La licenciada en Enfermería, coordinadora del Gabinete de Bienestar a Biopsicosocial de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), Daniela Pérez, entrevistada por LA VOZ DEL CHACO, destacó la importancia de detectar señales de alerta para prevenir el suicidio, en especial en contextos de alta vulnerabilidad, como aquellos con altos índices de violencia o pobreza.
Enfatizó que las políticas públicas juegan un papel crucial en la prevención del suicidio, desde un enfoque multisectorial, y subrayó la importancia de la psicoeducación para reducir el estigma asociado con la búsqueda de ayuda en salud mental, lo que permite una intervención temprana y un acceso más rápido a los servicios de apoyo emocional y psicológico.
-¿Cuáles son los principales factores de riesgo asociados con el suicidio y las conductas autolesivas en la población actual?
-Los factores de riesgo son las características detectables en un individuo, familia, grupo o comunidad que aumentan la probabilidad de experimentar o sufrir un daño.
Dentro de los factores de riesgo asociados al suicidio y las conductas autolesivas, podemos mencionar dentro del ámbito individual, a la percepción negativa del apoyo familiar, síntomas depresivos, presencia de emociones negativas, desregulación emocional, habilidad de afrontamiento desadaptativo, angustia, sensación de aislamiento, abuso de sustancias, trastornos psicológicos, etcétera.
Dentro de lo social, podríamos observar problemas en las relaciones sociales, dificultades escolares, comparación social, nivel de apoyo social bajo, etcétera.
-¿Cómo ha afectado la pandemia de Covid-19 a las tasas de suicidio y conductas autolesivas?
-En 2020, la OPS planteaba que la pandemia por Covid-19 podía exacerbar los factores de riesgo de suicidio, y pudimos observar que en muchas personas, ya sea por las conductas individuales de riesgo o por el impacto que tuvo en el ámbito social, se agudizaron situaciones que pueden revestir riesgo.
La OPS instó a hablar del tema en forma abierta y responsable, permanecer conectados aún durante el distanciamiento físico durante el momento de la pandemia, y aprender a identificar los signos de advertencia para prevenirlo.
Durante la pandemia los estudios demostraron un aumento de la angustia, la ansiedad y la depresión especialmente trabajadores de la salud, que, sumadas a la violencia, los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, y las sensaciones de pérdida, son importantes factores que pueden incrementar el riesgo de que una persona decida quitarse la vida.
-¿Qué papel juegan las redes sociales y la tecnología en la aparición de conductas autolesivas en jóvenes y adolescentes?
-Es necesario aclarar que no existe una única causa que justifique o explique que una persona se autolesione, normalmente es el resultado de múltiples factores.
No obstante, un aspecto poco abordado de las autolesiones es su dimensión social. La propagación y el contagio en las autolesiones son muy comunes entre el grupo de pares. Si bien suele darse en privado, no podemos ver esta conducta invariablemente como un acto individualizado y desprendido de cualquier relación social.
En la adolescencia por ejemplo, el desarrollo psicosocial se ve muy influido por el grupo de pares, donde los jóvenes empiezan a construir su propia identidad y autonomía, viéndose fuertemente influidos por las interacciones que mantienen con sus iguales y en este punto, cabe destacar el gran papel que cumplen las redes sociales como nuevo medio de comunicación e interacción social.
Encontramos en estas últimas una facilidad para hacer nuevas amistades. Sin embargo, son relaciones más cómodas, inmediatas, superficiales y por tanto frágiles e inestables, dando a lugar a jóvenes interconectados pero aislados.
En Instagram y Tiktok, las plataformas más utilizadas por los adolescentes hoy en día, podemos encontrar miles de videos y fotografías de autolesiones, lo que puede llegar a incitar a estos jóvenes a realizar este tipo de conductas por dos principales motivos, el primero es por cuestiones individuales, que tienen que ver con el aspecto psicológico y cómo regulan y gestionan las emociones; y, el segundo motivo, por el fuerte sentido de identidad que generan este tipo de síntomas al formar parte de un colectivo, encontrando en estos deferencia, reconocimiento y apoyo.
«En poblaciones vulnerables es necesario reforzar
el seguimiento y el apoyo comunitario»
-¿Cuáles son las estrategias más efectivas para la prevención del suicidio en comunidades con altos índices de violencia o pobreza?
-Es necesario saber que hay estrategias universales indicadas para la prevención del suicidio, pero en poblaciones donde puede haber mayor vulnerabilidad, se plantean una serie de acciones que pueden contribuir al abordaje.
Entre ellas están el seguimiento y apoyo comunitario, la evaluación y manejo de trastornos mentales, trastorno debido a sustancias, y comportamientos suicidas.
La evaluación integral es necesaria para reconocer la presencia de trastornos y otros factores de riesgo, no obstante, es fundamental ante el reporte de ideación, plan de ejecución, intencionalidad suicida o lesiones autoinfligida no suicidas.
-¿Cómo se puede fomentar la resiliencia y el bienestar emocional en la población para reducir el riesgo de suicidio?
-La resiliencia es la capacidad que tenemos de recuperarnos de los acontecimientos adversos, hacer frente al estrés o tener éxito frente a la adversidad. No es algo con lo que se nace, es un proceso en el cual muchos factores -incluidos la familia, la comunidad y las prácticas culturales- interactúan.
Es importante fomentar la resiliencia porque aumenta el bienestar y brinda protección frente a los riesgos para el bienestar de las personas.
Crear hábitos saludables y cuidar de sí mismas es crucial, así como también tener redes de referencia y apoyo, como lo pueden ser la familia, los amigos y la conexión con la comunidad y la cultura.
Este tipo de acciones y vínculos se constituyen como factores protectores de la salud mental.
