El exdiputado se refirió a la interna nacional. Recordó que siempre había dicho que el próximo 17 no iban a haber elecciones partidarias nacionales ni en Buenos Aires, ni en Corrientes. «El solo ver los cronogramas que se hicieron permitía suponer que se trataba de una formalidad para consagrar una lista única que al final no se dio», puntualizó. Descartó que Cristina vaya a tener «un perfil alto» en territorio correntino. «Preferimos entendernos», remarcó el ex compañero de banca, aunque no dudó en recordar las veces que se toparon de frente con Carlos Menem que, con todo el poder de ser el presidente del partido, y de la Nación, debió «arrollar varias veces el lazo», algo que no le pasó en otras provincias. 2025 no es un turno electoral más. La elección de gobernador le da una importancia que excede al marco provincial.
-¿La imaginaba Cristina Fernández de Kirchner conducir el Partido Justicialista a esta altura?
-Cuando salió esto, le expresé que no me parecía una decisión acertada. Adelanté que no iba a apoyar a uno ni a otro, pero me parece que no era conveniente. Pero evidentemente ella ya tenía una decisión de tratar de pelear por la presidencia del partido.
Lamentablemente las cosas no salieron prolijas. No podía ser de otra manera. Les dije en su momento, que el 17 de noviembre no iban a haber ni elecciones nacionales, ni en Corrientes, ni en Buenos Aires. Y esto es muy fácil de entender. Con solo ver el cronograma electoral estaba claro que fue hecho para cumplir una formalidad y, como para que de ello surja una vista de unidad.
Para hacer una elección interna, las cosas se organizan de otra manera, de otra forma. Yo participé en su momento como apoderado nacional en esas largas discusiones que nunca llegaron a los estrados tribunalicios, con César Arias y Carlos Corach. Fue una tarea titánica, de muy buena fe y voluntad acordar esa interna de 1988. Las reglas de juego son un todo, en el que no queda nada librado al azar o a la interpretación.
La integración de la Junta Electoral fue equilibrada, con personas de prestigio. Evidentemente lo que se hizo ahora no era para ir a una interna. Cuando Cristina sale, habiendo otro candidato en carrera, plantea la interna. No logra el consenso político dentro del partido para ser candidata única. Estaba claro que eso tenía que colapsar de alguna forma.
Para que se entienda, por ejemplo, dentro del cronograma electoral hay un punto que es fundamental: son los lugares de votación. Ello supone que en todos los pueblos se pueda votar. Para eso hacía falta una cantidad de urnas suficiente, que no había. La determinación debe hacerse con tiempo, porque conforme a esa elección de los lugares de votación se pasa al Correo para hacer el presupuesto del costo.
El Correo es el que hace la distribución y recolección de urnas, envía los resultados provisorios y después participa del escrutinio definitivo. El Correo pide que se le mande con 10 días de anticipación para que puedan hacer una valoración del costo. Aceptado éste hay que pagar el 50 por ciento. Después se toman otros 10 o 15 días para organizar la logística. Estaba claro entonces que la interna no se podía hacer. No debe pues extrañar que caiga la elección.
Además, dentro de lo que son las garantías del proceso electoral hay que tener mucho cuidado. El lugar de funcionamiento de la junta electoral tiene que ser un lugar con todas las garantías del caso. En su momento en Corrientes lo hicimos con el control de Gendarmería. Un control muy estricto para evitar que se salga a decir que se robó documentación. Todas estas cuestiones fueron bastante desprolijas, lamentables, pero mostraron la falta de experiencia de los apoderados que no tomaron las precauciones.
-¿Cree que va a ser o es la persona indicada para reconstruir el partido como dice la mayoría de los dirigentes?
-Los justicialistas tenemos la obligación de tratar de poner el hombro, de acompañar, de ver la manera que se pueda trabajar en sintonía. Y a Cristina tiene que caerle la ficha en el sentido de que hay que cambiar un poco los métodos que se han venido dando.
No hay espacio para la sectorización, el dedo o el capricho. Confío en que va a entender que el margen acá es exiguo, en una Provincia en la que ni Menem pudo hacer lo que quiso. En la medida que haya un marco de diálogo entiendo que se podrá avanzar. Tiene que quitarse de la cabeza que va a poder hacer lo que ella crea sin un marco de acuerdo.
