El exgobernador del Chaco, Oscar Domingo Peppo, entrevistado por Radio Natagalá, expresó su preocupación por la situación actual del Partido Justicialista (PJ).
Aseguró que hay una gran incertidumbre dentro respecto a los plazos y a la claridad de los objetivos a corto plazo, especialmente con las elecciones generales programadas para mayo.
Destacó la falta de información clara y la necesidad de normalizar y regularizar el partido.
Señaló que, si bien antes se circunscribía principalmente a las figuras de Capitanich, Gustavo Martínez y él mismo, ahora emergen nuevos actores, entre los que mencionó a los intendentes justicialistas, y destacó la importancia de mantener un diálogo sincero y respetuoso para lograr consensos.
Así transcurrió parte del diálogo.
- ¿Cómo está la situación en el PJ? ¿Ya se ha pensado en el plazo para cualquier tipo de interna? Entonces, ¿el camino es el consenso?
- Según algunos, todavía no ven el plazo. Habría como un antecedente en algún momento, donde se trabajó con un programa muy reducido, y ese plazo estaría hasta alrededor del 20 o 21 de enero. Pero la verdad es que la incertidumbre es muy grande, porque desde el oficialismo, o sea, desde el partido concretamente, no estamos teniendo claridad sobre qué es lo que falta, ni información clara de qué es lo que pretenden hacer. Estamos con fecha de una elección general dentro de muy poco, en el mes de mayo, ya comenzamos a caminar el primer mes, o sea, que nos van a quedar cuatro meses, y el partido es una incertidumbre, lo cual es fundamental: el rol que va a tener en este contexto. Hay preocupación, no solo de la dirigencia, sino también de muchos militantes y adherentes, porque el Partido Justicialista es un partido vivo, el movimiento nacional justicialista. El partido es un instrumento, la base formal y legal, pero es necesaria. Desde ahí, hubo voces que se estuvieron expresando a lo largo del último semestre, básicamente, en la necesidad de regularizarlo, de normalizarlo. De ahí un proceso dictado de sociedad, y la verdad es que hay una incertidumbre. No sé cómo vamos a terminar en todo esto. Yo soy un precursor de tratar de conformar un partido nuevamente renovado, con una propuesta, sobre todo un frente electoral que sea muy, muy competitivo, pero que sea y represente un nuevo mensaje, y también quizás nuevos actores, donde debemos estar todos empujando juntos. Yo me siento comprometido.
-¿Cómo se divide el mapa de poder en el PJ? Hasta el año pasado, todo se circunscribía a lo que pasaba entre Capitanich, Gustavo Martínez y Óscar Domingo Peppo como exgobernador de la provincia. ¿Hoy hay un sector que responde a Honcheruk? - La verdad es que es interesante lo que está sucediendo, porque empezaron a haber expresiones, sobre todo genuinas, que para mí son los intendentes, de grupos de intendentes, que comenzaron a juntarse y a expresar lo que quizás decíamos nosotros, o decía yo en mi caso, antes de la pérdida del proceso electoral en 2023, en 2024, sobre por qué perdimos. Bueno, eso empezó a visualizarse y surgieron grupos. Hoy claramente me parece que hay dos grupos que están trabajando en esto, hay otros compañeros y dirigentes que también están, y bueno, me parece que sería bueno también tener acercamientos en un diálogo franco, sincero, considerado y respetado, porque antes, por ahí, el diálogo era de oídos sordos, pero me parece que hoy puede haber también espacios para buscar los consensos necesarios. Lo ideal de todo esto es una síntesis de un proceso interno que se debería dar, porque creo que, al poner también en oposición, nos ponen en igualdad de oportunidades a todos, no hay un oficialismo que pueda tener una estructura diferenciada para trabajar.
«Los ismos no
son buenos»
-¿Se terminó el coquismo? Así como en algún momento se dijo que se terminó el peppismo.
