El ex ídolo de Chaco For Ever de la década del 60, Carlos Sandoval, fue asesinado el miércoles en San Isidro, en Buenos Aires, tras quedar en medio de un ajuste de cuentas entre bandas armadas.
Diego, sobrino de la víctima (71), transmitió el dolor de toda la familia y remarcó la inseguridad que se vive en el barrio. «Los tiroteos son moneda corriente y se incrementaron en los últimos días y en cualquier horario», aseguró en declaraciones al diario Crónica.
En un principio, el episodio fue confuso y se creyó que un sicario asesinó de manera confusa a Sandoval. Sin embargo, la familia aclaró que no fue así. «Los asesinos andaban en banda y ya habían amenazado que iban a matar a muchas personas de la cuadra. Le tocó a mi tío, pero podía haber sido para cualquiera», dijo.
Sobre lo sucedido en las últimas horas del miércoles agregó que su tío, conocido como Cuchi en el barrio, encontró la muerte de manera injusta.
«Él todas las tardes se sentaba en la vereda de su casa y hablaba con los vecinos que pasaban. Era muy querido. Siempre tenía una palabra de aliento. Tuvo la mala suerte de que cuando se dirigía al almacén quedó en el medio del tiroteo», aseveró y agregó: «Los delincuentes habían advertido que iban a matar a todos. Mi tío recibió un tiro en la cabeza, pero le podría haber pasado a una mujer, a un chico, a mí…».
A su vez, quiso desmentir una versión que circuló en los medios de manera errónea: «Ni Cuchi, ni ningún miembro de nuestra familia tenía conexión con estos delincuentes. No los conocemos».
Cuando ocurrió el sangriento desenlace, su esposa, Ignacia Aguirre, se descompensó y tuvo que ser atendida de urgencia en el hospital de San Isidro.
La mujer ya recibió el alta y esperan que desde la morgue judicial entreguen el cuerpo de su marido para poder darle el último adiós.
EL HISTORIAL
DE CARLOS
Sandoval era oriundo del Chaco, era padre de cuatro hijos y fue jugador del Club Chaco For Ever. Durante sus últimos 20 años trabajó en el colegio parroquial Santo Domingo Savio.
Por el crimen, la Departamental San Isidro de la Policía Bonaerense arrestó a cinco sospechosos, entre ellos, el presunto tirador.
El auto Peugeot 208, de donde provinieron los tiros, fue hallado a cinco cuadras del hecho. Sobre esto, los familiares aseguran que «los disparos no solo fueron desde el auto, sino también desde una moto».
Vecinos, familiares y amigos marcharon el jueves a la tarde hacia la comisaría de La Cava en pedido de justicia y la finalización de lo que ellos llaman «zona liberada».