La organización internacional ambientalista, Greenpeace presentó una denuncia formal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, impugnando la legalidad de las recientes modificaciones en los Ordenamientos Territoriales de Bosques Nativos (OTBN) de las provincias de Salta y Chaco.
Según la ong, estas nuevas regulaciones permitirán la destrucción de casi 2 millones de hectáreas de bosques nativos, lo que supone un grave retroceso en la protección ambiental.
“La deforestación parece no tener límites. Los nuevos Ordenamientos de Bosques de Salta y Chaco no sólo son regresivos, sino que buscan legalizar crímenes ambientales en zonas que anteriormente estaban protegidas. La flexibilización de estas leyes es completamente ilegal, y pone en peligro la existencia de los bosques nativos, de su rica biodiversidad y de las comunidades que los habitan”, señaló Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace.
En su escrito, firmado por su Directora Ejecutiva, Natalia Machaín y el abogado Enrique Viale, la organización denunció ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación que el nuevo Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de Salta viola la Ley Nacional de Bosques porque: “permitirá desmontes en 720.000 hectáreas, una superficie sumamente excesiva; valida los desmontes ilegales ya realizados y no obliga a su restauración; habilita a autorizar desmontes en bosques actualmente protegidos; provoca la fragmentación del territorio de grandes mamíferos amenazados, como el yaguareté; y porque para su elaboración no fueron consultadas las comunidades indígenas”.
Respecto a la nueva normativa forestal de Chaco, Greenpeace advirtió que la misma “permitirá el desmonte legal de cerca de 1.200.000 hectáreas, desprotegiendo corredores de conservación de grandes mamíferos como el yaguareté y legalizando las recategorizaciones prediales, (…) que ya habían flexibilizado de manera irregular al Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos original. En ese sentido, la nueva zonificación redujo un área clave en términos de corredores de conservación como lo es la zona lindera al Parque Nacional Copo y las Reservas provinciales Loro Hablador y La Pirámide”.
Finalmente, la organización ecologista señaló que “las recientes actualizaciones de los Ordenamientos Territoriales de Bosques Nativos (OTBN) de las provincias de Salta y Chaco no reflejan en sus zonificaciones lo establecido por los científicos y ponen en serio riesgo la supervivencia del yaguareté en el Gran Chaco argentino”.
En este sentido recordaron que «Salta y Chaco son dos de las provincias con más deforestación del país en las últimas tres décadas, por el avance de la frontera agropecuaria».
Por esto indicaron. “Esperamos que la Corte Suprema atienda con urgencia nuestras denuncias, para poner freno a estos retrocesos inadmisibles por parte de las provincias. Mientras, los bosques siguen desapareciendo. Es un ecocidio que continúa impune”, afirmó Cruz.
Informe deforestación 2024
La ong ambientalista, en su informe anual 2024, reveló la superficie deforestada entre enero y diciembre de 2024 en las provincias de Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta.
El reporte incluye documentación fotográfica de desmontes realizados en dicho período.
Por otra parte, se incorpora un relevamiento satelital de la superficie que fue afectada por incendios forestales en dichas provincias.
De esta forma pueden asegurar que durante 2024 en el norte de Argentina se desmontaron 119.886 hectáreas de bosques nativos (Santiago del Estero 54.123 hectáreas, Chaco 39.182 hectáreas, Formosa 15.069 hectáreas y Salta 11.512 hectáreas).
Además alertaron que más del 80% de los desmontes en la provincia de Santiago del Estero sean ilegales, ya que se realizaron en bosques clasificados en las Categorías I, Rojo y II, Amarillo, donde no está permitido.
«Es importante destacar la ilegalidad de la totalidad de las hectáreas deforestadas durante 2024 en Chaco, ya que los desmontes se encontraban suspendidos por la justicia provincial desde el 16 de octubre de 2020, ante la falta de actualización de su Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos».
En cuanto a los incendios forestales, durante 2024 en el norte del país se quemaron 29.763hectáreas (Formosa 21.846 hectáreas, Salta 3.591 hectáreas, Chaco 2.536 hectáreas y Santiago del Estero 1.790 hectáreas). «Cabe señalar que la mayor parte de los incendios forestales se produjeron en la provincia de Formosa, destacándose el ocurrido en el Parque Nacional Río Pilcomayo», resaltaron.
