Toribio Navarro, referente de la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados, no solo denunció la pérdida de derechos fundamentales de los jubilados, sino que también alertó sobre las consecuencias de las decisiones tomadas en el marco de la lucha por el déficit cero.
Según él, estas medidas no solo son una violación de los derechos de los adultos mayores, sino también una amenaza directa a su salud, vivienda y dignidad.
Navarro hizo hincapié en la reciente decisión del gobierno de recortar la entrega de medicamentos gratuitos a los jubilados. Esta medida afecta a miles de adultos mayores que dependían de la cobertura total de medicamentos esenciales, como analgésicos, antibióticos y otros tratamientos para enfermedades crónicas.
Según el referente de los jubilados, este recorte es una de las acciones más perjudiciales, ya que pone en riesgo el acceso a medicamentos fundamentales para quienes tienen condiciones de salud delicadas y no cuentan con recursos suficientes para adquirirlos de manera particular.
Por otra parte, argumentó que lo que está ocurriendo es una quita de derechos básicos de los jubilados, derechos que están protegidos tanto por la Constitución nacional como por compromisos internacionales que Argentina ha firmado.
En este sentido, subrayó que la Convención de los Derechos de los Adultos Mayores, a la que la Argentina adhiere, establece la obligación del Estado de garantizar la dignidad, la seguridad social y el acceso a la salud de este sector vulnerable.
Sin embargo, lo que está haciendo el gobierno es todo lo contrario: recortar y restringir el acceso a derechos fundamentales que deberían ser protegidos y ampliados.
La situación económica de los jubilados
A pesar de las afirmaciones del Gobierno de que los jubilados están mejor que nunca, según Navarro, la realidad es muy diferente. En su intervención, el dirigente destacó que la mayoría de los jubilados se encuentran en una situación económica crítica.
«Muchos jubilados ganan la mínima, y ese salario es completamente insuficiente frente a la canasta básica de un jubilado», comentó. Según los datos más recientes de la Defensoría de la Ciudad de Buenos Aires, la canasta básica para un jubilado supera los $980 mil, mientras que el ingreso promedio de los jubilados es de apenas $254 mil, más un bono de $70 mil que no alcanza a cubrir ni el 30% de la canasta básica.
Esto pone de manifiesto que, lejos de estar mejor que nunca, los jubilados se encuentran cada vez más empobrecidos, con un poder adquisitivo muy por debajo de lo necesario para llevar una vida digna.
Además, Navarro cuestionó las declaraciones del presidente Javier Milei y otros funcionarios que, en ocasiones, han asegurado que los jubilados están mejor que nunca en comparación con años anteriores.
Según él, esta afirmación no tiene sustento en la realidad cotidiana de los jubilados, que luchan por llegar a fin de mes y no tienen acceso adecuado a servicios esenciales como la salud. «Es mentira», dijo Navarro, quien remarcó que el aumento de los salarios de los jubilados no ha sido suficiente para enfrentar la inflación y el incremento de los costos de vida.
El recorte en medicamentos
En cuanto al recorte de los medicamentos, Navarro señaló que esta medida representa un golpe directo a la salud de los jubilados. Explicó que, aunque aquellos que perciban menos de $190 mil seguirán teniendo cobertura total de hasta cinco medicamentos esenciales, aquellos que ganan más de esa cifra verán reducida la cobertura de medicamentos comunes del 100% al 40%.
Esto afecta a medicamentos que son necesarios para tratar enfermedades crónicas y otras condiciones de salud comunes entre los adultos mayores.
«Estamos hablando de una reducción drástica en la cobertura de medicamentos que afecta a todos los jubilados que no ganan la mínima», comentó Navarro. «Esto es inaceptable, porque muchos de ellos ya no pueden cubrir el costo de los medicamentos, y ahora les están reduciendo aún más las posibilidades de acceder a los tratamientos que necesitan».
El referente de los jubilados también hizo hincapié en lo complicado del proceso burocrático para acceder a estos beneficios. Según él, el proceso de gestión para obtener los medicamentos es engorroso, costoso y muchas veces inaccesible para los jubilados, quienes no solo enfrentan un sistema de salud deficiente, sino también una carga administrativa que les impide acceder a los servicios de manera eficiente.
la reforma del PAMI en la vida de los jubilados
Según Navarro, las políticas implementadas por el Gobierno en relación con el Pami han deteriorado la calidad de atención de los jubilados, quienes ahora deben enfrentar nuevas restricciones para acceder a servicios médicos, consultas y medicamentos.
En su análisis, subrayó que el Pami, que históricamente ha sido la única vía de acceso a la salud para los jubilados, ahora está sufriendo una serie de recortes y restricciones que perjudican directamente a los beneficiarios del sistema.
«Los jubilados ahora tienen que realizar trámites administrativos complejos, y si no lo hacen, perderán los beneficios. Pero esto no es todo.
También se les está exigiendo que demuestren que no tienen otras fuentes de ingreso, como propiedades o autos, lo que en muchos casos es imposible», explicó Navarro.