Va a tener por delante una prueba muy importante que es la elección de Corrientes, que va a ser determinante en el mapa nacional, porque es una que viene un mes después de las Primarias y un mes antes de las nacionales. Tenemos que ser muy claros en el sentido de marcar territorio.
Vamos a tratar de consensuar con ella, tratar de que ayude, pero la política en Corrientes, así como pasó en su momento con Menem, se va decidir en Corrientes. Menem nos quiso imponer una alianza con Tato en 2001. Muchos creían que la alianza tato-menemista era invencible y la realidad mostró otra cosa.
Los peronistas correntinos tenemos una mala experiencia de los gobiernos nacionales, por eso soy optimista de este escenario actual. Para el peronismo de Corrientes es un muy buen escenario y nos va a dar una competitividad el hecho de que se ha introducido, con fuerza un actor nuevo como es la Libertad Avanza. Eso va a ayudar a que la distribución de los votos asegure que la elección se va a definir en dos tiempos.
Vamos a tener dos elecciones. Una para clasificar a los dos finalistas y la otra para elegir el gobernador. Y el justicialismo, con su base electoral, con un mínimo de organización, con un mínimo de conducción, más allá de la actitud de algunos dirigentes, la unidad está en la base peronista en tanto las diferencias no perjudiquen la participación de la lista dos en los comicios.
Las cosas están dadas como para estar en la segunda vuelta y poder capitalizar el voto contra el que salga primero en la elección. Se supone que, aunque va a estar lejos de coronar en primera vuelta, el Gobierno puede salir uno o dos puntos arriba del que le siga.
-¿Cuál es el primer desafío que va a tener Cristina Kirchner en calidad de conductora del PJ Nacional? ¿Es la elección de Corrientes? Cristina nunca ha demostrado tener mucho interés en Corrientes, más bien parece que ni siquiera tiene mucha simpatía por la provincia. Además, Corrientes tiene al justicialismo con fecha de elecciones para marzo próximo.
-Te introduje ese tema que vos estás ahora desarrollando. Me refería a la elección general. Al desafío que supone una elección que particularmente para Milei es extremadamente importante. El exgobernador Colombi dio el puntapié inicial anotándose en la carrera, mostrando el espacio, su aspiración a ser candidato.
También no van a pasar muchos días, quizás muy pocos, para que también se vea una señal muy fuerte, y algo más que una señal, de parte del presidente Milei en cuanto a que va a pelear Corrientes (esta nota se hizo días atrás, y esa señal llegó ayer con el desembarco de Karina y Martín Menem).
Muchos hablaron en los últimos tiempos, pero esto va a ser una realidad que se va a confirmar en pocos días, de manera que vamos a tener ya dos frentes, el libertario y el de Colombi, que irá con el partido adentro o con el partido afuera. Él dijo ya que, por dentro o por fuera, va «a dar batalla», de manera que, partiendo de esa base, queda el otro frente del Gobierno y el del PJ. Y ahí es donde digo que lo de Cristina es importante, porque el primer desafío que va a tener es en relación a la situación de la elección interna que nos debemos en el peronismo.
Se está urgiendo el recambio de los interventores, lo cual no puede demorar y, a partir de ahí, se va a ver si hay entendimiento o no hay entendimiento con Cristina. La conozco desde hace más de 30 años. Siempre me llevé muy bien, compartimos los bloques de Diputados como en la Convención, siempre con mucho respeto, es decir, como lo tuvimos con Menem, también con ella.
-Usted está sugiriendo que hay que reemplazar a los dos interventores que hicieron este llamado para marzo de nuevo ¿Hay que sacarlos de la cancha?
-Sin duda. Si queremos ir a una elección prolija, ellos han demostrado que no han sido capaces, ni siquiera, de acordar las reglas de juego. O sea que la continuidad de ellos, su suerte está echada. Además, han mostrado parcialidad. Yo mismo le llamé la atención a la senadora García, que era una desprolijidad que siendo Interventora a la vez sea apoderada de una de las líneas que iba a competir. Y más grave aún, que haya fijado posición del nombre del distrito en favor de uno de los candidatos.
