Después de casi tres meses de conflicto, los gremios aeronáuticos desactivaron la postura intransigente que habían adoptado mediante el impulso kirchnerista dado por dirigentes sindicales como Miró.
Así fue que, luego de la expulsión de este del Directorio de Aerolíneas Argentinas y de la habilitación de un canal de negociación se logró un acuerdo que incluiría mejoras salariales y laborales, con el añadido de una importante cesión de privilegios de parte de los gremializados.
Las actas del acuerdo se formalizaron a las 4 del miércoles 13, luego de varias jornadas de intensas negociaciones. Lo acordado fue aprobado en asambleas de cada organización gremial.
Fue en la mañana de ayer, donde las actas rubricadas entre ambas partes fueron convalidadas por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA).
Luego del visto bueno de estos núcleos sindicales, comenzaron a trascender detalles de lo firmado entre la empresa y los gremios.
El acuerdo firmado entre Aerolíneas Argentinas y los sindicatos contempla un aumento salarial de casi el 20 por ciento para el período junio-noviembre, además de una serie de mejoras adicionales que llegan a duplicar el incremento promedio en los bolsillos de los trabajadores.
Pero la nota mayor la dio el hecho de que los gremialistas, de todas formas, accedieran a resignar algunos beneficios y privilegios que incluían los convenios colectivos sobre pasajes, traslados, horas de descanso y tiempos de servicio, entre otros puntos (ver recuadro).
Ese tipo de concesiones sindicales, sin embargo, no contemplarían ninguna cláusula de paz social que garantice que las organizaciones gremiales no harán protestas mientras dure el acuerdo. Tampoco incluiría una fecha para que ambas partes vuelvan a reunirse para discutir una recomposición salarial luego de que venza lo firmado este miércoles, que rige hasta fines de noviembre.
«Este fue un acuerdo que beneficia a aeronavegantes y a Aerolíneas Argentinas, garantizando así el normal funcionamiento de la compañía y la tranquilidad de los usuarios para volar», dijo Juan Pablo Brey, titular de la AAA, tras la asamblea realizada en la sede del gremio.
La empresa y los sindicalistas pactaron no difundir los detalles del acuerdo para no interferir en el desarrollo de las asambleas.
Desde Aerolíneas, la respuesta fue la siguiente: «Por la tarde seguramente estaremos sacando un comunicado. Se están cursando las asambleas informativas de la conducción a los delegados de cada sindicato.
Por ahora no estamos dando otra información. Primero deben enterarse los representados por sus representantes».
Ahora se abrirá otra etapa en la relación entre el Gobierno y los sindicatos aeronáuticos. Con un trabajoso acuerdo que permitió superar un grave conflicto, pero con una amenaza de privatización de Aerolíneas que será un nuevo motivo para que vuelvan las diferencias y las peleas.
Beneficios desactivados
Apla, AAA y APA accedieron a resignar beneficios sobre pasajes, traslados, horas de descanso y tiempos de servicio.
Por ejemplo, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) cedió en varios puntos del convenio mediante el compromiso por escrito de que aceptará discutir variantes sobre la movilidad a los aeropuertos.
-Bajar los gastos en remises de pilotos y tripulantes de cabina, que hoy le cuestan $1.000 millones por mes al Estado.
-La posibilidad de fusionar las áreas de cabotaje e internacional.
-Que la hora de servicio se compute desde que el trabajador se presenta en el aeropuerto, cuando hasta hoy se empezaba a contar una hora antes.
-Analizar la venta a bordo de los aviones (algo que existía en Aerolíneas).
-Resignar la zona de descanso en asientos tipo cama en algunos vuelos.
En el caso de los pilotos:
-Renuncia a contar con pasajes en clase ejecutiva para ellos y sus familias (que representan alrededor de $20 mil millones al año).
-Replanteo de los asientos en la zona de descanso.
-Recorte de la hora de servicio.
-Rediscusión del servicio de remises para trasladarse desde y hacia los aeropuertos.
Mejoras
En las últimas horas trascendió que el aumento salarial acordado para el período junio-noviembre será del 19,77%, casi un 20% que supera el 14% que la empresa había planteado como última oferta en las negociaciones.
Los sindicatos reclamaban un 90% de incremento, aunque finalmente bajaron el pedido a un 35%, como señal de buena voluntad de Aerolíneas para seguir las tratativas.
De todas formas, cada sindicato pactó mejoras en distintos adicionales que representan hasta un 40% de aumento.
Los aeronavegantes, por ejemplo, lograron un alza en los viáticos diarios (de $17 mil a $30 mil en los vuelos de cabotaje y de $17 mil a $50 mil en los internacionales) y la instrumentación de otro adicional de hora extra que permitirá que se cobre más a partir de la hora 52 trabajada, cuando hasta ahora era a partir de las 57 horas (el promedio es de 60-70 horas de vuelo).
Esos cambios, según trascendió, permitirán que la masa salarial se eleve hasta un 40%, con mayor impacto en los sueldos más rezagados, que se concentran en los que hacen vuelos de cabotaje.