Desde el 1 de enero al 30 de octubre pasado, se han registrado 207 femicidios en el país, lo que implica un asesinato de mujeres o personas de género disidente cada 35 horas. En el décimo mes del año 14 mujeres fueron asesinadas. En este contexto, el Chaco encabeza la trágica lista, con una tasa de 2,21 femicidios por cada 100 mil mujeres.
Así lo señalan los observatorios Ahora Que Sí Nos Ven y Mujeres, Disidencias, Derechos de Mumala, que coinciden en advertir sobre la escalada de femicidios en un contexto de políticas públicas debilitadas y reducción de presupuestos, recortes a las políticas de género y desmantelamiento de instituciones estatales de protección.
A medida que avanzan los ajustes implementados por el gobierno de Javier Milei, informes de los observatorios de violencia de género alertan sobre los efectos devastadores que esta situación está teniendo sobre mujeres y disidencias en todo el país.
Políticas
de Género
Los recortes impulsados por la administración de Javier Milei han afectado múltiples programas dedicados a la prevención y contención de la violencia de género.
En particular, se ha visto afectada la línea 144, un recurso clave de apoyo y asesoramiento para víctimas, donde han tenido lugar despidos y reducción de personal. También se desmantelaron organismos dedicados a implementar la Ley 26.485 de abordaje integral contra la violencia de género, una ley fundamental que hasta este año velaba por la asistencia, prevención y protección de las víctimas en todo el país.
«Los recortes no solo impactan en la disponibilidad de recursos, sino que envían un mensaje peligroso: el de minimizar la problemática de la violencia machista», afirmó Victoria Aguirre, vocera de Mumala.
En este contexto, los observatorios remarcan que las políticas de ajuste profundizan la vulnerabilidad de mujeres y disidencias, que enfrentan ahora una mayor desprotección estatal.
Violencia
en el Hogar
Tanto Ahora Que Sí Nos Ven como Mujeres, Disidencias, Derechos destacan que el 36% de los femicidios ocurren en la vivienda de la víctima, mientras que el 62% de los agresores son parejas o exparejas de las víctimas. A la vez, solo el 13% de las víctimas habían denunciado previamente a sus agresores, lo cual refleja una realidad preocupante: la falta de confianza en el sistema de justicia y la carencia de alternativas de seguridad.
«Sabemos que muchas víctimas no confían en el Estado para denunciar a sus agresores, lo cual es lógico considerando la falta de respuesta efectiva ante las denuncias previas», subraya Aguirre.
A esto se suman los altos índices de violencia perpetrada por miembros de fuerzas de seguridad, lo que cuestiona la capacidad de protección que el Estado debería ofrecer a las víctimas de violencia de género.
En 2024, al menos 10 femicidas eran parte de las fuerzas de seguridad.
La Alarma
El Chaco presenta el índice más alto del país, con 2,21 femicidios por cada 100 mil mujeres, lo que marca un escenario crítico para la región.
Los expertos advierten que la falta de recursos e infraestructura para la prevención y contención de la violencia agrava este panorama, afectando directamente a las mujeres y disidencias. «El Chaco es un caso especialmente alarmante; allí las víctimas no tienen el apoyo necesario ni de la justicia ni de la protección social, lo que permite que la violencia crezca sin control», analiza Morales.
Una Nueva Modalidad
En el contexto de ajuste y feminización de la pobreza, el informe de «Mujeres, Disidencias, Derechos» advierte sobre una modalidad emergente de violencia: los «feminicidios vinculados al narco».
En lo que va del año, el 9% de los asesinatos de mujeres estuvieron relacionados con el crimen organizado, un fenómeno en aumento en la Argentina, que afecta a mujeres jóvenes y expuestas a contextos de pobreza. La reducción de políticas de género, sumada a los recortes de seguridad, ha dejado a muchas de estas mujeres en una situación de vulnerabilidad.
Víctimas Colaterales
La violencia de género ha dejado a 215 niños, niñas y adolescentes huérfanos en la Argentina en lo que va del 2024. Sin políticas estatales de apoyo para estas familias, la situación empeora, ya que los niños y niñas quedan desprotegidos y sin un sistema de contención adecuado.
Un Alarma que no se Escucha
Los intentos de femicidio también están en aumento. En 2024, Ahora Que Sí Nos Ven reportó 265 intentos de femicidio, mientras que Mujeres, Disidencias, Derechos registró un total de 497 casos.
Ambos informes destacan que esta cifra en ascenso es un reflejo de la inacción y falta de contención para las mujeres y disidencias que intentan escapar de relaciones violentas.
«La violencia de género sigue escalando, y mientras el gobierno reduce políticas y recorta programas de asistencia, muchas de las víctimas sienten que no hay salida. En este contexto, las instituciones deberían ser un refugio y una alternativa segura, no un espacio vacío», concluye Morales.
Un Llamado Urgente
Ante esta situación, los organismos de derechos humanos y activistas exigen al gobierno de Javier Milei que restablezca las políticas públicas de protección para frenar el avance de la violencia de género. Ambos informes sostienen que, sin el cumplimiento de las leyes vigentes y sin un Estado presente, la violencia machista continuará afectando a mujeres y disidencias en la Argentina.
El escenario actual es alarmante y demuestra que el desmantelamiento de políticas de género y el ajuste en programas de apoyo tienen consecuencias fatales en la vida de las mujeres.
La ausencia de programas de contención y la inacción de las fuerzas de seguridad ante el crecimiento de la violencia machista están empujando a la Argentina a una crisis de derechos humanos, en la que las vidas de mujeres y personas de género disidente están cada vez más desprotegidas y expuestas a la violencia.