Un estudio publicado por EUDENE analiza la distribución de 343 establecimientos educativos en el área metropolitana. La doctora Liliana Ramírez, investigadora del Instituto de Geografía de la UNNE y del Instituto de Investigación para el Desarrollo Territorial y del Hábitat Humano del CONICET-UNNE, utilizó Sistemas de Información Geográfica para analizar cómo la distribución de las escuelas impacta en el acceso a la educación.
Una investigación publicada recientemente en el libro digital editado por EUDENE «Territorios, configuraciones y problemáticas del Nordeste Argentino», revela que en el Área Metropolitana del Gran Resistencia (AMGR): apenas la mitad de los niños que comienzan la escuela primaria logran completar sus estudios secundarios. Si bien este problema no se debe únicamente a la distancia entre los hogares y las escuelas, la investigación destaca que la ubicación de los establecimientos educativos juega un papel fundamental en el acceso a la educación.
La investigación integra el capítulo 9 de la publicación y se titula “Desigualdad en el acceso a los establecimientos educativos de nivel inicial, primario y medio en el Área Metropolitana del Gran Resistencia (AMGR). Aportes para la gestión pública territorial”.
Su autora es la doctora Liliana Ramírez, docente-investigadora de la UNNE y del CONICET, especialista en el manejo de los Sistemas de Información Geográfica aplicados al Ordenamiento Territorial, además integra el cuerpo de investigadores del Instituto de Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE y del Instituto de Investigación para el Desarrollo Territorial y del Hábitat Humano del CONICET-UNNE.
La doctora Liliana Ramírez, docente-investigadora de la UNNE y del CONICET, especialista en el manejo de los Sistemas de Información Geográfica aplicados al Ordenamiento Territorial.
El AMGR, como toda zona urbana en crecimiento, presenta dos caras muy diferentes: mientras que algunas áreas centrales de la ciudad ofrecen ciertos beneficios de accesibilidad, otras zonas, especialmente en la periferia, muestran claras desventajas. El aumento de la población y la expansión de la ciudad han generado problemas en el acceso a los establecimientos educativos, lo que afecta principalmente a las familias que viven en las áreas de bordes de la ciudad.
Distancia a los establecimientos educativos
La investigación analizó la distribución de 144 jardines de infantes, 116 escuelas primarias y 83 escuelas secundarias en toda el área metropolitana. Los resultados muestran una clara concentración de establecimientos en el centro de la ciudad, mientras que en las zonas alejadas la presencia de equipamientos escolares es mucho menor.
El relevamiento señala que más allá de los 2 kilómetros de distancia de cualquier escuela vive el 5,5% de los niños de 4 y 5 años, el 5,8% de los niños de 6 a 12 años, y el 8,7% de los adolescentes de 13 a 18 años. Si bien es cierto que más del 80% de los estudiantes vive a menos de 2 kilómetros de una escuela, no se puede ignorar la situación desfavorable de quienes viven más lejos.
El tiempo: otro obstáculo para la asistencia a los equipamientos
La accesibilidad temporal se corresponde con el tiempo que se emplea para recorrer un determinado trayecto que separa a la población de los equipamientos, en este caso, educativos.
Este tipo de medida es más compleja, ya que el tiempo depende de la movilidad y los grupos pueden movilizarse de diversas maneras: a pie, en bicicleta, en motocicleta, en automóvil, en transporte público y, por otro lado, también influye el tipo de red vial: asfalto, tierra, ripio.
Sería necesario establecer ciertas estrategias que garanticen el acceso a los grupos poblacionales que residen más allá de los 3.000 metros.
El estudio se realizó considerando cuánto tiempo tardan los estudiantes en llegar a la escuela caminando. Tomando como referencia que una persona tarda aproximadamente un minuto y medio en caminar 100 metros, los resultados muestran nuevamente que los habitantes del centro están en mejor situación que los de la periferia.
Las cifras indican que más de 40 minutos de caminata deben invertir el 3,3% de los niños de 4 y 5 años, el 3% de los niños de 6 a 12 años, y el 4,1% de los adolescentes de 13 a 18 años para llegar a sus escuelas. La situación se agrava considerando que en las zonas periféricas la mayoría de las calles son de tierra o ripio, lo que hace aún más difícil el acceso.
Normas sobre la ubicación de las escuelas
Desde 2016, el gobierno nacional estableció reglas para la construcción de nuevos barrios, incluyendo pautas sobre la distancia máxima que debería existir entre las viviendas y las escuelas. Según estas normas, la distancia ideal no debería superar las 10 cuadras, mientras que una distancia mayor a 30 cuadras se considera inaceptable.
Sin embargo, el estudio encontró que el 3,1% de los niños en edad de jardín de infantes, el 2,6% de los niños en edad de escuela primaria y el 2,5% de los adolescentes en edad de escuela secundaria viven más allá de los 3.000 metros (equivalente a 30 cuadras) de cualquier establecimiento educativo.
La investigadora utilizó Sistemas de Información Geográfica y datos del Censo Nacional 2010 para analizar la situación en detalle. El trabajo incluyó el estudio de la red de calles proporcionada por los cuatro municipios que componen el AMGR (Resistencia, Puerto Barranqueras, Fontana y Puerto Vilelas), con información actualizada hasta 2016.
Si bien existen otros factores que dificultan el acceso a la educación, como los económicos, culturales y sociales, este estudio demuestra que la ubicación de las escuelas sigue siendo un tema determinante que requiere atención por parte de las autoridades.
La investigadora señala en sus consideraciones finales “….es por esta razón (los obstáculos que dificultan el acceso a los establecimientos educativos) que este tipo de estudios no pierden vigencia y continúan siendo relevantes para apoyar las políticas de gestión e intervención territorial”.
El libro «Territorios, configuraciones y problemáticas del Nordeste Argentino» reúne en 16 capítulos, el análisis de diversos temas críticos de la región: como la vulnerabilidad social, los riesgos ambientales y las asimetrías urbanas.
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