estas condiciones tendría un impacto significativo en el crecimiento madurativo y cognitivo de los niños no solo en sus primeros años de vida, sino también en su posterior desarrollo.
La creación de un entorno saludable y seguro es fundamental para garantizar el pleno desarrollo de las capacidades de los niños y adolescentes, lo cual repercutiría favorablemente en su salud física y psicológica.
La inseguridad y la violencia en los vecindarios no solo limitan la movilidad y la socialización, sino que también generan un clima de estrés y ansiedad que puede tener efectos duraderos en el bienestar emocional y psicológico de los jóvenes. El informe resalta la necesidad de fortalecer la presencia policial y mejorar las condiciones de seguridad en las comunidades para garantizar un ambiente propicio para el desarrollo de los niños.
La infraestructura y los servicios públicos juegan un papel fundamental en el desarrollo infantil. El acceso a servicios básicos como el agua potable, el saneamiento adecuado y el gas domiciliario es esencial para la salud y el bienestar de los niños.
Además, la disponibilidad de infraestructura barrial, como escuelas, centros de salud, parques y plazas, contribuye significativamente al desarrollo social y educativo de los jóvenes. El déficit en estos servicios y la falta de infraestructura adecuada en los barrios más desfavorecidos reflejan la necesidad de inversiones y políticas públicas orientadas a mejorar las condiciones de vida de los niños y adolescentes.
El «Diagnóstico del hábitat infantil para un desarrollo sostenible» es un llamado a la acción urgente para abordar las condiciones de vida deficitarias que afectan a miles de niños y adolescentes en la Argentina.
Mejorar el hábitat y garantizar un entorno saludable y seguro es una responsabilidad compartida que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Solo a través de esfuerzos concertados y sostenidos se podrá asegurar un futuro mejor para los niños y adolescentes, promoviendo su desarrollo integral y garantizando sus derechos fundamentales.
Este documento no solo expone las realidades crudas de las condiciones de vida de los niños en la Argentina, sino que también sirve como una guía para la formulación de políticas y acciones que buscan mejorar estas condiciones.
El compromiso con la mejora del hábitat infantil es esencial para construir una sociedad más equitativa y sostenible, donde todos los niños tengan la oportunidad de desarrollar su máximo potencial en un entorno seguro y saludable.