La Cámara Primera en lo Criminal, a cargo del juez Rodolfo Lineras, condenó ayer a la mañana a la pena de tres años de prisión en suspenso a los policías Rubén Ponce, Julio Rivero y Nélida Rojas, por detener ilegalmente a un joven con discapacidad al que confundieron con un ladrón.
Además, fueron inhabilitados por seis años para ejercer cargos públicos, aunque mientras la sentencia no esté firme, los funcionarios policiales continuaran perteneciendo a la fuerza pública.
Los tres policías fueron juzgados por la detención ilegal de Emanuel Agudo, un joven con «Trisomía 21» que el 8 de abril del año pasado, fue perseguido y detenido violentamente al confundirlo con un ladrón.