En medio de la crisis económica que afecta a las pequeñas y medianas empresas en la Argentina, el sector de los quiosqueros atraviesa una situación alarmante.
Según Rolando Kraemer, presidente de la Asociación de Quiosqueros del Chaco, «la caída del consumo, el aumento en los costos fijos y los servicios básicos como el alquiler y la luz están asfixiando al sector».
El impacto de esta situación se refleja en el cierre de más de 10 mil quioscos a nivel nacional solo en el último año, una cifra que preocupa a los comerciantes y al público.
Si bien explicó que en la provincia no se vieron estos cierres masivos, señalados en el informe, aseguró que sí se dan reestructuraciones. «Nosotros no estamos teniendo, no estamos viendo el cierre definitivo, pero si mucha reestructuración y mucho trabajo ajustando números viendo unos cuantos unos cuantos ítem que ajustar para poder salir adelante», describió la situación actual del sector en la provincia.
El dirigente destacó que las ventas han disminuido considerablemente debido a la baja del poder adquisitivo en la población, lo que genera una «crisis de subsistencia» para muchos comerciantes. «Nosotros somos muy electrodependientes, y con las tarifas en constante aumento, mantener un kiosco abierto se ha vuelto una tarea titánica», agregó en declaraciones a radio Natagalá.
Además de los incrementos en los costos de energía, los alquileres también se han convertido en una barrera importante para los quiosqueros. En la actualidad, los precios de los locales se encuentran en aumento constante, lo que se suma a los gastos en servicios básicos.
«Muchos quioscos no pueden seguir adelante porque el porcentaje destinado a costos fijos es demasiado alto en relación con las ventas», explicó Kraemer y añadió: «Quienes no han logrado renegociar los alquileres han tenido que cerrar».
El impacto de estos factores se extiende más allá de los quioscos formales.
Según Kraemer, la competencia desleal también afecta al sector, ya que existen quioscos «paralelos», es decir, negocios sin habilitación que no tributan. «Este tipo de kioscos no enfrentan las mismas exigencias, pero además no contribuyen con impuestos, lo que crea un desequilibrio. No competimos en igualdad de condiciones», sostuvo.
Regulación Municipal
Más allá de los desafíos económicos, Kraemer también se refirió a los problemas que enfrenta el sector en el ámbito local, particularmente con el Consejo Municipal.
Desde la Asociación, han solicitado un cambio en la normativa tarifaria para reducir el impacto de la Tasa de Comercio en pequeños negocios.
«Por primera vez, logramos participar en la discusión del cuadro tarifario para 2025. Nos permitieron proponer cambios, y la mayoría fueron aceptados, como el costo cero para la habilitación de negocios de bajo y mediano riesgo de pequeña superficie», indicó.
Sin embargo, expresó su molestia porque la normativa aún no ha sido aprobada.
«Este proyecto ha sido bien recibido por el sector y también por algunos concejales. Pero, aunque la normativa es muy beneficiosa y baja los costos, el Consejo Municipal lleva varias sesiones sin tratarla», manifestó.
Por otra parte, Kraemer lamenta que, en medio de la crisis que atraviesan los quiosqueros, la política parece estar retrasando decisiones importantes para el sector. «Estamos aquí para ver que se tomen decisiones que impulsen al pequeño comercio, no para que el consejo municipal se ocupe de cortar el pasto en la plaza. Necesitamos respuestas y no podemos seguir esperando», dijo.
Política Nacional
y la Recuperación
A pesar de los esfuerzos locales, Kraemer considera que las políticas nacionales también están impactando fuertemente en la situación de los kiosqueros.
En este contexto de crisis, donde la inflación y la baja en el consumo generalizado no dan tregua, el sector pide medidas concretas para aliviar la carga tributaria y de servicios.
Según Kraemer, «si no se implementan políticas de apoyo a la economía de los pequeños negocios, estos van a seguir cerrando, y cada cierre significa una pérdida de empleo para la comunidad».
