Ayer, los usuarios del transporte público en el Chaco enfrentaron una nueva paralización del servicio debido al paro por 48 horas convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en demanda de la equiparación salarial de los choferes chaqueños con sus pares del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
A pesar del llamado a conciliación obligatoria por parte del gobierno provincial, fijada para el próximo jueves 5 de septiembre, el paro se extendió hasta entrada la tarde, a la espera de una asamblea del gremio para definir si acataban la medida conciliatoria.
En este escenario, se esperaba el acatamiento del gremio a la medida conciliatoria y que de esta forma los colectivos vuelvan a circular hoy.
El Conflicto
El paro del transporte público, que dejó sin servicio a miles de usuarios en toda la provincia, fue la respuesta de la UTA Chaco a la falta de acuerdo en las negociaciones salariales con la Cámara de Empresas del Transporte Automotor del Chaco (Cetach).
El gremio reclama la equiparación de los salarios de los choferes de la provincia con los de sus colegas del Amba, una demanda que, según los empresarios, no puede ser atendida sin un incremento en los subsidios o en la tarifa del pasaje.
La Respuesta
del Gobierno
El gobierno del Chaco, a través del gobernador Leandro Zdero y del ministro de Infraestructura, Hugo Domínguez, manifestó su posición frente al conflicto.
Zdero destacó, en contacto con La Radio, el esfuerzo que la provincia ha realizado para subsidiar el transporte público y renovar las unidades en el área metropolitana: «El esfuerzo lo están haciendo los chaqueños y a nosotros nos toca administrar, con lo que estamos subsidiando, más lo que se hizo oportunamente para que los colectivos en el área metropolitana sean unidades nuevas, es un esfuerzo muy grande de los chaqueños».
Y seguidamente instó: «También necesitamos el esfuerzo de los empresarios, la responsabilidad no solamente empresarial, sino también de los choferes porque siempre ponen de rehén a la gente.
Nosotros somos muy claros: lo que estamos invirtiendo en materia de subsidio al transporte es lo que podemos hacer desde el Chaco. Ya otras provincias argentinas se han expresado inclusive en menor cantidad lo que estamos haciendo nosotros y frente a esto no vamos a ceder a ningún tipo ni de extorsión, ni de situaciones que pongan nuevamente el riesgo a la gente».
El gobernador expresó su preocupación por la situación, insistiendo en que el gobierno provincial ha hecho todo lo posible para sostener el sistema de transporte y que ahora es el turno de los empresarios y choferes de asumir su responsabilidad. «Estamos pensando en otras situaciones para el Chaco también», comentó, sin ofrecer detalles, pero dejando abierta la posibilidad de medidas alternativas en caso de que el conflicto se agrave.
Por su parte, el ministro de Infraestructura, Hugo Domínguez, en contacto con Radio Libertad, fue claro al señalar que el gobierno provincial no está en condiciones de adelantar más fondos para atender el reclamo salarial de los choferes. «Hemos convocado a una audiencia pública para ajustar el costo del pasaje, es lo que podemos hacer», indicó Domínguez, señalando que la actualización tarifaria recién será posible en octubre, una vez finalizada la audiencia pública prevista para septiembre.
Además, resaltó que los empresarios no pueden depender del Estado y que el gobierno hace un aporte al sistema que es más que significativo que, según detalló, el mes pasado fue de más de $1.400 millones. «Tienen que ser rentables, no queda otra, ya no hay subsidios nacionales ni nada. Hemos convocado a una audiencia pública para ajustar el costo del pasaje, es lo que podemos hacer», dijo.
Asimismo resaltó: «Esto amerita el esfuerzo de todas las áreas. Hay que hacer que el sistema funcione con las leyes que tenemos. No se puede tener en vilo a la gente por si hay paro o no, deben ponerse de acuerdo y hacer funcionar el servicio».
Domínguez también hizo hincapié en que los empresarios no pueden depender exclusivamente del Estado para garantizar la rentabilidad del servicio. «Hay que poner el valor real del pasaje con un salario que se pueda pagar; si no, que digan que no es rentable, dejen el servicio y venga otro que lo pueda hacer», expresó el ministro, quien además afirmó que se entiende que las empresas deberían estar en condiciones de afrontar la diferencia salarial que exigen los gremios, al menos hasta que se concrete el aumento de la tarifa.
El Impacto
El paro de colectivos generó una situación de incertidumbre y preocupación entre los usuarios, especialmente aquellos que dependen del servicio público para desplazarse a sus lugares de trabajo, escuelas y hospitales.
Desde la perspectiva de las empresas de transporte, la situación es igualmente preocupante.
Facundo Sartore, titular de la empresa San Fernando Urbano, explicó que la propuesta de aumentar los salarios de manera escalonada, vinculada a un futuro incremento en la tarifa del boleto, no fue aceptada por la UTA. «La intención era subir el sueldo a lo que están reclamando, pero lo no remunerativo, hacerlo de forma escalonada, después del aumento de boletos», detalló.
Sin embargo, el rechazo del gremio deja a las empresas en una situación financiera complicada, dado que no cuentan con los recursos necesarios para atender la demanda salarial sin un ajuste en la tarifa.
Expectativas
El paro de colectivos en la provincia puso en evidencia las tensiones entre los distintos actores involucrados en el sistema de transporte. Mientras que la UTA reclama una equiparación salarial que considera justa, los empresarios argumentan que no pueden cumplir con esa demanda sin un incremento en los ingresos, ya sea a través de subsidios o de un aumento en la tarifa del pasaje.
Por su parte, el gobierno provincial, aunque consciente de la legitimidad del reclamo gremial, se ve limitado por las restricciones presupuestarias y la necesidad de mantener el equilibrio financiero del sistema.
La expectativa de que el servicio se reanude hoy, tras la asamblea convocada por la UTA, se mantiene en vilo.
Lo que parece claro es que, mientras no se alcance un acuerdo que satisfaga a todas las partes, la incertidumbre seguirá marcando el día a día de miles de chaqueños que dependen del transporte público para sus actividades cotidianas.
La próxima reunión prevista para septiembre podría ser clave para destrabar el conflicto, pero hasta entonces, la tensión continuará latente.