Hoy, el país será escenario de una huelga nacional de transporte que promete detener gran parte de los servicios públicos y privados, en rechazo «al ajuste del Gobierno», según manifestaron los gremios organizadores.
La paralización afectará servicios de trenes, aviones, barcos, subtes y taxis, no obstante el impacto en el transporte público de pasajeros será más moderado.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA), sindicato que representa a los conductores de colectivos, ha anunciado que no se sumará a la huelga, lo que significa que los colectivos urbanos e interurbanos continuarán su actividad en gran parte del país, incluyendo el Chaco.
«Hasta ahora no nos adherimos. La UTA ha confirmado una medida para el jueves 31 únicamente en el área de Amba, no en el interior del país», afirmó Raúl Abraham, secretario general de UTA Chaco.
Esta decisión permitirá que el servicio de colectivos urbanos e interurbanos en la provincia continúe con normalidad, y si bien se e prevé que el paro cause importantes afectaciones en el Amba, el acatamiento en el Chaco será parcial, atento a que no afectará a los servicios urbanos e interurbanos de pasajeros en Resistencia y otras localidades chaqueñas.
Paro Nacional con Diferencias Regionales
La protesta fue acordada el pasado 22 en una reunión en la sede del Sindicato de Camioneros, donde participaron gremios influyentes como la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), Dragado y Balizamiento, La Fraternidad (representante de los trabajadores ferroviarios), y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Encabezada por Hugo y Pablo Moyano, la Mesa Nacional de Transporte busca «defender la soberanía nacional en rutas, trenes, mares, ríos y cielos» en rechazo a lo que consideran una serie de «políticas de ajuste» por parte del Gobierno, tales como la reducción de subsidios al transporte, el aumento de tarifas, y la posible privatización de Aerolíneas Argentinas.
En un comunicado emitido tras la reunión, se expresó preocupación por «el aumento de la pobreza y el deterioro del poder adquisitivo de los salarios».
Desde el inicio de la convocatoria, el gremio de Camioneros sostuvo una postura firme en su demanda de un ajuste en los salarios y en la estructura de costos de la industria del transporte. «No es momento de dialogar con el Gobierno. Hay que confrontar porque no escuchan los reclamos», declaró Pablo Moyano, cotitular de la Confederación General del Trabajo (CGT).
El paro de hoy, en particular, apunta a paralizar servicios clave en el Amba y busca visibilizar el descontento sindical ante las políticas económicas actuales.
Sin embargo, el impacto en las provincias será desigual, ya que varias de ellas, como el Chaco, no adherirán sectores de transporte de pasajeros debido a la decisión de la UTA de no sumarse en esos lugares.
Una Tensión Creciente
La situación de tensión en el sector del transporte público en la Argentina no es nueva, y se ha agravado durante el año debido a las dificultades económicas y a las complejidades en las negociaciones salariales.
En agosto, el Gobierno destinó un subsidio extraordinario de $17.800 millones al sector, pero desde entonces las discusiones entre las cámaras empresarias y los sindicatos no han logrado avances significativos.
La UTA, encabezada por Roberto Fernández a nivel nacional, se encuentra en medio de una negociación paritaria que no ha logrado cerrar debido a la falta de consenso sobre un aumento de salario que reconozca el impacto de la inflación sobre los trabajadores.
«Este gremio ha sido paciente y ha tolerado las negociaciones dispuestas obligatoriamente por el Estado, pero solo ha servido para postergar las medidas de fuerza que ya habíamos anunciado», indicaron desde la UTA nacional, en referencia a la decisión de mantenerse al margen del paro general de hoy.
El gremio ha establecido una agenda propia de protesta para mañana, aunque limitada al Amba, en un esfuerzo por diferenciar su posición y evitar la afectación de los pasajeros en el resto del país.
La situación que enfrenta el sector del transporte, particularmente el de pasajeros, está marcada por un modelo de financiamiento inestable, que combina ingresos provenientes de subsidios estatales con tarifas que muchas veces no alcanzan para cubrir los costos operativos.
