Ayer lunes, a lo largo de diez horas, cuatro de los cinco niños que acompañaron a Loan Danilo Peña en su último almuerzo y en el paseo por el naranjal que culminaría en su desaparición declararon otra vez ante la Justicia. Lo hicieron en el Juzgado Federal de Goya, a cargo de Cristina Pozzer Penzo, bajo el dispositivo de cámara Gesell, bajo la mirada de los abogados querellantes del caso y de los defensores de los siete detenidos.
En las últimas horas, trascendió que una niña aseguró que “un hombre con capucha” se llevó a Loan. Efectivamente, así lo declaró. Dijo que un hombre encapuchado “con un tatuaje” raptó al chico. Sin embargo, los investigadores del caso descreyeron de inmediato de esta pista, a simple vista conveniente para los imputados: la propia niña reconoció que no estaba allí cuando el supuesto secuestrador tomaba a Loan, sino a varios metros de distancia, con otras menores.
La menor, por otra parte, no hablaba de Loan, no directamente. Los menores, en general, se referían al “caso Loan”, no hablaban de su vínculo con el chico desaparecido desde el 13 de junio. “A simple vista, fueron relatos muy condicionados por los medios de comunicación”, aseguró una fuente clave del expediente.
Hubo, también, otro dato interesante. Lo dijo uno de los varones que dieron su testimonio ayer. Afirmó que Daniel “Fierrito” Ramírez y Antonio Benítez, marido de Laudelina Peña, dos de los principales acusados del caso, presos hasta hoy en penales federales, le anunciaron al grupo en un momento que se irían “a cazar carpinchos”. Incluso, que Ramírez, marido de Mónica Millapi, tenía en sus manos “una escopeta”.
La investigación de los fiscales del caso determinó que, efectivamente, Ramírez se dedicaba a la caza. Así se mostraba, por ejemplo, en posteos de redes sociales. Sin embargo, no se halló ningún arma en el allanamiento a su domicilio.
Para los fiscales, esta mención fue una sorpresa. La supuesta excursión en busca de carpinchos no se encontraba hasta ahora en el expediente.
Así, el caso lleva casi dos meses sin pistas firmes sobre qué pasó con Loan, a dónde se lo llevaron y qué hicieron con él. En los próximos días, la jueza Pozzer Penzo deberá resolver las situaciones procesales de los acusados, para determinar si los procesa con prisión preventiva, los sobresee o dicta la falta de mérito.
El viernes pasado, efectivos de la PFA incautaron en Goya el teléfono de César Peña, hermano de Loan: el joven entregó el teléfono sin resistirse cuando la Federal llegó a su domicilio. El pedido de pericia que llevó a su incautación fue realizado por uno de los abogados que representa a Millapi y Ramírez.