También era desprolijo que saliera a recorrer la provincia con uno de los aspirantes. Respecto lo de los interventores hay que dar vuelta a la página. No van a pasar muchos días para que venga un nuevo interventor. No sé si va a ser un interventor político o de otra naturaleza. Evidentemente, los interventores políticos terminan jugando partidos propios, de sectores conspirando contra la unificación del PJ.
-Ese interventor lo va a poner Cristina Kirchner en calidad de nueva presidenta del partido. Va a ser alguien que diga a Cristina.
-Te diría que no tiene margen Cristina -en este momento- como para tomar decisiones unilaterales. Vamos a acompañar, a ayudar, a tratar de que se tomen las mejores decisiones. Pero Corrientes es Corrientes. O sea que, la compañera Cristina va a tener que mirar muy bien.
Entiendo que tampoco le conviene un desgaste a poco de asumir con una situación de conflicto en Corrientes. Obviamente preferimos no confrontar, pero sí ser firmes en sostener las decisiones que aseguren la mejor elección posible. Conversando la gente se entiende. Pero, si no se entiende, se va a chocar con el horcón del medio. Se va a venir a pelar la frente en Corrientes y creo que no es lo que le conviene a ella ni al peronismo.
-Casi nunca le interesó Corrientes a Cristina. Esta vez le tendrá que interesar.
-Cristina está mucho más débil hoy que lo que estuvo Menem. Imagínate que en ese momento tenía todo el poder. Recuerdo incluso que, en el marco de la Convención Nacional Constituyente, cuando me paro frente a los dos bloques y digo: «Esto de la Corte no va, no puede ser que estemos votando, poniendo a la Corte como moneda de cambio, fijándole el tope de la edad de los jueces». Menem me llamaba insistentemente al celular.
Tenía la posición de defender la institucionalidad de la Corte, no me moví de ella hasta que luego de un cuarto intermedio Alfonsín y Corach, presidentes de las bancadas mayoritarias, anunciaron que retiraban ese artículo tal cual estaba redactado.
-Entonces el comportamiento de Cristina va a ser también determinante para la suerte del peronismo correntino, porque, así como lo describe, va a haber cuatro frentes el próximo año en la carrera principal, que es la de gobernadores. Y ahí el PJ tiene que armar primero a la interna, tiene que conseguirlos a la alianza, y en todo eso va a estar Cristina.
-Debería estar ayudando. Lo que te quiero decir es que no se van a armar las cosas desde Buenos Aires ni van a haber caprichos de por medio.
Acá vamos a tratar de hacer lo que sea mejor para ganar el Gobierno. Y lo que sea mejor tiene que tener la mirada provincial, porque en definitiva las elecciones se ganan o se pierden en Corrientes, incluso con el discurso, nuestro discurso evidentemente tiene que ser dirigido a los correntinos, porque muchas veces hubo dirigentes de nuestro partido que fueron autómatas, o sea, levanta manos en el Congreso de la Nación, no defendieron los intereses de la Provincia como hubieran querido los correntinos.
Tenemos también incluso que hacer una autocrítica como PJ, que algunas cosas no las hemos hecho bien a nivel nacional y por eso hemos perdido la elección. Para ser claro, en Corrientes el sector de Milei no es parte del problema, sino de la solución.
-Martín Ascúa parece haber picado en punta en cuanto a los precandidatos a gobernador por el justicialismo. ¿Lo ve potable o todavía es pronto para hablar de candidaturas, cree usted?
-Creo que es pronto, pero no le pongo bolilla negra a nadie. A mí no me disgusta que haya dos, tres o cuatro candidatos. Lo malo es que no tengamos candidato como ocurrió la última vez y tuvimos que terminar en el peor de todos, que nos llevó a una nueva derrota reeditando la de 2009. Hay que estimular la participación.
En verdad, cualquier persona seria, antes de anotarse para una carrera, tiene que saber cuáles son las reglas de juego de la elección interna. No se puede jugar al gallito ciego. No es lo mismo jugar al póker, que al ajedrez o al truco. Entonces ¿Qué pasa? Uno primero tiene que conocer las reglas de juego, después analizar las condiciones objetivas del escenario electoral, ver los sondeos de opinión específicos, ya con una grilla posible, y ahí se toma la decisión de si se es candidato o si no se es candidato.
