A un año y cuatro meses de su detención, la dirigente social Marcela Acuña, acusada de estar involucrada en el femicidio de Cecilia Strzyzowski, presentó un habeas corpus dirigido al Juzgado Federal, solicitando poder vincularse con su hijo César Sena, principal sospechoso del caso.
Mientras Gloria Romero, madre de Cecilia, compartía su dolor por enfrentar otro Día de la Madre sin su hija, Acuña, que mantiene contacto telefónico con su hijo, cuestionó a la justicia chaqueña por «imposibilitar restaurar la relación madre e hijo».
Sobre César Sena, quien aún no ha declarado ante la Justicia ni ha colaborado con la investigación, Acuña manifestó: «Lo extraño y sufro por él, y al menos su voz me da indicios de cómo está».
En este nuevo escrito, la dirigente también acusó a los medios de comunicación de contribuir a su «condena social», argumentando que la exposición pública «ha generado escenas dantescas con el único fin de estigmatizarnos».
CRISIS EN LA DEFENSA
El pedido de habeas corpus llega en un momento crítico para la familia Sena, ya que en los últimos días sus abogados renunciaron, argumentando «diferencias en la estrategia» y «problemas económicos».
El exabogado Ricardo Osuna indicó que la falta de reconocimiento del tiempo invertido fue un factor clave para su renuncia, aunque dejó abierta la posibilidad de retomar la defensa si se aceptan sus condiciones. Mientras tanto, la familia Sena se enfrenta al juicio sin representación legal y con el riesgo de que sus bienes sean embargados en la causa por lavado de activos.