Mañana se cumplen siete meses de la desaparición de Loan Danilo Peña, el nene de 5 años que fue visto por última vez caminando hacia un naranjal de un paraje rural de la provincia de Corrientes. En todo este tiempo se tejieron miles de teorías: que fue entregado a una red de trata de personas, que se ahogó en una laguna, que fue atropellado por uno de los acusados, que fue visto en un shopping de Barranquilla. Sin embargo, nada de eso pudo probarse, aunque en los últimos dos meses una hipótesis comenzó a cobrar fuerza: la desaparición de la víctima con fines sexuales.
Por lo pronto, Loan sigue siendo un niño perdido entre los 85 que figuran en la página de Missing Children. Como Guadalupe Lucero, la nena de 5 años que desapareció en San Luis el 14 de junio de 2021. O como Sofía Herrera, la pequeña de 3 años que fue vista por última vez en un camping de Río Grande, el 28 de septiembre de 2008. La diferencia con estos dos casos es que en la causa de Loan hay siete detenidos relacionados con el hecho central que saben lo que le pasó al nene.
Juan Pablo Gallego, el abogado que asesora a los padres del niño, asegura que la investigación tomó un rumbo claro. «Los hechos están demostrados en un 80%, tenemos la responsabilidad de los autores, la calificación legal y un procesamiento con 17 personas involucradas», advirtió.
Los principales sospechosos siguen siendo los tres familiares del nene que permanecen detenidos desde el kilómetro cero de la investigación: Antonio Benítez (38), Daniel “Fierrito” Ramírez (49) y Mónica del Carmen Millapi (36), esta última con arresto domiciliario desde diciembre pasado. También la pareja María María Victoria Caillava (53) y el ex marino Carlos Pérez (63); la tía de Loan, Laudelina Peña (46), y Walter Maciel (44), el jefe de la comisaría que intervino en las primeras horas de la investigación.
En una causa paralela hay otras diez personas procesadas. Entre ellas, el presidente de la fundación Alameda, Gustavo Vera; abogados y psicólogos pertenecientes a la Fundación Dupuy, y Nicolás «El Yanki» Soria, un oscuro personaje que se hizo pasar por funcionario de Interpol, DEA y la agencia de inteligencia norteamericana. A todos ellos se los acusa de entorpecer la causa sembrando pruebas falsas y “entrenando” a testigos para dirigir la causa hacia la hipótesis de trata de personas, una teoría que la fiscalía no descarta pero que no tiene sustento.
¿Qué pasó?
A siete meses de la desaparición de Loan, la línea que siguen los investigadores es mucho más terrenal: no hay un grupo narco detrás ni una organización internacional de trata de personas ni nada relacionado con la venta de órganos. El foco está puesto en cinco figuras destacadas de la causa (y alguna más también): Pérez, Caillava, Ramírez, Laudelina y Maciel.
La sospecha es que Laudelina es la organizadora y el nexo con la ex funcionaria Caillava y su marido, el ex militar Pérez. Fue la que convocó a todos al recordado almuerzo familiar del jueves 13 de junio en la casa de la abuela Catalina, después de la reunión previa que se llevó a cabo unos días antes. También la que coordinó la salida al naranjal y la que estuvo en contacto telefónico con la pareja cuando desapareció el menor.
“Laudelina vio cuando Pérez y Caillava se llevaban a Loan. No digo que hubo accidente ni otra cosa, pero ella ve cuando se los llevan y por algo los cubre”, apunta el abogado de la familia del nene de 5 años.
Camila Núñez, la prima de Loan que también estuvo en el encuentro familiar, volvió a declarar esta semana. Antes de hacerlo, solicitó garantías debido a su temor, lo que generó gran expectativa. Sin embargo, su testimonio no aportó información reveladora, como muchos habían anticipado. En su anterior paso por tribunales había sugerido que Ramírez, la pareja de Mónica Millapi, entregó el nene a Pérez.
¿Qué ocurrió después? Buena pregunta. Los investigadores están convencidos que Loan no salió de Corrientes. Ni siquiera llegó a la provincia de Chaco, como se creyó en algún momento. Lo que suponen es que lo subieron a la Ford Ranger de Caillava y Pérez. Eso sí, no está claro si vivo o muerto.
“La calificación penal que propuse, que es la de sustracción y ocultamiento de un menor, el artículo 146 del Código Penal, está demostrada en los siete imputados. Por supuesto que todos queremos saber dónde está Loan, qué hicieron con Loan, pero si me preguntan quién de los siete sabe lo que pasó, yo respondo tráemelo al marino, a Pérez, porque no tengo dudas que Pérez se llevó a Loan”, remarcó Gallego.
El ex marino es un actor clave. Y el más descolgado de todos. No solo por su desarrollo intelectual, social y socioeconómico, que está muy por encima del resto, sino porque además era el único de la mesa que podía darle un beneficio a la familia de Loan. ¿Un beneficio a cambio de qué?
La teoría que siguen los detectives es perversa porque está directamente vinculada a cuestiones con menores. En ese círculo aparece también el comisario Maciel y Benítez. Hay un dato que está en la causa y que muchos pasaron por alto: antes que el caso cobrara interés nacional, el jefe policial apuntó contra Benítez. Le pidió que se bajara los pantalones para revisarle el pene.
La primera hipótesis de Maciel no fue el extravío de un niño en un campo abierto sino la de un posible ataque sexual. Por si fuera poco lo subió a su camioneta y estuvo con él cerca de cincuenta minutos. ¿Lo presionó para que asumiera el delito? ¿Por qué Maciel estaría preocupado en cubrir a Benítez o Ramírez si hubieran sido ellos los que lo violaron o vendieron? Más bien el interés podría ser el de despegar del caso a Caillava y Pérez, dos personas con poder en la zona y con las que curiosamente el comisario sí mantenía una relación cercana.
La línea de investigación que plantea un accidente en el camino rural cercano a la zona donde el nene fue visto con vida por última vez no está descartada, pero sí estancada. Laudelina declaró que el hecho tuvo lugar en una curva próxima a la casa de la abuela Catalina, aunque esto resulta poco probable, ya que nadie vio ni oyó nada. Es más factible que haya ocurrido unos 500 metros más adelante, en un camino alternativo que lleva a una escuela.
En esta hipótesis vuelven a aparecer Caillava y Pérez como motores de la trama. Si lo cargaron en la camioneta por temor a perder su reputación social les salió mal. Lo que no cierra es que siete meses después nadie confiese que Loan fue víctima de un simple accidente.