En un contexto económico marcado por la inflación y la falta de actualización oportuna, el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) en Argentina registró una caída del 30% entre noviembre de 2023 y el mismo mes de 2024. Así lo detalla el informe «Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones», elaborado por expertos del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA.
El documento destaca que en noviembre de 2024 se produjo un nuevo deterioro del 2,4%, superior al registrado en octubre, cuando la baja fue del 1,3%. Esta aceleración en la pérdida se debe a que el monto nominal del SMVM se mantuvo sin cambios frente a un incremento sostenido de los precios en la economía.
A pesar de que el Gobierno decretó un aumento del salario mínimo el pasado 26 de diciembre, llevándolo a $279.718, este ajuste del 5,5% frente a la última actualización de octubre no alcanza a cubrir la inflación acumulada.Los trabajadores ven cómo su capacidad de compra se sigue erosionando mes a mes, con un impacto directo en su calidad de vida.
El informe también subraya que esta situación no es aislada, sino parte de un proceso más amplio de deterioro del salario mínimo. Desde diciembre de 2023, el SMVM mostró una contracción del 15% debido a la aceleración inflacionaria, seguido de una caída aún mayor en enero de este año, cuando alcanzó el 17%. Aunque hubo una leve recuperación en julio, las reducciones consecutivas de los últimos meses consolidaron una tendencia preocupante.
El salario mínimo en términos reales ahora se encuentra en un nivel inferior al de 2001, previo al colapso de la convertibilidad. Además, representa una pérdida del 61% respecto al valor máximo alcanzado en septiembre de 2011.
En cuanto al empleo asalariado formal, el informe señala que el número de trabajadores mostró una leve recuperación en septiembre, con 8.800 nuevos puestos de trabajo respecto a agosto. Sin embargo, este repunte es insuficiente para compensar la pérdida acumulada desde noviembre de 2023, que se traduce en 183.000 empleos menos (-2%).