Esto todavía no está porque estos interventores han perdido el tiempo como los anteriores. Puede haber candidatos en potencia que les interese salir a jugar esta partida. El caso de Ascúa se anotó y hay que respetar. Es un dirigente que tiene una Comuna importante, pero seguramente puede haber otros cuando se pongan las cartas sobre la mesa. Sería muy feo que diga «fulano sí, fulano no».
Para eso están los justicialistas que tienen que expedirse en la elección interna, sólo que viendo lo que están haciendo no se ve el propósito de llegar a ella. De ahí la necesidad del recambio.
-Frente al desembarco de Milei aquí, ¿será un libertario puro o puede ser alguien con alguna trayectoria política anterior, caso Camau Espínola, por ejemplo?
-Estoy convencido de que el espacio de Milei en Corrientes va a ser importante y funcional a la posibilidad de que el PJ pueda coronar en esta elección. Porque, de lo que se trata, habiendo dos finalistas, es estar en la final. El que no llega en la primera debe esperar que en la segunda vuelta el resto le vota en contra.
No se necesita hacerse ninguna alianza. En la segunda es la gente la que vota. De ahí la necesidad de afinar el discurso y decir quién es el adversario a vencer.
Estamos frente a un cambio de época, un cambio de ciclo nacional y provincial, porque justamente es lo que de alguna forma pasó con Massa y Milei ¿Quién iba a decir que Milei iba a ganar? En los hechos Massa perdió. Soy optimista respecto a las posibilidades del PJ y no creo que Cristina no vaya a entender el marco de la realidad política provincial donde, repito, la grieta no pasa por Milei sí, Milei no.
-¿Y cómo cree que va a jugar esa aparente fractura que hay en el radicalismo? ¿El peronismo puede ir asociado a alguno de esos dos sectores en tal caso si es que eso llega a producirse?
-Creo que el justicialismo con su base electoral en esta elección va a mirar mucho las alianzas, fundamentalmente en lo que significa ceder representaciones legislativas. Simplemente porque para ir a la segunda vuelta con la base justicialista normal, habría que hacer las cosas muy mal para no estar en la segunda vuelta.
La posibilidad es que tengamos integrada la fórmula a un radical y mientras no sea la cabeza de fórmula, puede ser que sí. Pero eso es una etapa posterior cuando estemos viendo las encuestas y las vamos a desarrollar a la vieja usanza, es decir, la encuesta presencial sobre las localidades que marcan una tendencia definitiva respecto de la elección. Hoy es prematuro hablar de candidatos, de alianzas, cada uno tiene que hacer su trabajo y esperar que la realidad termine de acomodar el tablero. Y te digo cuatro frentes, pero no hay que descartar que no haya un quinto, porque por ahí aparece.
En Corrientes también se ha dado esto de que hay mucha gente que no está contenida y que, aun sabiendo que pierde, arma otro frente. O sea que es una elección provincial y aparte es una elección de medio tiempo, que tiene sus características particulares, así como está la realidad de Corrientes hoy. El mensaje que quiero dar a todos los justicialistas es de optimismo, que hay que trabajar con fuerza, hay que hacerse respetar, tratar de pelear por el premio mayor.
Con las disparatadas conducciones políticas que tuvimos en su momento en el tiempo de Fabián Ríos, fuimos muy abajo, llegamos en 2007, con esas alianzas oportunistas que les sirvió a muchos para coronar aspiraciones individuales, terminamos con 32 mil votos, su piso histórico. Al perder identidad por no presentar candidatos, al no tener en los distintos pueblos se desanda el camino.
Esto fue la responsabilidad que, en su momento, tuvo el menemismo y el kirchnerismo en cuanto a no entender que el peronismo de Corrientes podía hacer buenas elecciones.
«Hay una enorme responsabilidad de Cristina en el tiempo que se viene»
-En anteriores programas dijo que usted se mantenía al margen de la interna nacional y del apoyo a alguno de los dos candidatos lo cual a hoy parece haber sido un acierto.
