En los barrios más vulnerables de Resistencia, un preocupante incremento de los conflictos interpersonales y multipersonales, muchos de los cuales derivan en hechos de violencia, ha comenzado a llamar la atención de organizaciones vecinales y sociales.
Según un reciente relevamiento del Foro por el Narcotráfico Chaco, mostró un aumento en el consumo de alcohol y drogas vinculadas a esta escalada de agresiones.
A través de una encuesta que abarcó desde villa Facundo hasta el barrio San Antonio, en el límite con Barranqueras, pequeños comercios, como almacenes y quioscos, coincidieron en señalar que han experimentado un notable incremento en la venta de bebidas alcohólicas.
«Hablamos con los dueños y lo que nos llamó la atención es que de los 76 comercios encuestados, 52 de ellos reconocieron que duplicaron, e incluso algunos cuadriplicaron, la venta de vino, el preparado de fernet con cola conocido como Fernandito, cervezas e incluso bebidas blancas», explicó Miguel Chamorro, referente del Foro, en declaraciones a LA VOZ DEL CHACO.
Más adelante, Chamorro aseguró: «Pudimos comprobar que en esa zona, donde aumentaron los conflictos, las peleas entre vecinos, entre grupos o patotas, el 100% de los hechos de sangre tienen que ver con el consumo de bebidas alcohólicas y de sustancias prohibidas, donde predominan cocaína, marihuana y algunas drogas legales pero de uso restringido como ser el clonazepam y diazepam».
«Esto se desprendió de los mismos testimonios de los vecinos y de los dueños de comercios pero se puede corroborar en las publicaciones de los distintos medios», sostuvo Chamorro.
Este estudio de campo, que se llevó adelante entre junio y agosto de 2024, busca proporcionar datos fehacientes sobre una problemática que ha venido escalando.
Asimismo, Chamorro advirtió que con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, es probable que esta situación se agrave, dado que el consumo de alcohol tiende a incrementarse durante esta época del año. «Con el calor, donde de por sí incrementa el consumo, esta situación podría desbordarse», señaló.
alcohol
y pobreza
Para Chamorro «debería llamar la atención que son lugares carenciados donde muchas veces no tienen para comer, para comprar un paquete de fideo, pero gastan $4.500 en una botella de gin», contrapuso.
Esta paradoja, según él, se explica por el fácil acceso y la paridad de costos entre los alimentos y las sustancias estimulantes, legales o no. «No solo quitan el hambre, sino que además hacen sentir bien por un rato, pero traen consecuencias devastadoras para la salud y la integridad de las personas», recordó.
Según el referente de este foro en estos barrios un gramo de cocaína, comúnmente conocida como «bochita», puede adquirirse por hasta $5 mil, mientras que un kilo de pan cuesta alrededor de $3 mil. Esta comparación ilustra cómo las drogas se han convertido en una alternativa de escape para las personas más afectadas por la crisis económica.
Violencia
en aumento
A medida que el consumo de alcohol y drogas aumenta, también lo hace la violencia. Según Chamorro, los enfrentamientos entre vecinos son cada vez más frecuentes y más violentos, con la proliferación de armas de fuego como un elemento adicional que agrava la situación. «Es todo un combo», aseguró.
Uno de los ejemplos más notorios fue el enfrentamiento entre las barras de Villa Alvear y Don Orione de Barranqueras, en el que se intercambiaron más de 40 disparos en pleno centro de la ciudad, a plena luz del día y con la presencia de efectivos de seguridad. «Había patrulleros y todo», recordó Chamorro, haciendo hincapié en la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades.
«La gente está peleándose entre sí bajo los efectos de sustancias complicadísimas y las autoridades bien gracias, siendo responsables de la salud y la seguridad pública», cuestionó.
El alcohol y la seguridad vial
Más adelante, recordó que «el alcohol, aunque legal, también es una droga, y su consumo ha aumentado tanto que es necesario que durante el día también se hagan los controles de alcoholemia en el tránsito, porque en los últimos accidentes del Gran Resistencia, incluso donde vehículos oficiales colisionaron, gran parte de los conductores se encontraban bajo los efectos de bebidas alcohólicas».
«Las autoridades deberían sincerarse, reunirse y reconocer que existe un problema, que el consumo del alcohol y drogas está aumentando que cualquiera puede ser víctima de este fenómeno», alertó el referente.
