La bailarina, actriz y coreógrafa Lorena Ludmila González Fiorini, entrevistada por LA VOZ DEL CHACO, dialogó sobre la preparación y técnica performática que cultivó para interpretar «Galería de nada», seleccionada para participar en el 5 de octubre próximo del Breve Fest, luego de su séptima función consecutiva en Corrientes.
-Loly, sobre «Galería de nada». ¿Cómo se preparó para este unipersonal y trabajar bajo la dirección de Facundo Sagardoy desde un punto de vista performático?
-El personaje de «Chichita Beltrán» me pareció muy interesante, nunca elaboré un personaje con esas características: dramático, con frustraciones heredadas de su madre, enamoradiza, pero a su vez que no se juega, logrando así amores frustrados, que la obra presenta de una manera absurda, la búsqueda de esa fama o reconocimiento que no llega.
¿Pero qué hizo Chichita al respecto? La propuesta de Facundo Sagardoy fue muy interesante, fue lo que me llevó a decir: «Sí, quiero hacer esta obra», buscando la máxima expresión a través del movimiento, más por el lado del teatro físico y la danza-teatro.
Me inspiré en diferentes técnicas teatrales como Lecoq, Meyerhold, Pina Bausch, el espacio de Peter Brook, en la respiración y trabajar con el público. Fue un desafío, pero el texto y el personaje lo permiten, el poder jugar al máximo con lo que propone o trae el actor y las pautas del director.
Los ensayos fueron varios y con mucho desgaste físico, pero siempre fue una búsqueda constante a través de la danza, el espacio y la expresión. Creo que esa búsqueda aún sigue y cada vez me sorprendo más de lo que sale de este personaje, ya sea en los ensayos o de función en función.
-«Galería de nada» narra la historia de la hija de una célebre bailarina clásica. ¿Hay aspectos de tu propia vida que influyeron en tu interpretación?
-Sí, yo soy bailarina y puse mucho de mi propia experiencia con la danza. Atravesé un proceso por diferentes técnicas, siendo la clásica una de las primeras en mi formación, una de las que más me marcó, ya que al no tener el cuerpo «ideal» para ser intérprete en esta disciplina, me llevó a la búsqueda de mi propio estilo y expresión, encontrándome más en la danza contemporánea y las danzas urbanas.
Cuando empecé a investigar el movimiento de este personaje, dije «tengo que usar mis puntas de clásico» (zapatillas de ballet) y allí logré la transición de un personaje contenido y estructurado por seguir la herencia de su madre y la liberación con la danza contemporánea. En mi vida personal fue un poco así. Y eso ayudó un montón en crear a Chichita bailarina.
-Es oriunda de Corrientes. ¿Cómo influye su origen?
-Yo creo que el ser correntina y estar nutrida desde muy niña por la cultura del carnaval y el chamamé despertó en mí el querer ser bailarina. Eso me llevó a la curiosidad de tomar todas las clases de baile que existían en Corrientes.
Siempre estuve rodeada de gente de ambientes artísticos, eso me permitió ser desenvuelta y sociable. Creo que el correntino es muy así, amiguero y cálido, eso me facilitó poder irme y hacer amigos, meterme en varios ambientes y rodearme de artistas.
«Bailar y actuar en Broadway cambió mi vida»
-¿Qué significó para usted estudiar en la Escuela de Danzas La Plata y en programas especializados en Broadway?
-Empecé en plena pandemia la Escuela de Danzas; necesitaba conectar con mi bailarina y formarme como docente. Di clases desde muy chica, pero sentía que me faltaban herramientas didácticas.
Averiguando, me dijeron que me tomaban equivalencias de la UNA y que podía arrancar más avanzada y era todo online. Me sirvió un montón física y mentalmente para el contexto de encierro y pandemia. Al volver al aula me gustó ser alumna y seguir investigando sobre mi danza; fue allí que me metí de lleno en la danza contemporánea y terminé mi tecnicatura.
Estudiar y viajar a Broadway con TEB me cambió la vida. Primero, porque al estudiar teatro musical, mi sueño siempre fue viajar, estudiar y poder trabajar allá. Con TEB viajé, tomé clases y pude bailar en un escenario de Broadway. Me falta trabajar nomás.
El programa es súper completo, y poder hacerlo gracias a una parte de beca y la ayuda de mis seres queridos hizo de ese viaje aún más valioso.
-¿Cómo fue su experiencia en el TEB (Tu Experiencia en Broadway) y en el PMT House of Dance en Nueva York?
-Fue un sueño, sentía que no caía que estaba allí; era una película constante. Pude formarme con profesores que están trabajando en los grandes musicales, formadores de formadores, aprender técnicas nuevas en grandes escuelas como Broadway Dance Center y Peridance.
Bailaba desde que me despertaba hasta que dormía nuevamente. Se respiraba arte por todos lados. Ese viaje también lo hice sola, pero la contención y la comunidad que crea TEB hizo que me llevase varios amigos con los que vibramos en la misma sintonía.
Hoy seguimos en contacto. El programa fue muy completo, con clases de diferentes estilos, música, ver musicales, filmar un video reel de danza en conjunto por Brooklyn y mi reel personal, ir a recitales de jazz, bailar en la calle y conocer gente de varias partes del mundo.
También viajar a NYC fue muy importante porque me reencontré con una amiga de Julio Bocca, Micaela Butnar, quien hace un tiempo se mudó a la gran ciudad a cumplir su sueño.
Hoy es dueña de un estudio junto con su marido. Así fue como llegué a tomar clase de jazz y contemporáneo en PMT House of Dance. No solo fue formarme, sino volver a bailar con mi gran amiga.