El dirigente nacional de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, entrevistado por LA VOZ DEL CHACO, afirmó que Axel Kicillof se perfila como una figura clave para construir una nueva mayoría en el peronismo.
Indicó que su consolidación requiere una estrategia que integre el rol de Cristina Fernández, quien, como referente del mejor momento reciente del país, debe actuar como facilitadora del proceso de renovación.
Remarcó que la prioridad es construir un proyecto que anteponga los intereses de la Patria por sobre los de los sectores políticos, y subrayó que el desafío debe ser superar estas dicotomías y enfocarse en el daño social que las políticas actuales están generando.
-¿Cómo sería organizar este trabajo con Axel a la cabeza, con Cristina en la presidencia del Partido Justicialista?
-Entiendo que sería proyectar su figura a través de lo que el justicialismo, en proceso de reconstrucción, estaría también pensando, aunque venga también de los movimientos sociales, con apoyo de estos.
Creo que el elemento, y hay una discusión sin duda ahí, es que algunos creen que el rol de Cristina es «hacerle piecito». Cuando éramos chicos se decía «hacer un piecito» para ayudar a alguien a subir más alto; parece que ese es el rol que debiera tener Cristina. Obviamente, hay una discusión en ese sentido.
En relación al tiempo, creo que hay algunos sectores que ven a Cristina como un elemento de obturación para la consolidación de Axel. Creo que ese es un error, justamente porque se invierte la dinámica del peronismo. El peronismo señala, dentro de sus preceptos: primero la Patria, segundo el movimiento y, por último, los hombres. A veces, si se lee eso, es fácil entender lo que hay que hacer.
Si se priorizan los hombres o los sectores políticos por sobre la patria, ahí se empieza a complicar. Me parece que esta discusión hay que darla de manera fraterna, pero frontal y clara. A mí me parece que venimos de un fracaso muy grande del Gobierno. No solo del gobierno de Alberto Fernández y de Cristina, sino porque no se han tomado las medidas que se debían tomar. Fue una pelea a la luz del día respecto de las diferencias de gestión y metodológicas, increíblemente con un nivel de infantilismo muy raro, digamos, para quienes vivimos ese proceso.
También creo que, en relación a ese balance, hay una cuestión que la sociedad no va a tolerar más: que se vuelva a replicar ese esquema.
Entonces, me parece que, ante esa situación, hay que crear algo nuevo donde, obviamente, Cristina, como referencia máxima del mejor momento que vivimos como pueblo en los últimos años, tiene un rol. Pero también está claro que la figura de Axel es quien puede romper los límites que hoy nos imposibilitan construir una nueva mayoría.
CONSTRUIR LA ALTERNATIVA
-¿Al gobierno, de alguna manera, le conviene polarizar la opinión entre Milei y Cristina?
-Cristina tiene un rol innegable en la opinión pública y en la vida política. El problema es cómo construimos una alternativa a Milei. Creo que los procesos políticos indican momentos de renovación, y me parece que los grandes líderes o conductores son aquellos que saben liderar posibilitando que ese proceso de renovación ocurra.
Hoy estamos atrapados en un ruido de discusiones. Bueno, en buena hora que se den, pero también creo que habrá una participación de la sociedad que marcará un cierre a esta búsqueda de algunos sectores, no sé si de Cristina misma, de bloquear la consolidación de Axel. Creo que ese es un enorme error que afecta a la Patria y a quienes están siendo dañados por las políticas de Milei.
Me parece que, como todo indica, el daño social que se va a generar llevará a un proceso de búsqueda de alternativas. Estoy convencido de que la sociedad va a mirar claramente hacia Axel, y eso será un condicionante para quienes no entiendan que el precepto de «primero la patria» debe primar, especialmente en situaciones tan difíciles.
Cuando uno observa una alternancia que no modifica grandes cosas, hoy estamos frente a un cambio significativo. Ha habido consignas muy claras respecto de que «está en venta la Argentina» y sobre las consecuencias institucionales y sociales. Estas no solo afectan en términos de degradación económica, sino también en la convivencia misma, con el nivel de violencia que se genera desde el gobierno.
