El vicepresidente del Movimiento Nacional Pyme, Maximiliano Pisetta, entrevistado por Radio Natagalá, alertó que, a pesar de los esfuerzos en la macroeconomía, la sociedad no está viendo mejoras tangibles en su bolsillo o en su realidad cotidiana.
Remarcó que la situación económica general no refleja un aumento en el bienestar de las pequeñas y medianas empresas, que siguen enfrentando serias dificultades.
Afirmó que en el Chaco la situación es alarmante. Subrayó que, a pesar de las medidas correctivas del gobierno, la economía sigue enfrentando dificultades y refutó la «teoría del derrame».
-Vicepresidente del Movimiento Nacional Pyme (Monapy). Las pymes, que son responsables del 90% del empleo en la República Argentina, claramente están atravesando un momento difícil. Se puede coincidir en que, aunque usted debe tener números más precisos, la situación de las pymes en la República Argentina y, en particular, en el Chaco, es preocupante.
-Sí, la verdad que… A ver, la realidad es la realidad que vive la sociedad.
Tengamos en cuenta que los números que vos mencionabas son más o menos la realidad de las pymes. Además, el 94%, casi el 95% de las pymes producen, comercian, compran y venden dentro del territorio de la Argentina. Solamente un 5% tiene capacidad exportable.
Por lo tanto, la dependencia del mercado interno de las pymes es casi del 100%. Tener un mercado interno que ha perdido capacidad de compra y ha visto su capacidad de adquirir bienes absolutamente destrozada hace que la realidad sea evidente y no requiera mucha más explicación.
Se cae el nivel de venta, se cae el nivel de producción, se cae el nivel de actividad. Esto se refleja en los números que ya están sobre la mesa: 178 mil puestos de empleo perdidos y casi 11 mil, 10.840 pymes que también se han caído en los últimos 8 meses.
Obviamente, no podemos cargarle toda la responsabilidad a este gobierno por esta realidad. Este gobierno ha venido a hacer correcciones, y lo ha hecho de manera intensa y dura.
Ese ordenamiento de la macroeconomía tiene un correlato que la microeconomía está padeciendo. Cuando digo microeconomía me refiero a nosotros, especialmente aquí en el Chaco.
«Las pymes necesitan una ley integral y profunda»
-Por otra parte, se eliminan 10 puntos del Impuesto al País. ¿Hay impacto en la pequeña y mediana empresa o esto no le genera nada?
-En el 5%, como te decía, tal vez en un porcentaje un poco más alto para aquellos que pueden comprar insumos del exterior, sin duda que será una gran ayuda. Todo esto será una gran ayuda en las condiciones de una economía casi de guerra.
Todas las regulaciones que está sacando Sturzenegger también ayudarán. Todo lo que sea eliminar trabas, candados, y desbloquear cuestiones será útil.
Ahora, si no logramos tener un financiamiento acorde, si no bajamos las cargas tributarias y laborales, si no terminamos con los bloqueos sindicales, con la ley de multas y con los juicios laborales, la Argentina difícilmente arranque. Esto es lo que le estamos diciendo.
Se está trabajando en el proyecto de ley del Monapi, que está sobre la mesa, para abordar estos puntos porque lo que Argentina necesita en cuanto a las pymes es una ley potente, integral y profunda. La ley de Monapy es la que tocará todas las estructuras centrales para generar empleo y empresas en la Argentina.
En los próximos cinco años, si la Argentina no genera 500 mil pymes más para trasladar a blanco esos 10 millones de empleos en negro, será difícil que la Argentina tenga salida.
-¿Cuáles son las áreas y rubros más afectados por esta situación? Sabemos que afecta a la mayoría, pero ¿cuáles son los más perjudicados?
-Mira, un sector muy castigado es el de la alimentación de productos de consumo masivo, que está absolutamente caído. Calculaba que los productos de consumo masivo iban a salvar la situación, pero ni siquiera eso.
