Andrés Dumont señaló que el principal impacto negativo del autodespacho sería la pérdida de puestos de trabajo. «Las empresas van a disminuir el plantel de trabajadores. Además, está el riesgo que corre el cliente al no tener el conocimiento necesario para manejar el sistema de manera segura», enfatizó.
En declaraciones a Radio Natagalá explicó que en países como Estados Unidos y varias naciones europeas, este sistema lleva décadas de implementación, pero allí cuenta con el respaldo de una cultura de uso que comienza desde edades tempranas.
En la Argentina, donde el sistema sería adoptado de forma repentina, «la falta de experiencia podría derivar en errores, incidentes y hasta clientes que se marchen sin pagar», advirtió.
El sindicalista destacó ejemplos en los que intentos de implementar el autodespacho fracasaron, debido a la complejidad de adaptarse a este modelo. «En Rosario, intentaron instalarlo después del asesinato de un playero, pero no fue posible. Es un cambio muy difícil para los trabajadores y los clientes», agregó.
«Este tema ya se había anunciado en años anteriores, pero nunca se concretó. Ahora vuelve a plantearse y sigue siendo una cuestión muy difícil de implementar», afirmó Dumont en diálogo con los medios.
Subrayó que, de materializarse, la automatización del despacho podría reducir significativamente la cantidad de trabajadores en las estaciones de servicio, lo que afectaría a unas 2.200 personas en el Chaco.
Capacitación y adaptación
Dumont hizo hincapié en la necesidad de una amplia capacitación previa si se avanza con la propuesta. «No es simplemente bajar del auto, cargar combustible y pagar. En otros países, los usuarios ya conocen el proceso desde jóvenes, pero aquí se necesitaría tiempo y formación para evitar errores o riesgos», explicó.
Asimismo, mencionó los diferentes métodos utilizados en otros países: desde sistemas de pago en cajeros automáticos hasta códigos que habilitan el surtidor.
Sin embargo, insistió en que la implementación inmediata en la Argentina sería compleja, especialmente en un contexto donde la costumbre del cliente es distinta.
«Además, hay aspectos operativos que no se consideran, como el manejo del efectivo, el uso de tarjetas o aplicaciones y hasta el olor del combustible, que podría resultar incómodo para los usuarios», puntualizó.
Balance del sector
En cuanto al estado actual del sector, Dumont destacó los esfuerzos realizados para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores pese al contexto inflacionario. «Pudimos sostener los salarios gracias a acuerdos paritarios sucesivos. Esta semana esperamos cerrar un nuevo aumento salarial acorde al costo de vida en la provincia», indicó.
El dirigente también se refirió a las expectativas para el próximo año, subrayando la necesidad de continuar negociando en función de los índices del Indec para proteger los ingresos del sector. «Por lo menos hemos logrado que los trabajadores no pierdan tanto poder adquisitivo como en otros sectores», afirmó.
El futuro del autodespacho en debate
Dumont concluyó la entrevista dejando abierta la incógnita sobre el futuro del autodespacho en el país. «Lo nuevo siempre genera desconfianza hasta que se conoce en su totalidad. Hay que evaluar bien esta medida porque su impacto podría ser muy perjudicial para los trabajadores y los clientes», advirtió.
El debate sobre el autodespacho promete continuar, y desde Soesgype aseguran que seguirán defendiendo los derechos de los trabajadores frente a un posible cambio que podría transformar la dinámica laboral en el sector. «Nosotros estamos atentos y preparados para dialogar sobre lo que sea necesario, pero siempre pensando en proteger a nuestros compañeros», finalizó.