Si la situación económica ya era de por sí compleja para casi toda la población previo a la devaluación (54%) de fines de 2023, posteriormente se agravó todavía más. Hoy, el hecho de tener un empleo registrado, tampoco ayuda a que los trabajadores puedan satisfacer todas sus necesidades, ya que el 30% de los asalariados formales está bajo la línea de la pobreza. En este contexto, parte de la población modifica mes a mes sus hábitos de consumo para ajustarse y así intentar llegar a fin de mes.
Un estudio de la consultora privada Sentimientos Públicos indicó que la sociedad argentina «achica sus espacios de goce» y también de «sociabilidad» en medio de una época «incómoda, de deterioro». Tal es así que, unos siete de cada diez argentinos disminuyeron sus cenas afuera o celebraciones (-65%) en el primer semestre.
La encuesta realizada por la consultora que dirige Hernán Vanoli analizó 2.500 casos, donde el 60% de los consultados dijo que recortó sus consumos culturales, así como el 58% respondió que se ajustó en la compra de indumentaria y otro 57% en el turismo.
Además, unos tres de cada 10 argentinos suspendieron el uso de plataformas de streaming.
La ayuda económica a familiares o amigos se recortaron en un 29%, mientras que los gastos en medicamentos se redujeron un 21% y un 16%, directamente, optó por dejar los desayunos o las meriendas.
Según el reporte, el escenario negativo se incrementa aproximadamente en un 15% entre los mayores de 65 años. Sin embargo, quienes votaron a Javier Milei declararon que redujeron sus consumos un 50% menos que el resto de la población, salvo en la categoría de salud mental, donde la diferencia es de apenas un 20%.
EL ÁNIMO DE LOS ARGENTINOS
La encuesta de Sentimientos Públicos incluye preguntas sobre la vida anímica de las personas. De allí se desprendió que casi siete de cada diez argentinos perciben un marcado deterioro del bienestar emocional o la salud mental de quienes los rodean. Dentro del segmento de edad entre 35 y 55 este malestar aumenta y aún son ligeramente más altos en los niveles socioeconómicos medios.
Al consultar sobre la posibilidad de apostar para juntar ingresos extras o pagar deudas, el 67% de los jóvenes de 16 a 29 años respondió estar de desacuerdo, mientras que un 33% dijo estar de acuerdo. «Estos números se elevan a cuatro de cada 10, si filtramos el resultado por hombres y aumenta a medida que baja el nivel socioeconómico», resaltaron desde la consultora.
«El «no future» de fines de los noventas se convirtió en el «black present» de la actualidad. Un «no future» 2.0, donde la estabilidad emocional es un bien escaso», concluyeron desde Sentimientos