«Psicoeducar hace que podamos acceder a la ayuda necesaria»
-¿Qué impacto tiene el estigma social sobre la salud mental en la prevención del suicidio?
-Existen muchas creencias aún en la actualidad sobre el recurrir a un profesional de la salud mental, entre ellas que asistir a un profesional indica un «trastorno, una enfermedad», «es de locos», cuando en realidad, el asistir a un profesional de la salud mental contribuye a restablecer o buscar el bienestar integral.
Se cree que cuando asistimos es por un problema «grave», cuando el tener un espacio de escucha y acompañamiento puede resultar beneficioso para conocer y regular nuestras emociones.
En la problemática del suicidio y las autolesiones en particular, el prorrogar la búsqueda de ayuda, cuando hay malestar, es contribuir a que ese sufrimiento tal vez siga en aumento.
-¿Cómo se puede integrar el apoyo emocional y psicológico en el sistema de salud general para prevenir el suicidio?
-Por lo que venimos planteando, es fundamental que sepamos que el psicoeducar, el poder entre todos, y en particular, desde el área de la salud, conocer las herramientas de salud mental que tenemos, los recursos, los dispositivos disponibles, hace que podamos acceder de manera más pronta a la ayuda o apoyo emocional necesario.
Para ello, consideramos esencial que todos los profesionales de salud en general conozcan la importancia de hablar del suicidio y de las autolesiones, que sepan que si habilitamos la palabra, hacemos mucho más que evadiendo la problemática.
Se estimaba que hablar o abordar el hecho podía provocarlo, por ejemplo, y en la actualidad sabemos que este tipo de creencias conforman mitos.
Cuando brindamos un espacio de escucha y de diálogo, permitimos que las personas pueden detectar que necesitan ayuda y acceder a servicios de salud mental.
«Debemos garantizar el abordaje temprano
e integral del riesgo de suicidio»
-¿Qué recursos y programas están disponibles actualmente para la prevención del suicidio?
-Como marco general, la Dirección Nacional de Abordaje Integral de Salud Mental y Consumos Problemáticos en el marco de la Estrategia Federal de Abordaje Integral de la Salud Mental para el fortalecimiento del Primer Nivel de Atención y la implementación de la Ley Nacional de Prevención del Suicidio, desarrolla el Programa de Abordaje Integral de la Problemática del Suicidio, que tiene como propósito promover líneas de acción para el abordaje integral de la problemática de suicidio y ser un núcleo articulador del trabajo con otros actores en los distintos niveles, interministerial e interjurisdiccional.
Pretende, a su vez, fortalecer las políticas y programas jurisdiccionales, y las acciones que se vienen desarrollando en los distintos efectores locales, trabajando en forma mancomunada tanto para potenciar los recursos existentes como para promover la creación de otros nuevos.
Las acciones tienden a garantizar el abordaje temprano e integral del riesgo de suicidio, el fortalecimiento de la red de atención y la calidad de los registros sobre los suicidios consumados y los intentos de suicidio.
En cada centro de salud que cuenta con área de salud mental se intenta también siempre socializar sobre la temática y abordar el compromiso de toda la comunidad para la prevención.
En Corrientes y el Chaco hay por ejemplo, también, líneas telefónicas que brindan atención a personas que se encuentren atravesando una crisis, o sus allegados, donde se proporciona una contención inicial y se brindan los recursos de salud mental disponibles, ya sea Hospital de Salud Mental, Hospitales o centros de salud con servicios de salud mental.
-¿Qué papel juegan las políticas públicas en la prevención del suicidio y cómo pueden mejorarse?
-La OPS expresa que el suicidio es un problema de salud pública importante pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Como cifras menciona que cada año, más de 703 mil personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos.
Por lo que, centrarse en la prevención del suicidio es especialmente importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza.
Esta problemática debe seguir siendo prioridad dentro de la salud pública, ya que los suicidios son prevenibles con intervenciones oportunas, por lo cual pensar las acciones que respondan a un enfoque multisectorial es fundamental.
«Aspectos preventivos que siempre
es importante tener en cuenta»
-¿Qué señales de alerta deben observar familiares y amigos para detectar a tiempo un posible riesgo de suicidio?
-Como aspectos preventivos, debemos destacar que siempre es importante estar atentos si las personas experimentan: pérdida de interés en actividades que, por lo general, se consideran agradables; cambiar patrones de alimentación y de sueño; sueño constante o insomnio; sentirse agotado, con poca energía; sentirse ansioso, irritable, inquieto; bajar el rendimiento escolar o laboral; tener dificultad para concentrarse o tomar decisiones; no querer estar en contacto con otras personas; tener pensamientos suicidas o relacionados con la muerte; Cambios en la alimentación; el sentirse atrapado o «ser una carga»; desesperanza o no poder proyectar un futuro favorecedor; llanto inconsolable; descuido o abandono de la apariencia física; y aburrimiento permanente.Y toda aquella actividad o conducta que rompa con el estado anterior de la persona.
-¿Cómo pueden los profesionales de la Salud Mental abordar las conductas autolesivas en pacientes jóvenes?
-Como la comunidad en general, pero en especial los profesionales de la salud mental, realizan el acercamiento priorizando la mirada y escucha activa de la persona cuando asumimos que hay situaciones complejas. El profesional de la salud mental se acercará al paciente con la intención de conocer los pensamientos, sentimientos y conductas que puedan revestir un riesgo.
A partir de que realiza un diagnóstico de la situación evaluará qué tipo de acompañamiento desde la salud mental es necesario, si debe la persona realizar psicoterapia, consultar con un médico, evaluar con este un plan farmacológico, etcétera.
Cada situación requerirá un análisis y conducta específica, pero es importante conocer que las conductas autolesivas pueden ser abordadas y mejorar la situación personal.