Tal vez aquellos que comerciamos y vendemos productos y servicios en un sector de la sociedad por encima de la media, estamos un poco mejor. En mi caso, me dedico a eventos y catering, y el sector todavía camina. Creo que es un sector que, para algunos, está por encima de la media y puede mantenerse.
Sin embargo, aquellos con su mercado en la media baja y para abajo están, ya te digo, especialmente afectados por la caída del 75% al 80% en la obra pública suspendida. Esos números son devastadores y, aunque uno no les dé la trascendencia que tienen, cuando hablas con empresarios te cuentan la realidad.
La Argentina era un desorden generalizado y el ordenamiento actual va a golpear a varios sectores. Esperemos que, cuando termine el ajuste macroeconómico, no tengamos muchos empleos y empresas perdidos, y que podamos reconstruirlos y salir adelante.
Es importante que la sociedad sepa que estamos haciendo esfuerzos en conjunto para salir adelante, pero se necesita de la cooperación y de la acción de todos para superar este momento difícil.
«El nivel de producción ha disminuido a cifras gravísimas»
-Cuando el gobierno federal habla de algún repunte en la economía, ¿no lo perciben ustedes todavía? ¿No hay un derrame en la pequeña y mediana empresa?
-No, el derrame no existe, no existió y no va a existir nunca. Esa teoría es falsa, nunca existió y no está comprobada. La teoría de la «L» ya no se produce; estamos con una «L» y no sabemos dónde va a terminar. La parte de abajo de la «L» se está prolongando mucho y la gente lo está sintiendo.
Los jubilados ni hablar, todos los sectores o la gran mayoría de los sectores que generan riqueza lo están padeciendo. Yo, por ejemplo, creí que el sector de los expendedores de combustible estaba pasando por una etapa de bonanza.
Hablé con el presidente de los expendedores de combustible de la Argentina y no tenían rentabilidad en el gobierno anterior porque los precios del combustible estaban controlados y alejados de los precios internacionales. Hoy tienen precios por encima del precio internacional, pero no tienen ventas, entonces tampoco tienen rentabilidad.
Entonces ¿cuánto tiempo más puede aguantar la economía? Es lo que estamos diciendo al gobierno. Estamos en constante reunión con el Secretario de Trabajo de Nación, y con el secretario pyme de Nación. Les estamos diciendo que hay que poner en marcha un plan de compensación en la microeconomía para mitigar el impacto del ajuste macroeconómico.
Estamos en esa negociación, y no es más que darle condiciones a las pymes para que puedan producir a menor costo y así reducir los precios para que lleguen al consumidor más baratos. De lo contrario, la caída de ventas continuará, ya que el daño causado por la inflación ha reducido la capacidad de compra. Si no revertimos esta situación, el futuro de las pymes está complicado.
Esperamos que, más temprano que tarde, esta situación se resuelva y podamos empezar a avanzar. La caída de ventas y el nivel de producción han disminuido entre un 35% y un 40%, cifras gravísimas, casi propias de una economía de guerra.
«La situación lleva a la disminución de las expectativas y la esperanza»
-La Came destaca ese porcentaje de caída y también menciona que una de cada cinco empresas del sector ya tiene problemas para pagar los salarios.
-Si no bajamos los pisos, las cargas laborales y tributarias… Cuando se habla de cargas laborales no se refiere al salario del empleado, sino a todo lo que el Estado retiene en función de los empleados.
Para que la gente lo sepa, por cada dos empleados, el empresario paga tres sueldos y medio. Ese sueldo y medio adicional es el que les estamos señalando a los distintos gobiernos desde hace cinco años, que es insostenible para una pyme.
Por eso hay tanta cantidad de empleo en negro en la Argentina, ya que no se puede sostener. No podemos pagar las cargas, que son de las más altas del mundo.
Nadie está hablando de cómo solucionar esto. Esto lleva a la disminución de las expectativas y la esperanza, lo cual es lo peor que nos puede pasar.