El diputado nacional por el Chaco de La Libertad Avanza, Carlos García, entrevistado por LA VOZ DEL CHACO, respaldó el veto a la Ley de Financiamiento Educativo.
Recordó que el Gobierno ofreció un aumento salarial del 6,8% para docentes y no docentes, que supera la inflación mensual, pero los gremios universitarios lo rechazaron.
Asimismo, afirmó que el conflicto refleja más intereses políticos que necesidades educativas reales y remarcó que las universidades aún deben rendir cuentas a la sociedad, dado que el financiamiento proviene de los contribuyentes.
Por lo que, reiteró que el veto a la Ley de Financiamiento Educativo tiene como objetivo mantener el equilibrio fiscal y la estabilidad económica, y criticó a los sectores políticos que utilizan las protestas estudiantiles y de trabajadores como herramientas de desestabilización.
Por otra parte, indicó que en el presupuesto 2025 será crucial priorizar los recursos de manera eficiente y evitar el financiamiento descontrolado e hizo un llamado a la oposición para que no obstaculice el trabajo del Gobierno utilizando causas nobles como pretexto.
Así se desarrolló parte de la conversación:
-¿Qué balance ha hecho La Libertad Avanza tras el respaldo que obtuvo del Congreso para blindar el veto a la Ley de Financiamiento Educativo?
-Sobre el balance de La Libertad Avanza y el veto a la Ley de Financiamiento Educativo, hay que decir que desde el Gobierno se ofreció un aumento salarial del 6,8% para docentes y no docentes, lo cual supera la inflación mensual, pero los gremios universitarios lo rechazaron.
Decidieron no proteger los intereses de los trabajadores, sino los de unos pocos. Optaron por una postura confrontativa en lugar de buscar soluciones.
-¿Es posible que las partes acerquen posiciones?
-Claramente, este conflicto responde más a intereses políticos que a necesidades educativas reales. El Gobierno, de hecho, incrementó los gastos de funcionamiento de las universidades en un 270% y destinó $49 mil millones adicionales a los hospitales universitarios.
Sin embargo, el uso de estos recursos debe ser auditado; las universidades tienen que rendir cuentas. No a nosotros, sino a todos, porque ese financiamiento sale del bolsillo de la gente. Muchos de los fondos no se rindieron adecuadamente.
De esta manera, no podemos saber a dónde va la plata que se les está dando. No queremos desfinanciar a la universidad pública, queremos protegerla de quienes la usan como caja política.
«Es fundamental que prioricemos los recursos de manera eficiente»
El diputado nacional consideró fundamental priorizar los recursos de manera eficiente en relación con el proyecto de presupuesto para 2025.
Sostiene que no es viable continuar financiando sectores sin control y sin una rendición de cuentas clara. Enfatizó en la necesidad de establecer un presupuesto que defina primero con qué recursos se cuenta, para luego determinar cuánto se puede gastar. Señaló que esto contrasta con la práctica de gobiernos anteriores que gastaban sin claridad y luego buscaban de dónde obtener los recursos.
Asimismo, García dijo que la condición principal para este presupuesto debe ser el blindaje del déficit cero y el equilibrio fiscal.
Por otra parte, remarcó que esto implica poner en orden las cuentas del país para poder comenzar a pensar en un desarrollo sólido y serio para la Argentina.
Asimismo, dijo que la idea es construir una base financiera estable que permita enfrentar los desafíos económicos y sociales que el país enfrenta.
«No podemos poner en
riesgo la estabilidad»
-Su voto al veto ha sido positivo. No obstante, ¿cuál es su posición respecto del análisis que hace el Presidente sobre este tema?
-El veto a la Ley de Financiamiento Educativo busca mantener el equilibrio fiscal. No podemos poner en riesgo la estabilidad económica.
Detrás de las marchas y los reclamos está el interés político de ciertos sectores, que utilizan a los estudiantes como rehenes de su agenda, priorizando la confrontación sobre la mejora de la educación.
Hoy, la política, con la intención de desestabilizar al Gobierno, utiliza estas causas nobles, pero en realidad no le interesan los estudiantes.
Si eso fuese así, ni Massa, ni Cristina ni Alberto le hubieran congelado los fondos para el funcionamiento durante 14 meses, con una inflación del 6% – 7% mensual.
En definitiva, todo proyecto que no venga de la mano con cómo se va a financiar, atentando contra el plan de gobierno de déficit cero y equilibrio fiscal, esconde otro propósito y representa un retroceso en el rumbo que el Gobierno se planteó.