Por otra parte, aseguró que desde la Asociación seguirán promoviendo soluciones junto a los entes locales y nacionales para buscar una salida a esta crisis.
Además, invitó a los legisladores a priorizar estas temáticas y a concretar las medidas necesarias para que los kiosqueros puedan recuperar el impulso que necesitan.
Del campo a la góndola los precios se multiplicaron por 3,5 veces en octubre
Según el Indicador de Precios en Origen y Destino (Ipod), elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), en octubre los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor.
En promedio, la participación del productor explicó el 25,4% de los precios de venta final, apenas un 2,8% más con respecto al mes anterior. La mayor participación la tuvieron los productores de pollo (50,7%), mientras que la menor fue para los de mandarina (10,8%).
Durante octubre pasado debe considerarse el fuerte incremento de costos tanto en insumos dolarizados, tasas municipales, como también en transporte, logística, arrendamientos y salarios, por mencionar algunos.
Asimismo, se observaron variaciones de precios -entre las distintas jurisdicciones del territorio nacional- de varios productos que componen la canasta Ipod, registrándose un leve aumento en la participación del productor con respecto al mes anterior.
En octubre, los precios se vieron afectados por la recuperación de los niveles de producción. Las lluvias y la normalización de las temperaturas han incrementado la disponibilidad de productos frutihortícolas, provocando una reducción en sus precios, pese a que la demanda se mantiene baja. La abundancia de productos de temporada también ha favorecido esta situación en el mercado.
La brecha en los productos frutihortícolas y en los
de origen animal
Ipod frutihortícola: del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta Ipod se multiplicaron por 5,1 veces en octubre, lo que representa un incremento del 6,2% con respecto a septiembre.
Ipod de origen animal: por los 5 productos y subproductos de origen animal que componen la canasta Ipod, el consumidor abonó 2,9 veces más de lo que recibió el productor. No se registraron variaciones con respecto al mes anterior.
En lo que respecta a la carne vacuna, cabe destacar que durante el transcurso del corriente año se viene observando una caída del consumo de alrededor del 12%, de 49,5 kilos a 44 kilos por habitante.
Mayores y menores
brechas IPOD de octubre
La mandarina (9,2 veces), la cebolla (7,7), la manzana roja (7,4), la pera (6,6) y la lechuga (6,6), fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
La mandarina aumentó 26,8% en origen por un incremento en la demanda y 29,2% en destino. Según los productores relevados hay poca fruta en la planta.
Por su parte, los precios de la cebolla bajaron tanto al productor (45,8%) como al consumidor (13,2%) por un aumento en la oferta, ya que el mercado se ha reabastecido como consecuencia de una mejora en la producción.
En el caso de las frutas de pepita, ambas disminuyeron sus precios en origen, pero presentaron una suba en góndola.
Al productor, la manzana roja bajó 13,8%, debido a una menor cantidad de fruta comercializada en el mercado externo, que produce una sobreoferta en el mercado local; mientras que la pera disminuyó 7%. En góndola, la primera se incrementó 3,4% y la segunda un 1,8%.
Por último, la lechuga aumentó 29,7% en origen, lo que se explica por un aumento en la demanda, y bajó 1,5% en destino.
Productos con menores
brechas IPOD mensuales
De los cinco productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, tres forman parte de la canasta frutihortícola y dos de la de origen animal.
Con 2 veces, el pollo fue el producto con la menor brecha del mes, aumentando sus precios tanto al productor (6,3%) como al consumidor (2,6%).
Los huevos (2,1), por su parte, también incrementaron sus precios en ambos extremos de la cadena: 4,7% en origen y 7,9% en destino.
La única fruta que se ubicó entre los productos con menor brecha campo-góndola del mes: la frutilla. Con 3 veces, nuevamente disminuyó su precio en ambos extremos de la cadena (11,7% en origen -por un aumento de oferta- y 18,9% en destino).