El presidente de la Fundación Ciudad Limpia, Carlos Alabe, abordó una de las problemáticas más persistentes en Resistencia: la tracción a sangre.
En declaraciones a Radio Natagalá, Alabe insistió en la necesidad de encontrar soluciones definitivas para erradicarla, garantizando tanto la protección de los animales como la dignificación de las familias que dependen de este sistema para su sustento diario.
«Muchos candidatos políticos han prometido eliminar la tracción a sangre, pero el problema sigue vigente. Es triste ver a familias enteras dependiendo de un caballo mal alimentado para recolectar cartón, latas y otros materiales reciclables. Es una imagen que nos retrasa como sociedad», expresó Alabe.
Asimismo, recordó que en muchas otras ciudades argentinas, como Santiago del Estero y Corrientes, la tracción a sangre ha sido erradicada con éxito, lo que demuestra que es una meta alcanzable. «No estamos en otro planeta. Si ellos pudieron, nosotros también. No hay justificación para seguir perpetuando un sistema obsoleto», afirmó.
Alternativas viables
Uno de los principales puntos que Alabe destacó es la existencia de alternativas para reemplazar la tracción a sangre.
En este sentido, propuso la utilización de motocargas adaptadas a partir de motos abandonadas en el Corralón Municipal. «Si un humano puede tirar un carro, no tiene sentido que usemos un caballo para hacerlo. Hay miles de motos en el corralón que podrían ser recuperadas y adaptadas para esta función», explicó.
Asimismo, sugirió la implementación de cooperativas y programas piloto para demostrar la viabilidad de estas alternativas. «Tenemos que trabajar en conjunto: el municipio, los recicladores y los vecinos. Es posible resolver este problema si hay voluntad política», insistió.
Falta de decisión política
Para Alabe, el mayor obstáculo en la eliminación de la tracción a sangre es la falta de decisión política. «Se gastan recursos en cuestiones menos importantes, pero no se invierte en soluciones reales para este problema.
Es inconcebible que en una ciudad que busca fomentar el turismo y la modernización aún tengamos imágenes de familias enteras viajando en carros tirados por caballos desnutridos», enfatizó.
También criticó la inacción de las autoridades. «Siempre se habla de relevar a los carreros, pero nunca se pasa de ahí. No necesitamos más diagnósticos, necesitamos acciones concretas. Hay que convocar a todos los actores involucrados y buscar soluciones reales», señaló.
Además, mencionó la contradicción de las normativas vigentes en la ciudad. «Si una persona no usa casco en una moto, recibe una multa y le retiran el vehículo.
Sin embargo, a un carrero que usa un caballo mal alimentado para subsistir no se le ofrece una solución alternativa. No se trata de sancionar, sino de reemplazar este sistema con algo digno y sostenible», explicó.
Compromiso
con la comunidad
Alabe también se refirió a la labor de la Fundación Ciudad Limpia en la recolección y reciclaje de materiales, destacando que su enfoque siempre ha sido el de generar impacto positivo en la comunidad. «Nosotros recibimos tapitas, cartón, plástico, y nunca hemos necesitado de la tracción a sangre para hacerlo. Hay métodos más eficientes y modernos que pueden implementarse», sostuvo.
En este sentido, propuso la creación de una escuela de formación para conductores de motocargas. «Podríamos formar entre 10 y 50 personas para operar estos vehículos adaptados. La inversión inicial se recuperaría rápidamente con el trabajo que generan los recicladores», afirmó.
El estado de la Casa Garrahan en Resistencia
En otro tramo de la entrevista, Alabe expresó su preocupación por la situación de la Casa Garrahan en Resistencia, un proyecto destinado a brindar alojamiento a niños que reciben tratamiento en el hospital pediátrico. Según explicó, la casa no está operativa debido a la falta de fondos para su mantenimiento.
«Hicimos un pacto con el Gobierno: la comunidad construyó el edificio y el Gobierno se comprometió a financiar su funcionamiento», aseguró.
Un llamado
a la acción
En otro punto, Alabe cerró la entrevista con un llamado a la acción tanto a las autoridades como a la comunidad. «Necesitamos trabajar juntos para resolver estos problemas.
No podemos seguir estancados en el siglo pasado. Hay que avanzar como sociedad y buscar soluciones que dignifiquen a las personas y protejan a los animales», concluyó.