El caso de Maira Benítez en Villa Ángela, fue uno de los primeros en el país en el que se efectuó una condena sin que se encontrara el cuerpo de la víctima.
Este lunes, el hallazgo de un cráneo en una obra en construcción ubicada a pocos metros de su casa ubicada sobre la calle Yrigoyen y Guevara, volvió a esncender las alarmas.
Según precisaron fuentes policiales, fueron los propios trabajadores quienes alertaron del hallazgo de restos óseos mientras realizaban excavaciones de aproximadamente 80 centímetros de profundidad para la base de un cimiento en una vivienda ubicada en la calle Los Quebrachos 1142.
La obra pertenece a María del Carmen Montoya, una mujer de 47 años, de nacionalidad colombiana. Al darse cuenta del hallazgo de los restos óseos, se notificó de inmediato a la Fiscalía, que ordenó la intervención de la División de Criminalística.
La fiscal Gisela Oñuk dispuso el secuestro de lo hallado y que se lo traslade al Instituto Médico Forense para tratar de establecer a quién corresponden.
Seguramente se investigará a colombianos, que hace tiempo alquilaban ese lugar y de hecho el inmueble está a nombre una mujer de esa nacionalidad.
EL CASO
Maira Benítez tenía 17 años cuando desapareció el viernes 16 de diciembre del 2016. Salió a pasear a un parque con su hija, que tenía en ese momento tres años, y su hermana Magalí de 14 años. A la vuelta dejó a su hija en su casa y se fue a comprar chocolates y chupetines con 18 pesos en el bolsillo y nunca más volvió. Su mamá todavía busca despedirla con justicia.
En mayo del 2019, Rodrigo Germán Silva fue condenado por homicidio simple a pesar de que no habían encontrado el cuerpo de Maira. Otras tres personas estuvieron presas por “privación ilegítima de la libertad”. Antonia pedía que se investigue al patrón de Silva, un ex juez dueño de campos.