La Fundación CONIN Barranqueras presentó el balance de su labor durante el 2024 y destacó una tendencia alarmante: un aumento significativo en casos de desnutrición no solo en niños, sino también en madres. Además, el informe revela un crecimiento en el número de embarazos adolescentes, lo que evidencia un cambio en la problemática social que enfrentan. “Estamos viendo situaciones que no se daban antes. Este año detectamos muchas madres adolescentes en estado de vulnerabilidad, algo que creíamos en descenso”, señaló Claudia Leguiza, titular de la fundación, en una entrevista exclusiva.
Los resultados
La Fundación, que atiende a familias en situación de vulnerabilidad en Barranqueras y Vilelas, alertó sobre el aumento en los casos de desnutrición y la creciente demanda de asistencia.
Según Leguiza, esto responde a múltiples factores: “Hay situaciones de extrema pobreza, pero también vemos casos en familias de clase media empobrecida. Esto no solo tiene que ver con la falta de recursos, sino también con un cambio cultural. Estamos frente a lo que podríamos llamar una ‘cultura de la pobreza’, donde se abandona el estudio y el trabajo por la dependencia de ayudas estatales”.
Un dato que preocupa especialmente es el aumento de la desnutrición en madres. Durante los operativos realizados este año, se detectaron numerosos casos de embarazadas adolescentes en situación crítica. “Esto nos sorprende porque es una problemática que parecía haber mejorado en años anteriores, pero ahora ha vuelto con fuerza. Muchas de estas jóvenes no tienen acceso a recursos básicos ni educación sexual adecuada”, afirmó la titular.
Sobre la situación de los niños atendidos, Leguiza explicó que el cuadro nutricional varía desde eutróficos –es decir, niños en el límite del peso y talla adecuados– hasta casos graves de desnutrición. “El estado grave es el más preocupante, porque requiere controles dos veces por semana y, en algunos casos, derivaciones al hospital. Si no se actúa rápidamente, las consecuencias pueden ser irreversibles, afectando no solo la talla y el peso, sino también el desarrollo intelectual del niño”, detalló.
dos décadas
de lucha
Desde su creación en 2005 por el pediatra Dr. Adolfo Andreotti, la Fundación CONIN Barranqueras ha trabajado incansablemente para combatir la desnutrición infantil. Este año, el equipo interdisciplinario de la institución dedicó miles de horas a atender tanto a niños como a madres. “Cada hora invertida tiene un impacto directo en el futuro de las familias. No es solo una cuestión de nutrición; es asegurar que estos niños tengan una oportunidad de alcanzar su máximo potencial”, subrayó Leguiza.
El trabajo incluye atención pediátrica y nutricional, talleres de estimulación temprana, apoyo psicopedagógico, y actividades educativas y sociales.
Además, la Fundación entregó más de 1.400 kilos de leche, 660 módulos alimentarios, 1.500 docenas de huevos y más de 3.000 raciones de comida.
“Queremos que la gente entienda que no trabajamos solos. Contamos con el apoyo de empresas, voluntarios y organismos del Estado. Este año, articulamos acciones con varios ministerios y logramos documentar a muchas familias que no tenían DNI. Pero necesitamos que más personas y empresas se sumen. Este desafío es enorme y no podemos hacerlo solos”, destacó la titular.
Acciones y
nuevos desafíos
El 2024 fue un año de importantes avances para la Fundación. En abril, participó en el Reencuentro Nacional de Centros CONIN, fortaleciendo la red federal de lucha contra la desnutrición. En mayo, se firmaron convenios con el Gobierno del Chaco para coordinar acciones conjuntas. En junio, gracias a la colaboración con el Ministerio de Desarrollo Humano de la Nación, distribuyeron más de 16.000 kilos de leche a comedores y merenderos, beneficiando a unas 16.000 familias.
En agosto, se llevó a cabo la 10ª Maratón CONIN, y se realizó un operativo integral en el territorio con el apoyo de la Unidad Pediátrica Móvil de CONIN Argentina. “Fue un trabajo articulado excelente con distintas áreas del Gobierno. No solo atendimos cuestiones de salud, sino también documentamos a muchas personas, algo esencial para que puedan acceder a derechos básicos”, señaló Leguiza.
Sin embargo, el principal desafío para el 2025 será profundizar el trabajo territorial. “Queremos crear centros satélites para acercarnos a las comunidades. Muchas madres no pueden trasladarse hasta nuestra sede porque les representa un costo que no pueden afrontar. Si no llegamos al territorio, es difícil que podamos abordar la problemática de manera integral”, explicó.
Un llamado a
la solidaridad
Leguiza también destacó la importancia de la colaboración de particulares y empresas. “Hay empresas que donan alimentos, como huevos, y personas que contribuyen con dinero a través de débito automático. Incluso existe la posibilidad de que las empresas destinen un porcentaje de lo que pagan en impuestos al proyecto de la Fundación, gracias a la Ley de Apadrinamiento para Entidades de Salud. Cada aporte cuenta, y necesitamos que más personas se sumen a esta causa”, invitó.
Para quienes deseen colaborar, la Fundación está disponible en redes sociales como Instagram (@coninbarranqueras) y Facebook (Amigos CONIN Chaco), o a través de WhatsApp al número 3624-659776.
“Este año nos mostró que el desafío es más grande de lo que pensábamos, pero también que hay una red de solidaridad que nos acompaña. Queremos seguir sumando esfuerzos para que ningún niño ni madre quede atrás. Unidos, podemos quebrar la desnutrición infantil en el Chaco”, concluyó Claudia Leguiza.