En este punto, señaló que «hay un solo centro que trabaja en la prevención y el cuidado de salud mental de los jóvenes, el Cepla que está ubicado en la intersección de ramón Tissera y Marcelo T. de Alvear, pero para solucionar en principio este grave problema el Gran Resistencia debería contar por lo menos con 30 centros similares al que se encuentra ubicado en el Gran Toba».
La falta de respuestas
Chamorro explicó que con este muestreo de campo se buscó tener una estadística cierta para aportar a las constantes notas y pedidos de intervención a las autoridadesentre para que se accione en este sentido, pero «no tienen respuestas, o se diluyen en reuniones».
Como es el caso del pedido de informe presentado en marzo pasado atento la cantidad de hechos que tomaron estado público de contrabando y comercialización de drogas que tenían como involucrados miembros de la fuerza pública de seguridad, para conocer si se realizó la investigación pertinente, que arroje la existencia o no de un cartel policial que se dedique al acopio, distribución y venta de sustancias prohibidas, y otras acciones preventivas, recordó .
Asimismo el Foro por el Narcotráfico solicitó a la legislatura en febrero de 2023 la elaboración de una ley que declare el estado de emergencia debido al enorme avance del narcotráfico para prevenir, controlar y erradicar todo tipo de adicción. Pedido que será renovado en los próximos días.
Esta demanda, a su vez, fue Impulsada por vecinos de diferentes barrios del gran Resistencia, que ante la falta de respuesta de las autoridades permitentes, recurrieron al Foro por el trabajo que realiza en la gestión de soluciones y visibilización de la problemática.
El pedido quedó asentado a través de notas firmadas vecinos de la Isla de Villa Rio Negro o del Barrio San Cayetano de Barranqueras en la que manifestaron «ser víctimas de robos y asaltos y arrebatos todos los días y a todas horas», lo que atribuyeron al consumo. «En nuestro querido barrio corre mucha droga faso, pastillas cocaína entre otras cosas. Nadie hace nada de nada, ni la comisaría, ni el 911, queremos que nos ayude a que alguien nos escuche para encontrar una solución urgente», reza textualmente una de las misivas.
«No se puede entender como sigue avanzando en las zonas más desprotegidas socialmente el consumo de determinadas sustancias y el consumo de alcohol sobre todo en los jóvenes. Desde el Foro contra el narcotráfico creemos que es un plan sistemático políticamente ejecutado para tener la población adormecida y estupidizada por medio del alcohol y sustancia», consideró Chamorro.
Los números oficiales
Por su parte, en agosto pasado, el Ejecutivo provincial realizó un balance de lo actuado en la materia en los primeros 9 meses de gestión en los que destacaron se logró el secuestro de más de 500 kilogramos de marihuana, casi 80 kilogramos de cocaína y se detuvo a 3.744 personas.
Según afirmaron, con estas cifras se duplicaron y hasta triplicaron las intervenciones, detenciones y secuestros respecto al mismo periodo de la gestión anterior.
El ministro de Seguridad, Hugo Matkovich, aseguró que siguiendo los lineamientos del gobernador Leandro Zdero, la Policía del Chaco multiplicó los operativos en contra del narcotráfico y el crimen organizado en distintos puntos del territorio provincial.
Al tiempo que dimensionó que en las últimas semanas, se lograron secuestros por más de $71 millones en distintas operaciones para desbaratar organizaciones de contrabando de estupefacientes, cigarrillos, medicamentos y otros ilícitos.
Actuaciones judiciales
Mientras que desde el ministerio público fiscal, informaron en enero pasado que las fiscalías Antidrogas 1, a cargo de Natalia Lovey Pesano; y 2, a cargo de María Eugenia Arechavala Viola, registraron un significativo aumento en la cantidad de procedimientos e investigaciones iniciadas. En igual período del año anterior hubo 92 causas, mientras que en 2024 se registraron 155 expedientes judiciales.
El número de denuncias recibidas se mantuvo constante. Esto evidencia la efectividad y confianza de la comunidad en la labor de la institución.
En tanto que lideraron operativos de gran envergadura que resultaron en la incautación de 2.888,53 gramos de cocaína (19.256 dosis valuadas en $192.560.000); 6.716,52 gramos de marihuana (20.148 dosis valuadas en $100.740.000) y 911 pastillas. Además quedaron detenidas 32 personas.