Ayer, el Chaco volvió a ser escenario de un paro de colectivos que dejó a miles de usuarios sin transporte, afectando gravemente a miles de pasajeros que dependen del servicio para sus desplazamientos diarios.
La medida de fuerza, convocada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), dejó paralizado por completo el servicio, en contraste con la situación del jueves, cuando la provincia no se adhirió al paro de 48 horas que afectó a gran parte del país.
El titular de la empresa San Fernando Urbano, Facundo Sartore, explicó en diálogo con Radio Libertad las dificultades que enfrentan las empresas de transporte en la provincia para hacer frente a las demandas salariales del gremio.
«Teníamos una propuesta para hacer a la UTA, de forma de encarar los pedidos salariales, y bueno, no fue aceptada», indicó Sartore, aludiendo a la oferta de aumentar los salarios de manera escalonada, ligada a un futuro incremento en la tarifa del boleto. «La intención era subir el sueldo a lo que están reclamando, pero lo no remunerativo, hacerlo de forma escalonada, después del aumento de boletos», añadió.
La propuesta, sin embargo, no encontró eco en el gremio, que exige la equiparación salarial con los trabajadores de la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
«El pedido es terminante por parte de la UTA. Tiene que haber una equiparación total, real, con los salarios del Amba», señaló, reconociendo que la empresa no cuenta con los recursos para cumplir con esta demanda sin un aumento en los subsidios o en el precio del boleto.
Igual trabajo
Por su parte, Raúl Abraham, secretario general de la UTA Chaco, enfatizó la legitimidad de las demandas salariales de los trabajadores. «El reclamo es para que todos los trabajadores que están en el interior del país cobren al igual que en el Amba. Es lo que venimos peleando hace mucho tiempo», afirmó.
El líder sindical también aclaró que la decisión de continuar o no con las medidas de fuerza dependía de la capacidad del Gobierno y las empresas para llegar a un acuerdo que garantice un salario digno para los choferes.
El paro en el Chaco, que se realizó durante la jornada de 48 horas de cese de actividades a nivel nacional, tuvo la particularidad de que la provincia no se adhirió el jueves a la medida, pero la situación cambió drásticamente el viernes.
La falta de un acuerdo salarial entre UTA y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap) en la audiencia convocada por la Secretaría de Trabajo de la Nación exacerbó la tensión.
Impacto en
los Usuarios
La paralización del servicio de transporte público afectó de manera severa a los usuarios, especialmente a los sectores más vulnerables que dependen del colectivo para llegar a sus lugares de trabajo, escuelas y hospitales.
Los testimonios recogidos en las paradas de colectivos mostraron la desesperación y frustración de quienes no pudieron encontrar alternativas de transporte accesibles. «No tenemos otra forma de movernos, estamos atrapados», comentó Ana, una trabajadora de servicio doméstico que esperaba el colectivo.
Repercusiones
en la Empresa
Desde la perspectiva de las empresas, el paro no solo representó un golpe a la prestación del servicio, sino también un impacto económico difícil de soportar en un contexto de déficit operativo. «Si los muchachos no salen a trabajar y dejan los colectivos parados, eso sigue siendo desfinanciamiento para las empresas», subrayó Sartore, quien advirtió que un día de paro implica pérdidas significativas que agravan aún más la situación financiera del sector.
También mencionó la falta de subsidios específicos para las empresas, contrastando con otras jurisdicciones del país que han recibido apoyo estatal para afrontar las demandas salariales. «Nosotros no tenemos ningún tipo de subsidio, como sí sucede en otras jurisdicciones que han cerrado acuerdos salariales en base a aportes de las provincias», lamentó el empresario.
Por otra parte marcó que subió más de un 65% el nivel de pasajeros con tarifa diferencial. «Han crecido muchísimo los secundarios, terciarios y sobre todo los pases libres, todo esto con aportes nacionales», y aclaró que el subsidio que otorga Nación es para los pasajeros, no para las empresas.
Asimismo, anticipó: «Tengo entendido que la UTA va a esperar hasta el lunes para ver si podemos acercarles una propuesta mejor y si el martes no hay novedades, habrá una nueva medida de fuerza, pero ya por tiempo indeterminado. Nosotros queremos solucionar este problema porque si los choferes no salen a trabajar, eso afecta la operatoria de la empresa».
Futuro Incierto
La situación en el Chaco parece estar lejos de resolverse. Según indicó Sartore, el futuro del servicio depende en gran medida de la capacidad del gobierno provincial para intervenir y ofrecer una solución viable. «Si no hay novedades ni nada, Abraham dijo que va a volver a parar», advirtió, refiriéndose a la posibilidad de que el paro se extienda por tiempo indefinido a partir del próximo martes.
Por su parte, Abraham dejó abierta la puerta a una posible negociación, aunque mostró escepticismo sobre la voluntad del Gobierno para llegar a un acuerdo. «Ojalá que recapaciten y que mañana estemos anunciando, inclusive de forma conjunta, que se solucionó el problema y que no va a haber un paro que perjudique a la gente», expresó el líder sindical, reiterando que el objetivo del gremio no es perjudicar a los usuarios, sino garantizar condiciones laborales justas para los trabajadores del transporte.
El secretario general de UTA Chaco también resaltó la importancia de resolver el conflicto de manera urgente, dado que se trata de «un tema estrictamente alimentario».
En este sentido, Abraham hizo un llamado a la «buena voluntad» tanto de las empresas como del gobierno para evitar un nuevo paro que afectaría aún más a la población chaqueña.
El paro de colectivos en la provincia no solo dejó a miles de usuarios sin transporte, sino que también evidenció las profundas diferencias entre los distintos actores involucrados en la negociación salarial.
Mientras las empresas enfrentan serias dificultades para hacer frente a las demandas del gremio sin un incremento en los subsidios o tarifas, los trabajadores, representados por UTA, insisten en la necesidad de una equiparación salarial con sus colegas del AMBA.
La situación sigue siendo incierta, y el riesgo de una nueva paralización del servicio la próxima semana preocupa tanto a los usuarios como a las empresas. Lo que queda claro es que, mientras no se encuentre una solución, los chaqueños seguirán siendo los principales perjudicados en este conflicto, cuya resolución parece depender de la capacidad del gobierno provincial para mediar entre las partes y garantizar un servicio.