Tras advertir la posibilidad de suspensión del servicio de transporte público de pasajeros ayer, lo que finalmente no sucedió, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en el Chaco, Raúl Abraham, describió la situación: «Nos habían comunicado los empresarios que el salario se pagaría en dos cuotas: una el día 5 y la otra el 13, lo mismo con el aguinaldo.
Desde el gremio rechazamos esa modalidad. Los trabajadores deben cobrar el sueldo completo en tiempo y forma».
Según Abraham, los trabajadores del transporte público en el Chaco deberían estar percibiendo los mismos aumentos salariales que los choferes del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
«En el Amba ya se aplica un salario inicial de $1.140.000 desde noviembre, que subirá a $1.160.000 en diciembre y $1.200.000 en enero. Nosotros exigimos que este acuerdo paritario se haga efectivo aquí también», explicó.
«Queremos que se pague con este sueldo, pero con todo esto que pasó con las idas y vueltas del aumento del boleto los empresarios argumentan que no tienen recursos, manifiestan que tienen una deuda pendiente del gobierno provincial en lo que respecta a los subsidios por déficit y otros problemas.
Nosotros teníamos que haber empezado con ese reclamo, decimos esperar que se pague los salarios hasta el 10, para ver si podemos llegar a un acuerdo», explicó
«Entendemos la situación de las empresas, pero no podemos aceptar que los trabajadores sean siempre los perjudicados», enfatizó.
Ante esto, por el momento, la posibilidad de un paro está en suspenso un paro ha sido suspendida. «Hemos decidido hacer un impasse hasta el 10 de diciembre.
Nosotros le estamos solicitando a los empresarios para firmar, como lo hacemos siempre, un acuerdo con el compromiso que van a pagar esto que se acordó en Buenos Aires y el Amba.
Estamos pidiendo una recomposición salarial que consideramos totalmente justa. Pero también queremos ser prudentes, esperar, estamos en negociación, esperemos que esto se concrete y que no haya conflicto, paro, que los trabajadores cobren lo que corresponde y bueno, ahí estaríamos todos felices y no estaríamos quebrantando la paz social tampoco», sostuvo.
El aguinaldo, otro
foco de conflicto
Otro de los puntos críticos en la agenda de negociación es el pago del aguinaldo. Según la legislación vigente, las empresas tienen plazo hasta el 18 próximo para abonar esta obligación, pero los empresarios han propuesto hacerlo en tres cuotas.
«Esto es inadmisible. El aguinaldo es un derecho de los trabajadores y debe pagarse en una sola cuota, como establece la ley. Entendemos que la situación económica del país es complicada, pero los trabajadores no pueden ser quienes carguen con el peso de esta crisis», afirmó Abraham.
Impacto de las
tarifas en la crisis
Otro tema que complica el panorama es la fluctuación en las tarifas del transporte público. En las últimas semanas, el boleto sufrió cambios constantes, pasando de $1.150 a $710 y luego volviendo a $1.150. «Esto genera una enorme incertidumbre tanto para los empresarios como para los usuarios», explicó el dirigente gremial.
Abraham destacó que esta situación se da porque el precio del boleto está sujeto a la intervención del gobierno provincial, que debe convocar audiencias públicas para definir los costos. «El problema es que este proceso genera atrasos y afecta directamente los ingresos de las empresas, lo que, según ellas, repercute en la falta de pago a los trabajadores», detalló.
Una crisis estructural
Más allá del conflicto salarial, Abraham consideró que la crisis del transporte público refleja un problema estructural más amplio.
«El transporte público es un servicio esencial, especialmente para las personas de menores recursos. Sin embargo, los gobiernos no lo están priorizando como deberían», señaló.
El dirigente también hizo hincapié en la necesidad de generar más empleo formal para que los usuarios puedan afrontar los costos reales del boleto. «No se trata solo de ajustar tarifas o de otorgar subsidios. Si no hay trabajo digno, todo el sistema colapsa», opinó.
Finalmente, Abraham resaltó que la UTA Chaco seguirá defendiendo los derechos de los trabajadores. «Queremos que los empresarios cumplan con lo que corresponde y que se respete la ley. Nuestra prioridad es evitar conflictos, pero si no hay avances, tomaremos las medidas necesarias», concluyó.
Por ahora, no habrá interrupciones en el servicio hasta el próximo martes 10. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y el desenlace de este conflicto dependerá de las negociaciones entre el gremio, las empresas y el gobierno provincial.