Alejandro Pegoraro se refirió a la reciente controversia en torno a la criptomoneda $Libra y al papel del presidente Javier Milei, en la promoción de este activo digital. El episodio ha desatado una ola de cuestionamientos sobre la transparencia y la seguridad en el mercado cripto.
«Lo que ocurrió con $Libra no fue un proyecto de inversión, sino un esquema orientado a una toma de ganancias muy rápida por parte de los creadores del token», afirmó Pegoraro. «Hubo muchas irregularidades, y con el diario del lunes, al analizar los movimientos del token, se hace evidente que esto no era propio del ecosistema cripto», dijo.
Según detalló el analista, el hecho más resonante fue que al momento de su lanzamiento, el 87% de la tenencia de los tokens estaba concentrada en solo nueve personas: «Esto es algo poco habitual en el mundo cripto, donde las tenencias suelen estar más distribuidas. En promedio, los creadores de un token tienen entre un 10% y un 11% de participación. Ya de entrada, este esquema debió haber generado dudas y escepticismo».
Pegoraro explicó que «el apoyo del presidente Milei fue lo que le dio valor al token, y no el token en sí mismo». En este sentido, subrayó que el mercado cripto se basa en la confianza de los inversores y en la credibilidad del proyecto. «El cripto de Milei fue el catalizador que atrajo inversores en diferentes niveles de inversión», afirmó.
Una operación restringida y especulativa
«No cualquiera pudo acceder a esta inversión», aclaró Pegoraro y dijo: «Por cómo estaba armado el token, era necesario tener conocimientos previos sobre criptomonedas y el uso de wallets específicas. No era un activo de acceso universal».
Sin embargo, destacó que la presencia de Milei generó confianza, dado que el presidente argentino es una figura de referencia en el mundo liberal. «Esto provocó que muchos inversores vieran una gran oportunidad de rentabilidad», aseveró.
El resultado fue un fuerte fondeo en las primeras tres o cuatro horas tras el anuncio en redes sociales. «El token se lanzó con un valor de 0,00001 centavos de dólar y llegó a un pico de 5 dólares en pocas horas», señaló el consultor.
«En ese momento, los principales tenedores, esas nueve personas que concentraban el 87% del activo, tomaron ganancias, lo que provocó el desplome del precio y dejó a unas 44 mil personas con pérdidas totales en su inversión», relató.
Criptomonedas:
un mundo de oportunidades y riesgos
Consultado sobre la naturaleza de las criptomonedas, Pegoraro explicó: «Las criptomonedas son activos digitales creados dentro de comunidades tecnológicas que buscan generar valor en el mundo digital».
A diferencia de las monedas tradicionales, las criptomonedas no están respaldadas por reservas de oro o dólares, sino por sistemas de seguridad y tecnología blockchain. «Este sistema garantiza la seguridad de las transacciones, pero también lo vuelve un mundo complejo para quienes no estén familiarizados con su funcionamiento», comentó.
Sobre la naturaleza especulativa de estos activos, Pegoraro mencionó el caso de Dogecoin, impulsado por Elon Musk, y el propio Bitcoin: «Son criptomonedas cuyo valor está determinado por la comunidad que las respalda y por el flujo de compra y venta en el mercado».
Los tokens, explicó el analista, son un tipo de activo digital que representa una participación en un proyecto. «Puede estar respaldado por infraestructura, por capital humano o por cualquier otro activo». Sin embargo, advirtió que no todos los tokens tienen respaldo real. «En el caso de $Libra, la promoción inicial hablaba de financiar proyectos productivos, pero en la práctica solo sirvió para una captación especulativa de fondos», relató.
Al preguntarle si cualquier persona puede invertir en criptomonedas, Pegoraro respondió: «Técnicamente sí, pero en la práctica no es tan simple». Explicó que se necesita un mínimo conocimiento sobre el funcionamiento del ecosistema y el uso de herramientas específicas: «Las billeteras digitales con las que se opera en este mercado no son las mismas que se usan en servicios de pago tradicionales».
Para ilustrarlo, lo comparó con la inversión en mercados financieros tradicionales: «Si uno quiere invertir en la Bolsa de Comercio del Chaco o en un bróker internacional como Binance, debe crear una cuenta comitente y operar desde una plataforma específica. En el caso de las criptomonedas, el proceso es similar, pero con mayor complejidad».
La legalidad de las criptomonedas y su futuro
En cuanto a la legalidad de las criptomonedas, Pegoraro afirmó: «No son ilegales, pero tampoco están reguladas». Explicó que la falta de regulación es, a la vez, una fortaleza y una debilidad del sistema.
«Por un lado, permite la descentralización y evita controles gubernamentales. Pero, por otro, genera un campo propicio para esquemas fraudulentos», finalizó.
En este contexto, el consultor sostuvo que «ningún país del mundo ha regulado completamente el mercado cripto» y que el debate sobre su regulación seguirá en crecimiento. «Algunos creen que la falta de regulación es una ventaja, mientras que otros señalan que puede generar casos de estafa como el de $Libra».
En otra parte, Pegoraro reflexionó sobre el impacto del episodio. «Lo que vimos con $Libra es un claro ejemplo de los riesgos de los mercados desregulados y del poder de la confianza en este ecosistema. El respaldo de una figura pública como Milei puede disparar la demanda de un activo, pero si el proyecto carece de sustento real, las consecuencias pueden ser devastadoras para los inversores».
En un mundo donde las criptomonedas siguen ganando protagonismo, la clave para los inversores será comprender los riesgos y oportunidades de este mercado, y evaluar con cautela la credibilidad de los proyectos antes de apostar su dinero.
«El proceso
de desinflación
es claro»
En otra parte Pegoraro analizó el último dato de inflación del 2,2% en enero y destacó que la tendencia a la baja es evidente, aunque advirtió que aún persisten factores que podrían alterar el equilibrio económico.
«Es una ratificación del proceso de desinflación, que es claro. Obviamente, después podemos entrar en el debate sobre la metodología de medición del Índice de Precios, pero dejando eso de lado, el proceso de baja de la inflación es innegable», afirmó Pegoraro.
Sin embargo, aclaró que «todavía no podemos decir que está del todo consolidado, sobre todo porque hay muchos precios de servicios que aún están intentando acomodarse. Además, hay incrementos en servicios regulados que todavía están pendientes de aplicación».
El analista destacó que «al menos hay un sendero que permite ser medianamente optimista en términos de recuperar cierto equilibrio de precios para este año» y que podría cerrarse «en torno a dos dígitos de inflación anual, pero alejándose del 100% y acercándose más al 10%».
El impacto
de la recesión
En su análisis, Pegoraro también advirtió que la caída de la inflación está relacionada con la recesión económica: «Más allá de que la economía está intentando reactivarse, todavía no se trata de una reactivación plena. Cuando la economía empiece a mostrar signos de crecimiento, también va a representar un desafío para el sistema de precios».
«Buena parte de la explicación de por qué cae la inflación en 2024 tiene que ver con la recesión. Cuando la economía está planchada, los precios tienden a bajar; cuando hay expansión, los precios tienden a subir», remarcó.