Me parece que todo eso nos llevará a buscar una salida que también ordenará la situación. Tengo mucha expectativa de que lo que no pueden ordenar los dirigentes, debido a determinadas miserias, lo terminará ordenando nuestro pueblo.
«El federalismo es clave»
-El Norte tiene la particularidad de sentirse excluido de las decisiones del gobierno nacional. El centralismo acá es muy criticado. ¿Cuál es tu opinión sobre cómo debería ser la relación del NEA en la construcción de un futuro proyecto político basado en el movimiento justicialista?
-La discusión sobre el federalismo en la Argentina es una de las grandes cuestiones pendientes. A mí me parece que, obviamente, hay un proceso que explica la consolidación de Milei en este tiempo. A pesar de contar con tan pocos diputados, ha logrado construir mayorías extorsionando a gobernadores para que acompañen procesos con los que muchas veces no están de acuerdo, pero que terminan aceptando por necesidad.
Hoy, con el paso del tiempo, parece evidente que algunos fueron demasiado lentos en cuestionar estas prácticas, y eso ha generado dificultades porque se empoderó a un gobierno que, a través de determinadas leyes, ha causado mucho daño.
Me parece que estos son aspectos que debemos replantear en un nuevo ciclo político en la Argentina. Es necesario revisar todo el sistema tributario, el sistema de coparticipación y la autonomía de las provincias. No solo desde el punto de vista legal, con sus constituciones provinciales, sino también garantizando ingresos que les permitan negociar con la Nación desde una posición de fortaleza, y no desde la necesidad de «arrodillarse» para discutir un presupuesto.
Muchas veces, si no hay claridad respecto a las diferencias que entiendo que muchos gobernadores tienen con Milei, esto tiene mucho que ver con el esquema tributario actual. La Nación ha utilizado este sistema con mucha inteligencia, pero también con mucha mezquindad, imponiendo cargos a cambio de votos, promesas de obras que finalmente no se cumplen, y recortes en fondos clave como el Fondo de Incentivo Docente, el Fondo de Seguridad y el Fondo Compensatorio de Transporte.
Estos recortes han afectado gravemente las arcas de los gobiernos provinciales. A pesar de ello, muchos gobernadores han acompañado este proceso no solo desde su interés de gestión, sino también desde la preocupación por cómo viven los argentinos y argentinas en cada provincia.
La discusión sobre el federalismo es clave, y debe estar asociada al reparto de ingresos y a la cuestión tributaria. Es urgente replantear estas bases para construir un país más equilibrado y justo.
«Tenemos la decisión de jugar un rol protagónico»
-¿Cómo sería un marco de alianza para 2025?
-Existe una posibilidad de renovar la construcción política en la provincia. Esto dependerá mucho de la estrategia que adopte el peronismo y de su capacidad para construir un frente amplio a partir de las discusiones internas y de la división que se observa en el espacio que representa el gobernador.
Obviamente, nosotros tenemos la decisión de jugar un rol protagónico en ese debate y en esa participación, con el objetivo de dar un vuelco en la historia política.
Me parece que el peronismo está atravesando un debate crucial, particularmente en torno a la consolidación de la figura de Axel Kicillof, algo que todavía, increíblemente, está en discusión. Aspiramos a que esta cuestión se resuelva de manera positiva de cara a las elecciones. Por eso estamos dando esta discusión hoy, porque entendemos que el proceso electoral de 2025 será determinante.
Es probable que el proto-oficialismo, compuesto por sectores del radicalismo filo-Milei y el PRO, quede muy debilitado, con una consolidación del liderazgo de Milei en ese espacio.
Por otro lado, el peronismo tiene la oportunidad de fortalecerse, con sus distintas vertientes, especialmente si se plebiscita la provincia de Buenos Aires y se refrenda la gestión de Kicillof. Esto podría posicionar a Buenos Aires como un polo clave dentro del escenario político. De cara al futuro, habrá un debate más claro sobre el horizonte y el rumbo que debe tomar nuestro país.