- Lo que pasa es que esos «ismos» no son buenos. Lo que debemos pensar siempre en el peronismo es en el justicialismo, que es lo que debe mantenerse y perdurar a través de una necesidad que hoy existe en el país. Tenemos un gobierno con una concepción totalmente distinta a la nuestra, en lo político, económico y social. Sin embargo, debemos recuperar la credibilidad a partir de un trabajo muy amplio que tenemos que hacer. Los «ismos» nunca fueron buenos, eso hay que decirlo, porque generaron situaciones de las que luego cuesta salir, se van dejando atrás y aparecen nuevos. Lo fuerte es que el peronismo pueda ser fortalecido, el justicialismo, las bases, la necesidad que debe tener hoy el militante de sentirse consustanciado con una causa, de trabajar por una política que le pueda cambiar su realidad.
- ¿Quiénes serían nuevas caras, ese aire fresco que hace falta al partido?
- La cosa no es nada de esto y todo de lo otro, es un proceso progresivo porque así está conformada también la sociedad. Pero creo que en el grupo de intendentes debe estar ese proceso. Yo fui intendente, surgí de ahí, y están claras a la vista quiénes son, como Magda Ayala, Juanchi García, y otros compañeros que también están trabajando en ese contexto. Hay otros grupos, como Diego Lavia, y más que están desde hace un tiempo planteando y buscando conformar un oxígeno nuevo. Si bien son viejos militantes peronistas, todos con un rol muy circunstancial, muy circunscrito a su región o a su pueblo, hoy deben asumir un rol provincial. A mí me ha pasado, nosotros fuimos un grupo, cuando estábamos los intendentes, éramos Leiva, Peppo, Roda, Honcheruk, de esa época, también estaba… Veníamos trabajando y eso fue una nueva fuerza que trajo al peronismo un oxígeno también nuevo. Hoy pasamos a ser quienes tenemos que apuntar a trabajar y asumir responsabilidades, y así se determina.
-¿Se terminó el coquismo? Así como en algún momento se dijo que se terminó el peppismo.
- Lo que pasa es que esos «ismos» no son buenos. Lo que debemos pensar siempre en el peronismo es en el justicialismo, que es lo que debe mantenerse y perdurar a través de una necesidad que hoy existe en el país. Tenemos un gobierno con una concepción totalmente distinta a la nuestra, en lo político, económico y social. Sin embargo, debemos recuperar la credibilidad a partir de un trabajo muy amplio que tenemos que hacer. Los «ismos» nunca fueron buenos, eso hay que decirlo, porque generaron situaciones de las que luego cuesta salir, se van dejando atrás y aparecen nuevos. Lo fuerte es que el peronismo pueda ser fortalecido, el justicialismo, las bases, la necesidad que debe tener hoy el militante de sentirse consustanciado con una causa, de trabajar por una política que le pueda cambiar su realidad.
- ¿Quiénes serían nuevas caras, ese aire fresco que hace falta al partido?
- La cosa no es nada de esto y todo de lo otro, es un proceso progresivo porque así está conformada también la sociedad. Pero creo que en el grupo de intendentes debe estar ese proceso. Yo fui intendente, surgí de ahí, y están claras a la vista quiénes son, como Magda Ayala, Juanchi García, y otros compañeros que también están trabajando en ese contexto. Hay otros grupos, como Diego Lavia, y más que están desde hace un tiempo planteando y buscando conformar un oxígeno nuevo. Si bien son viejos militantes peronistas, todos con un rol muy circunstancial, muy circunscrito a su región o a su pueblo, hoy deben asumir un rol provincial. A mí me ha pasado, nosotros fuimos un grupo, cuando estábamos los intendentes, éramos Leiva, Peppo, Roda, Honcheruk, de esa época, también estaba… Veníamos trabajando y eso fue una nueva fuerza que trajo al peronismo un oxígeno también nuevo. Hoy pasamos a ser quienes tenemos que apuntar a trabajar y asumir responsabilidades, y así se determina.