El presidente de la Unión Industrial del Chaco, Aldo Kaston, entrevistado por LA VOZ DEL CHACO, advirtió que el sector industrial argentino se encuentra en una situación crítica, similar a la peor etapa de la pandemia e incluso peor que en 2001.
Indicó que la implementación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (Rigi) genera expectativas, pero también plantea interrogantes sobre su impacto en la recaudación impositiva provincial.
Alertó que el deterioro del consumo masivo, especialmente en sectores como el textil y la alimentación, agrava la situación del sector industrial, y que la caída en las ventas y el aumento de la desocupación han generado una espiral negativa que afecta a toda la economía.
-¿Qué expectativas tiene el sector industrial con la ejecución del RIGI?
-Las expectativas que tenemos es poder sumarnos con alguna ley provincial o que la Nación acepte inversiones de menor monto que las que aplican para el régimen, porque si no, nosotros quedamos afuera de estas inversiones. Además, el Chaco no tiene demasiados desarrollos para aplicar.
-En su opinión, ¿cuál es el punto fundamental del debate?
-Básicamente, tenemos que considerar que hay que revisar las adhesiones al régimen por la baja de la recaudación.
Las inversiones del régimen en las regiones afectan negativamente la recaudación impositiva, ya que no van a pagar impuestos provinciales ni ganancias. Lo que necesitamos es ver de qué manera se va a reemplazar a las provincias.
-¿Considera que el punto debe ser incorporado a la agenda del Gobierno?
-Sí. Es una negociación que deberá hacer el Estado provincial para ver cómo se van a reemplazar los montos por coparticipación.
-Al hablar del Rigi, hoy el Gobierno piensa decididamente en obra pública. ¿Qué opina al respecto?
-En la agenda del régimen, lo único que entraría sería el puente Chaco-Corrientes. Es la única inversión de esa magnitud que entraría dentro de ese tipo de gestión.
La otra podría ser el sistema de cloacas, pero son inversiones que hay que ajustar muy bien y ver cómo se va a recuperar esa inversión.
-Dado el contexto de ajuste y crisis, ¿en qué estado se encuentra el sector industrial?
-El sector industrial está mostrando una caída permanente todos los meses; no hay ningún indicio de que estemos en una meseta.
Permanentemente se nota una caída en las ventas.
«HAY QUE REUNIR VOCES»
-¿En qué sector este escenario se ha vuelto más grave?
-Todo lo que se refiere a consumo masivo afecta en caída. El primero que cae es el textil, pero sistemáticamente, inclusive en la comida se comenzó a cambiar. La gente comenzó a dejar de consumir productos básicos como la leche. Hay un millón de niños que se saltean una comida.
-¿Cree que hay fuerza suficiente para que estos datos sean considerados por el gobierno?
-No tengo ninguna duda de que hay que reunir voces porque el Estado nacional no lo pone en agenda directamente. No lo considera. Es un tema que hay que poner en agenda y que deben poner las instituciones porque el Estado nacional no lo hace.
-¿Cuál es la salida que esperan las pymes?
-Necesitamos que el Estado comience a generar en la gente demanda, porque si no hay ventas, se reduce la industria, y se reduce la recaudación impositiva, lo cual es fundamental para que el Estado funcione.
No entiendo cuál es el planteo de suponer que vamos a salir adelante vendiendo cada vez menos. No lo podemos asumir como posible. Necesitamos producir más para procurar empleo y que haya más consumo.
«Si no se toman medidas, esto va hacia un quiebre social»
-De acuerdo a su experiencia, la crisis de hoy ¿tiene contraste con alguna próxima o lejana en el tiempo?
-Los datos indican que estamos en un punto similar al peor momento de la pandemia, o incluso peor que en el 2001, que fue la crisis tremenda que hemos sufrido. Todo esto es decisión política. La política tiene que comenzar a tomar medidas y a cambiar porque esto va hacia un quiebre social.
-¿Siente que el sector tiene vínculos o contacto con las autoridades?
-Nosotros somos una institución provincial, no tenemos relación con el gobierno nacional. La Unión Industrial Argentina hace algunas cosas, pero una de las cosas que tenemos que considerar es que hay un riesgo muy grande en las industrias de menor porte, que no participan, y estamos sufriendo cuestiones permanentes.
Hoy, las economías regionales son las más golpeadas y las pymes son las más golpeadas de todas.
-¿Qué opina de la flexibilización laboral que impulsa el gobierno nacional con apoyo de algunos sectores de la oposición?
-Eso hay que analizarlo muy bien. El tema laboral es un tema difícil de resolver, en un contexto de tanta necesidad de la gente. Si vamos a hacer ajustes solamente en materia de expulsión. Si echamos gente, es porque no estamos trabajando bien.
Si no trabajamos, es porque no vendemos, y si no vendemos, no recaudamos impuestos, y no se puede sostener la política pública. En lugar de que todo funcione, la gente no lo está consiguiendo.
Hay que observar desde otro lugar la transformación.
«Hay que tratar de desarrollar la posibilidad de salir trabajando»
-A manera de repaso, si no hubiera crisis, ¿podría recordar la potencialidad que reside en el territorio del Chaco?
-La provincia tiene un monto de potencialidad, es una provincia que produce mucho grano, algodón, alimentos, pero hay que desarrollar la industria para que queden los dividendos del trabajo y no salga como materia prima.
-¿Qué opina del comportamiento del mercado cambiario y de la inflación?
-El mercado cambiario lamentablemente nos bloquea la falta de divisas para poder trabajar con el exterior. El ministro Caputto hace unos quince días dijo que la Argentina era cara en dólares, por lo cual exportar va a ser una ilusión. Nosotros no vemos que esto funcione, y la inflación que prometieron no está llegando.
Además, con el cero por ciento de inflación, pero con la depresión que hay, no es más conveniente.
Vemos que, con una deflación tremenda que ha reducido el consumo, por más barato que sea todo, los sueldos quedaron retrasados.
-A estas interrogantes, los gobiernos suelen responder con un bono, o dos, o un aumento escalonado. ¿Es esa la salida?
-La solución es generar el consumo, la producción, no que el Estado salga a producir. No hay salida sin trabajo. Sin trabajo no hay posibilidad de generar nada.
Hay que tratar de desarrollar la posibilidad de salir trabajando, que el trabajo argentino quede acá, y que podamos hacer un retorno de las ganancias de lo que se produce a las arcas de los propios argentinos, desde los empresarios, los bancos.
-¿Qué opina sobre el financiamiento con créditos? ¿Es fácil, difícil o prácticamente imposible para las pymes?
-No es fácil acceder a un crédito, pero si vas a tomar crédito para consumir más, no sirve; si es para pagar deuda impositiva, no sirve, porque hay que pagarla con trabajo.
Estamos esperando que se reactive la producción en la Argentina.