El gerente general de la Bolsa de Comercio del Chaco, Julio Barrios Cima, entrevistado por Radio Natagalá destacó que 2024 fue un año excepcional para el mercado de capitales, impulsado por la disciplina fiscal del Gobierno y el respeto a los contratos.
Observó que, aunque la economía sufrió una caída en la actividad, se observan signos de recuperación, como la reducción del riesgo país y el aumento del valor de los bonos y acciones, lo que refleja una mejora en la confianza de los inversores.
Remarcó que el sector agropecuario es clave en la actividad de la Bolsa, y precisó que la producción de granos en Chaco genera un valor económico de hasta $400 mil millones anuales.
Por último, auguró buenas perspectivas para que el gobierno nacional cumpla con levantar las restricciones al mercado de cambios.
-¿Cuáles son las expectativas en referencia a la Bolsa de Comercio para este año?
-La verdad es que el año ha terminado de una manera no esperada. Sobre todo si lo vemos desde el punto de vista de las dudas que había al inicio de la gestión de Milei, con tantos problemas por resolver y tantas cuestiones álgidas que debía afrontar el gobierno.
La realidad es que se trabajó muchísimo en el ordenamiento de la macroeconomía. Sin embargo, aún quedan algunas cuestiones importantes por resolver, relacionadas fundamentalmente con el levantamiento del cepo, la disminución de los índices de pobreza e indigencia, que seguramente irán bajando a medida que la inflación caiga y los niveles de ingresos se recompongan.
El saneamiento del Banco Central fue también una medida y un logro muy importante del gobierno. Además, el superávit fiscal, no solo primario sino también financiero, se logró a costa de una caída de la actividad económica. No obstante, comenzaron a observarse señales de recuperación, como lo indican varios índices.
Desde el punto de vista del mercado de capitales, 2024 ha sido un año excepcional. De la mano de la impronta del gobierno de respetar los contratos y no gastar más de lo que ingresa, se envió una señal muy fuerte a los mercados, lo que derivó en un aumento significativo en los precios de toda la deuda pública, generando importantes ganancias.
No debemos olvidar que la Argentina tenía un nivel de riesgo país de 2.500 puntos, con los consecuentes precios asociados a esos niveles, es decir, precios de default. Sin embargo, la férrea disciplina fiscal que mantuvo el Tesoro durante todo el año permitió mejorar la confianza de los inversores, tanto locales como extranjeros.
A pesar de que Argentina aún no ha realizado emisiones de deuda porque las condiciones de tasas no estaban dadas, todo esto habilitó un período de bonanza, en el que se observó una fuerte suba en el precio de los bonos, una caída significativa de las tasas de interés que pagan los bonos argentinos y, en consecuencia, una disminución del riesgo país.
De la misma manera en que los bonos han tenido un período excepcionalmente bueno, la renta variable, es decir, las acciones que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, también experimentaron un aumento significativo de valor, derivado de las mejores perspectivas que el mercado tiene respecto al futuro de la Argentina.
En definitiva, la lectura es que si la Argentina crece y genera las condiciones para que las empresas sigan expandiéndose, las cotizaciones de los papeles también deberían aumentar. Eso es, en definitiva, lo que ha sucedido, configurando un escenario en el que los precios de todos los activos financieros han explotado.
«Necesitamos reforzar las reservas internacionales»
-2025 será un año importante, ¿no?, de cara a estos desafíos.
-Totalmente. Este 2025 es un año electoral, con elecciones de medio término. Sistemáticamente, en Argentina, en los años electorales se produce un atraso cambiario, como ya ocurrió el año pasado, y una recomposición fuerte de los ingresos en términos reales. Este año no será la excepción. Desde el punto de vista de los desafíos que enfrenta el país, esto es positivo para todos.
Sin embargo, uno de los grandes retos del gobierno es el levantamiento definitivo del cepo cambiario. La brecha reducida al 10% que existe hoy es un elemento clave para dar ese paso, pero claramente necesitamos reforzar las reservas internacionales para que el Gobierno cuente con un respaldo sólido al momento de abrir el mercado.
Por eso, el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional constituye un elemento fundamental en este sentido. Aún hay trascendidos que indican que el cepo podría levantarse antes, mientras que otros sugieren que será después de las elecciones de medio término.
Lo cierto es que este año será crucial para definir ese escenario.
«La producción de granos implica hasta $400 mil millones anuales»
-¿Qué papel juega el agro en general dentro de las actividades de la Bolsa de Comercio del Chaco?
-El agro es muy importante porque nosotros tenemos una unidad de agronegocio que se dedica a dos actividades, básicamente.
En primer lugar, el análisis de granos, es decir, contamos con un laboratorio ubicado en el centro de acopio y embarque del Puerto de Barranqueras, que analiza muestras de trigo, soja, maíz y girasol, entre otros productos de la producción primaria de la provincia, para validar la calidad de estos commodities.
En segundo lugar, el laboratorio moviliza aproximadamente entre 20 mil y 30 mil muestras por año.
-¿Hay buena calidad de producto en el Chaco?
-Sí, sí. No así los rindes, porque, como mencioné antes, no estamos en la zona núcleo y claramente hay diferencias. Pero sí. La otra unidad que tenemos es la registración de contratos, que básicamente se encarga de registrar contratos de compra-venta de granos entre productores o acopiadores con exportadores.
Esta unidad moviliza entre 2 millones y 3 millones de toneladas de granos por año, lo que equivale aproximadamente al 50% o 60% de la producción de granos de la provincia. Esto implica un valor económico de entre $300 mil millones y $400 mil millones anuales.
Como Bolsa de Cereales, participamos junto con las otras seis bolsas de cereales del país en actividades propias del ecosistema agroindustrial.
Un ejemplo de ello es el programa argentino Carbono Neutro, una iniciativa conjunta de las bolsas de cereales que busca determinar el balance de carbono de las principales cadenas agroindustriales y generar condiciones para que aquellas que aún no logran la neutralidad de carbono o emisión neta cero de gases de efecto invernadero puedan alcanzarla. Este desafío lo venimos llevando adelante desde 2019 junto con todas las bolsas de cereales del país.
El agro también está muy vinculado al mercado de capitales, fundamentalmente porque este facilita, entre otras cosas, financiamiento al sector agropecuario a través de diversas alternativas que la Bolsa y el mercado de capitales ponen a disposición de los clientes, en muchos casos en condiciones más convenientes que el sistema financiero tradicional.
Además, la Bolsa provee soluciones para que los productores puedan hacer cobertura de tasa y de precios de sus productos a través de los mercados de futuros y opciones disponibles en la Argentina.
Son instrumentos poco conocidos, pero cada vez tienen mayor adopción a medida que el mercado de capitales se convierte en una opción válida para los distintos actores. Hoy en día, el mercado de capitales ha crecido enormemente, en gran parte gracias a la facilidad de acceso.
Actualmente, es muy sencillo descargar una aplicación en el celular y operar en este ámbito. Lo hemos visto especialmente con las billeteras virtuales, donde muchas personas, sin saberlo, están invirtiendo en el mercado de capitales.