En el interior del país, donde los subsidios nacionales se encuentran en un porcentaje menor comparado con el Amba, los servicios de transporte público enfrentan mayores desafíos y han tenido que implementar aumentos en el costo del boleto para sostener su funcionamiento, en algunos casos superando los $1.000.
UTA y su Estrategia en el Chaco
La UTA, que representa a los conductores de colectivos en el país, ha decidido no adherir al paro general de hoy, debido a su actual participación en una conciliación obligatoria que, según el gremio, finalizó sin un acuerdo satisfactorio en la última reunión.
No obstante, el sindicato ha anunciado su propio paro para mañana, el cual será implementado únicamente en el Amba. «Existen desacuerdos económicos entre las cámaras empresarias y el Estado. El salario debe ser recompuesto como corresponde», sostuvo Fernández, en un intento por marcar distancia con la Mesa Nacional del Transporte y el sector de Camioneros, que lidera la medida de este miércoles.
En el Chaco, las autoridades locales de la Unión Tranviarios Automotor se alinean con esta estrategia y han confirmado que el servicio de transporte público operará con normalidad, tanto el miércoles como el jueves. «Hasta ahora está previsto que trabajen con normalidad.
No tenemos comunicación directa con la UTA central, pero por los medios se informa que no habrá adhesión al paro en el interior», aclaró Abraham, secretario general de la UTA en la provincia.
Esta situación de continuidad del servicio es relevante para los usuarios del transporte público, quienes no se verán afectados por el paro en el corto plazo.
Paro en Otros Sectores
Mientras que en el Chaco el transporte de pasajeros mantendrá su actividad, otros sectores sí se verán afectados por la medida de fuerza a nivel nacional. El servicio ferroviario de pasajeros y de carga será paralizado, así como el transporte de cargas en camiones, puertos, y la mayor parte de las aerolíneas comerciales.
El impacto será particularmente notable en el Amba y en las principales ciudades donde estos servicios juegan un rol central para la movilidad y la economía.
El aeropuerto de Resistencia se mantendrá operativo durante el paro de hoy, aunque se espera que los vuelos comerciales que parten de Buenos Aires sufran interrupciones debido a las medidas que se implementarán en el Aeroparque Jorge Newbery.
Asimismo, la adhesión del sindicato de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) y otros trabajadores aeronáuticos, encabezada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), afectará la regularidad de los vuelos en varias zonas.
En Resistencia, los servicios de taxis y remises tendrán un nivel de acatamiento parcial, con un 70% de choferes previsto para unirse a la huelga, según confirmó Pedro Amarilla, titular de la Unión de Trabajadores Remiseros del Chaco.
«Como organización sindical adherimos al paro porque pertenecemos a la Cámara Argentina de Transporte de Pasajeros y hacemos hincapié en la crisis que estamos padeciendo, el quiebre de las agencias de remises y la dificultad de sostener el trabajo en las condiciones actuales», señaló Amarilla.
Perspectivas
para el Sector
El paro nacional de transporte de hoy refleja una situación de creciente tensión en el sector y una fractura en las posiciones gremiales. Mientras que la UTA intenta manejar sus propias negociaciones salariales y establecer una medida de fuerza en sus propios términos, los sectores de transporte de carga y pasajeros están tomando un camino de confrontación más directa con el Gobierno.
Este escenario de conflicto sindical en el ámbito del transporte se da en un contexto de recesión económica y pérdida de poder adquisitivo, lo que ha llevado a los gremios a endurecer su postura.
La decisión de la UTA de no sumarse a la huelga nacional del miércoles en el interior del país, incluyendo al Chaco, implica que, al menos por ahora, los usuarios de transporte público en muchas provincias no enfrentarán interrupciones inmediatas en los servicios de colectivos urbanos e interurbanos.
Sin embargo, la posibilidad de futuras medidas de fuerza sigue latente, especialmente si el gremio no alcanza un acuerdo satisfactorio en su negociación paritaria.