-Cuando dije eso tenía en claro que la interna no se iba a hacer. Y segundo, soy de la idea que el peronismo de Corrientes necesita primero ordenarse, y requiere del apoyo de todos. No es momento de sectarismos. Mantengo línea abierta, tanto con el espacio de Cristina como el de Quintela, como con otros. En el tema nacional me parecía que, así como estaban las cosas, no veníamos bien. Entiendo que, en el PJ, conforme a la realidad de hoy, se impone la necesidad de buscar consensos. Esta nueva conducción nacional no nace de la mejor forma. Tenemos que ayudar, más allá de nuestras reservas a lo sectario de la construcción. Es lo que hay y está claro que no es lo mejor, pero hay que mirar para adelante, lo que no implica que nos vayamos a dejar arrear. Hay una enorme responsabilidad de Cristina en el tiempo que se viene. Ella la ha asumido y debe estar a la altura de las circunstancias. No veo una conducción con la fuerza necesaria y suficiente. Hoy se impone la necesidad de integrar el PJ en un esquema común. Acá va a estar el desafío de Cristina Kirchner en el sentido de entender que los tiempos han cambiado. Hay que revisar algunos métodos que han venido aplicando hasta ahora porque a nadie le gusta la imposición. Ya el general Perón decía que «conducir es persuadir y no imponer». Y esto vale para el caso de Corrientes en el que estamos abiertos a escuchar y acordar las mejores soluciones siempre en el marco del diálogo y del respeto. Con esto quiero significar que se saquen de la cabeza si piensan que van a venir con un esquema armado. Me tocó en la relación con el ex presidente Carlos Menem, con quien nos respetábamos enormemente, disentir y no me costó hacerlo aun teniendo el todo el poder. Por eso hago votos para que, en esta instancia, Cristina entienda que tiene un margen exiguo. Si se mantiene la decisión del Gobierno nacional de jugar con candidatos propios, vamos a tener en Corrientes cuatro frentes y quizás cuatro y medio en carrera. Esto es importante para ver cómo se hace el mejor armado. Por eso también es que, en un marco de profesionalidad, estamos trabajando con encuestas presenciales que nos permitan saber dónde estamos parados, qué es lo que tenemos, cómo están los demás y poder contribuir a hacer cosas de manera de coronar un gobierno justicialista en el 2025.
-¿Qué efecto tendrá cree usted la boleta única en esta próxima elección y qué piensa de la conveniencia de mantener las Primarias?
-Estoy totalmente de acuerdo con la boleta única. Lamentablemente legisladores nacionales de Corrientes del PJ fueron a Buenos Aires a levantar la mano cuando, en la Provincia, la posición del PJ es a favor de la lista única. Representa un gran progreso en materia de calidad institucional. Modifica mucho las reglas de juego porque significa que ya la candidatura presidencial no tendrá el efecto de tracción sobre el resto de la boleta. Se revalorizan los gobernadores, los intendentes. Y respecto a las Primarias las veo absolutamente necesarias, incluso la necesidad de extenderlas a la Provincia donde también debe haber boleta única. Hay que terminar con los feudos. Acá no se debe medir el costo, sino verlo como una inversión que supone mejorar la calidad institucional para superar la crisis de representación que alcanza a todo el sistema político y que justifica la irrupción del fenómeno Milei, al que los políticos de escritorio no lo vieron venir. Hay que romper definitivamente la rosca de los grupos dominantes en los partidos, en los gremios, en la AFA, en los clubes de fútbol y, si las reglas que pretenden imponen supone menoscabar los derechos y la transparencia de los actos electorales, no hay que tener el más mínimo complejo en judicializar las decisiones arbitrarias que, por la vía del hecho consumado, sigan afianzando privilegios inaceptables. Lógico que los gobernadores, sea del partido que fueran, no quieren las Primarias porque quieren mantener la birome en la confección «a dedo» de las listas que no es sólo Cristina la que está en la mira por esa práctica reprochable. Son todos los espacios políticos que tienen enquistados grupos dominantes. Esto después se paga en el bajo nivel de la representación que es lo que está afectando a la política argentina, que es la crisis de representación de todos los partidos políticos, que como tales, han dejado de funcionar desde hace dos décadas. Lo que muchos aún no asumen es que estamos ante un cambio de época. Nada volverá a ser igual, y los que no acompañen esta realidad de cambios van a quedar en el camino.