En los años 90, un snack sencillo, pero irresistible se convirtió en el favorito de los adolescentes argentinos: las Pipas. Esta golosina, hecha de semillas de girasol confitero, fue creada por la empresa Argensun en 1996 y se popularizó gracias a la serie televisiva “Cebollitas”, protagonizada por Dalma Maradona.
La historia de las Pipas comienza en 1989, cuando la hiperinflación azotaba Argentina y llegaron a Argentina diferentes empresas que sembraban el girasol confitero y lo exportaban a Estados Unidos y Europa. Fue entonces cuando los hermanos Diaz Colodrero, Pablo, Javier y Fernando, vieron el potencial de este negocio y decidieron crear Argensun.
Una de las claves de su emprendimiento fue que buscaban la producción de una semilla especial de girasol que requería ser grande y tener la pepita suelta en su interior. A partir de ese momento, Argensun se dedicaron a la exportación de semilla de girasol confitero a granel y con marca propia.
Siete años después, en 1996, Argensun dio el salto al consumo masivo con las Pipas. Aunque este snack era conocido en algunas comunidades árabes y judías, su lanzamiento fue un éxito rotundo entre el público joven. Las Pipas no solo se convirtieron en un icono de la infancia argentina, sino que también representaron un hito en la industria alimentaria del país.
El nombre “Pipas” proviene de cómo se llaman a las semillas de girasol confitero en España. En Argentina, la marca “Pipas” se convirtió en un término genérico para estas semillas debido a su popularidad. Esto permitió que el nombre se utilizara ampliamente y se asociara con el snack en general, más allá de la marca específica de Argensun.
Actualmente, desde la empresa explican que su marca tiene más del 60% de market share y el resto se divide en unas 50 marcas que se comercializan principalmente en el interior del país.
En este contexto, la compañía concretó un fuerte relanzamiento en 2021 con el objetivo de volver a seducir al público joven que no había vivido el furor por las Pipas. En aquel entonces lanzaron al mercado siete nuevas variedades que abarcaba desde semillas de girasol dulces, hasta sin sal o sin tostar.
El negocio de Pipas -el único de consumo masivo de la compañía- representa entre el 15 y el 20% del volumen que comercializa la firma, el resto está orientado al negocio exportador.
La compañía -que tiene más de 200 empleados- actualmente exporta a más de 70 países en los cinco continentes -con España, México, Turquía, Alemania, Brasil y el norte de África a la cabeza- y es dueña de un laboratorio de semillas de girasol.
Así es que si bien el grueso del negocio de la empresa proviene de la exportación, la marca Pipas sigue teniendo fuerte presencia en el mercado local y además es un recordatorio de una época dorada para muchos argentinos.