La ocupación hotelera en la Argentina registró su peor caída desde la pandemia de 2021, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sobre la actividad turística del primer semestre del 2024.
La Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH) publicada por el organismo reveló que el turismo, especialmente en zonas como la Patagonia, Buenos Aires, sufrió una baja significativa debido a la recesión económica y otros factores que desalientan el turismo local.
En números, se registraron 1.666.327 viajeros hospedados en todo el país, lo que representó una caída del 11,7% respecto al mismo período de 2023.
Esta disminución fue aún más pronunciada en destinos turísticos costosos, como la Patagonia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), y también afectó duramente a la región Litoral, donde se encuentran provincias como Chaco y Misiones.
Según explicó a LA VOZ DEL CHACO, el presidente de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos del Chaco, Matías Rafart, la caída en la actividad turística se ve afectada por la falta de eventos masivos y deportivos que suelen generar una importante afluencia de visitantes.
«El turismo en el Chaco siempre ha dependido en gran medida de los eventos, como conferencias, reuniones religiosas y actividades deportivas, que fueron casi inexistentes durante la primera mitad del año. Solo la Bienal del Chaco ayudó a reactivar un poco el sector», comentó Rafart.
Además, señaló que las empresas privadas también recortaron sus gastos en viajes de negocios y congresos, lo que afectó directamente a los hoteles que dependen de este tipo de visitantes.
«En el Chaco, el impacto se siente mucho. Las empresas, debido a la recesión, han dejado de enviar empleados a la ciudad, y no hay congresos ni eventos programados. Al no haber actividad, nos afecta un 100%, ya que no somos una provincia con un turismo consolidado.
El turismo de naturaleza, sin embargo, gracias a un gran esfuerzo de la presidenta del Instituto de Turismo del Chaco, Verónica Mazzaroli y su esquipo se está intentando reflotar», explicó.
Caída en la ocupación
El informe indicó que, entre las principales regiones afectadas, la Patagonia y el Litoral vieron una reducción del turismo de residentes argentinos en un 17,8% y más del 20%, respectivamente.
El turismo de no residentes también sufrió una contracción en estas áreas, lo que afectó gravemente la economía local y el flujo de visitantes a atractivos turísticos como las Cataratas del Iguazú.
El aumento de costos
La crisis en el sector hotelero se vio agravada por el aumento de costos operativos. Los hoteles, que operan 24/7, enfrentan tarifas de servicios públicos que no se alinean con los ingresos obtenidos. Aunque no hubo una reducción significativa en el personal, muchos hoteles luchan por mantenerse a flote.
«Las reuniones con Secheep por el tema energético nos permitieron acordar un plan de pagos, fue un auxilio en medio de la asfixia financiera que se da por la falta de actividad», indicó Rafart.
«El problema de la recesión no es exclusivo de los hoteles, sino que afecta a todos los comercios de la provincia. Lo mismo ocurre en el ámbito gastronómico», dijo.
En cuanto a la gastronomía, Rafart señaló que el impacto fue similar: «El recambio es bajo, no hay suficiente afluencia de clientes. Si bien la situación comenzó a mejorar después de junio, la primera mitad del año fue extremadamente difícil».
Uno de los grandes desafíos que enfrenta el sector es la competencia desleal de los alquileres temporarios e informales, que no están sujetos a las mismas regulaciones que los hoteles. «Es una competencia totalmente desleal. Estos alojamientos no pagan impuestos ni tienen empleados en blanco. Esto está perjudicando gravemente a los hoteles formales, y temporarios ya que la falta de controles hace que peligre la seguridad de los viajantes», expresó Rafart.
El presidente de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos destacó la importancia de regular a este sector.
«No queremos que cierren, sabemos que llegaron para quedarse, pero necesitamos igualdad de condiciones. Estamos trabajando con las autoridades provinciales y municipales para que estas plataformas de alquileres temporarios operen de manera formal y paguen los mismos impuestos que los hoteles», concluyó.
Reactivar el sector
La reactivación del sector hotelero y gastronómico depende en gran medida de las políticas económicas y el apoyo gubernamental para fomentar el turismo. «El turismo en el Chaco necesita un mayor impulso, especialmente con eventos y actividades que atraigan a visitantes», afirmó.
«La Pesca del Dorado en la Isla del Cerrito fue un buen comienzo», comentó.
A nivel provincial y municipal, se han activado iniciativas para apoyar al sector, como créditos para el desarrollo turístico y la promoción de corredores gastronómicos que impulsen a los negocios locales.
«La Municipalidad ha estado trabajando en impulsar eventos culturales y artísticos, lo cual ayuda a llenar los bares y restaurantes», dijo Rafart.
Sin embargo, reconoció que «todavía hay mucho por hacer».
En cuanto a la situación a nivel nacional, consideró que «la recesión es un problema estructural que afecta a todo el país, y no solo al sector turístico. La recuperación no será rápida, pero tenemos esperanzas de que el segundo semestre sea mejor».
El segundo semestre
A pesar de las dificultades, Rafart expresó su optimismo en cuanto al futuro del sector. «No hemos registrado cierres significativos de hoteles, lo que demuestra que los empresarios del sector están poniendo el hombro a la situación», dijo.
«Sabíamos que el primer semestre sería complicado, pero esperamos que en la segunda mitad del año se active la economía y podamos recuperar algo de lo perdido», agregó.