La sumatoria de áreas desmontadas e incendiadas revela que la pérdida de bosques nativos durante 2024 en el norte del país fue de 149.649 hectáreas (Santiago del Estero 55.913 hectáreas, Chaco 41.718 hectáreas, Formosa 36.915 hectáreas y Salta 15.103 hectáreas).
«Si bien, comparado con la década anterior a la Ley de Bosques, desde el año 2014 se mantiene cierta tendencia de disminución de los desmontes, cabe advertir que la pérdida de bosques en el norte del país durante 2024 fue superior a la del año anterior (134.700 hectáreas, según datos oficiales)».
A modo de conclusión la organización sostuvo: “Es evidente que las multas no son suficientes para desalentar desmontes ilegales e incendios forestales; y los responsables rara vez son obligados a reforestar. En muchos casos es clara la complicidad de funcionarios”, alertó.
“El consenso científico viene alertando sobre la emergencia climática y de biodiversidad en la que nos encontramos. En ese sentido, más deforestación significa más cambio climático, inundaciones, desertificación, desalojos de comunidades campesinas e indígenas, desaparición de especies en peligro de extinción y enfermedades.Frente a esta alarmante situación, consideramos que en forma urgente deben prohibirse y penalizarse tanto los desmontes como los incendios forestales”, indican.
La importancia de los bosques y el ordenamiento
Greenpeace destacó que los bosques y selvas concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta. «Nos brindan bienes y servicios indispensables para nuestra supervivencia, como alimentos, maderas y medicinas. Son el territorio y el sustento de comunidades indígenas y campesinas. Y cumplen un rol fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua, y la conservación de los suelos», recordaron.
No obstante, aseguraron que Argentina se encuentra en emergencia forestal. Según datos oficiales, entre 1998 y 2023 la pérdida de bosques nativos en el país fue de cerca de 7 millones de hectáreas, una superficie similar a la de la provincia de Formosa. proximadamente el 75% de los desmontes se concentran en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa. «Sobre todo en los bosques del Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica y una de las áreas más ricas en biodiversidad del mundo, con 3.400 especies de plantas, 500 aves, 150 mamíferos, 120 reptiles y 100 anfibios», dimensionó el informe.
«Las principales causas de la pérdida de bosques son el avance de la frontera agropecuaria(mayormente para ganadería intensiva y soja transgénica que en gran medida se exportan a Asia y Europa) y los incendios forestales», enumeraron.
En este contexto recordaron que la sanción, a fines de 2007, de la Ley de Bosques (26.331) «fue un logro sin precedentes y un ejemplo de la importancia de la participación de la sociedad civil, que presionó al Congreso Nacional mediante un millón y medio de firmas», evocaron.
«Tras 17 años de implementación de la normativa, todas las provincias realizaron el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos (OTBN), los cuales prohíben los desmontes en casi el 80% de las zonas forestales (Categorías I, Rojo y II, Amarillo)», reconocieron. Sin embargo, los ordenamientos de Formosa, Corrientes y Buenos Aires fueron muy cuestionados por organizaciones sociales por dejar amplias zonas clasificadas en la Categoría III, Verde, donde se permite solicitar permisos de desmonte. Por otra parte, algunos ordenamientos (Salta, Chaco) fueron ilegalmente modificados por los gobiernos provinciales mediante la sistemática realización de recategorizaciones prediales que disminuyeron las áreas donde estaba prohibido el desmonte», repasaron el proceso.
Asimismo advirtieron que «muy pocas provincias realizaron la actualización de su OTBN, las cuales según la reglamentación de la norma deben hacerse cada 5 años, de manera participativa y sin retroceder respecto a las zonas donde no se permite deforestar».
Greenpeace afirmó en esta linea que «las recientes actualizaciones de los ordenamientos de Salta y Chaco aumentaron las áreas donde estará permitido acceder a un permiso de desmonte, violando lo establecido por la Ley de Bosques»