El Ministerio de Salud de Chaco lanzó la alerta epidemiológica al comprobar un caso de hantavirus en un paciente que desarrollaba tareas rurales en Río Muerto, pequeña comunidad del oeste chaqueño que limita con Santiago del Estero.
El paciente habría estado desarrollando tareas en la zona boscosa y rural de esa comunidad ubicada a la vera de la ruta nacional 16, a unos 302 kilómetros al oeste de Resistencia.
El trabajador rural fue internado en terapia intensiva en el hospital de campaña de Corrientes, por lo cual Salud del Chaco, a través de la Dirección de Epidemiología, emitió una serie de recomendaciones e instó a los equipos de salud a intensificar la vigilancia epidemiológica sospecha de hantavirus.
Asimismo, el ministro de Salud confirmó a LA VOZ DEL CHACO el caso y detalló una serie de recomendaciones para evitar contagios.
CÓMO ES LA ENFERMEDAD
Las enfermedades causadas por hantavirus son zoonosis emergentes y originadas por virus que hoy conforman el género orthohantavirus. Estos son transmitidos al ser humano por vía inhalatoria, mediante aerosoles de secreciones, o por contacto directo con las secreciones de algunas especies de roedores.
En América, el cuadro clínico típico es un síndrome febril agudo con gran malestar general, frecuentemente asociado a afecciones gastrointestinales, seguido de un inicio repentino de dificultad respiratoria e hipotensión.
LOS ROEDORES
Los reservorios de los hantavirus son aquellos roedores que habitan entornos rurales; sus madrigueras pueden hallarse entre arbustos, grietas o huecos de troncos o debajo de ellos, por lo tanto la población que habita o trabaja en estas zonas es la más afectada.
La transmisión al humano generalmente ocurre al introducirse en el hábitat de los roedores en zonas suburbanas y ambientes rurales, principalmente en los peri-domicilios y durante el desarrollo de actividades laborales, recreativas, o en lugares cerrados como galpones o depósitos infestados por roedores.
La infección dentro del domicilio puede ocurrir por invasión de roedores silvestres en busca de alimento o refugio.
Se considera que presentan mayor riesgo de exposición para contraer el síndrome cardiopulmonar por hantavirus (SPH) los siguientes grupos de población:
-Pobladores o trabajadores rurales, camioneros o transportistas, guardafaunas, guardaparques, gendarmes, policía, trabajadores de vialidad, trabajadores municipales, recolectores de residuos, de sectores rurales donde habita el reservorio.
-Turistas, acampantes, pescadores, etc. que ocupan cabañas que han permanecido cerradas o refugios naturales en áreas con evidencia de roedores.
AGENTE ETIOLÓGICO
Son virus de genoma a RNA simple cadena, trisegmentado y con envoltura. Pertenecen al género Orthohantavirus, familia Hantaviridae, subfamilia Mammantavirinae.
En la Argentina, los virus asociados a casos de SPH son: Andes, Lechiguanas, Buenos Aires (HU39694), Plata, Orán, Bermejo, Juquitiba y también el virus Laguna Negra y Alto Paraguay. En la región Central otros genotipos se han identificado en roedores, pero no fueron asociados con enfermedad en humanos (virus Maciel, Pergamino y Leyes).
Modos de transmisión
El virus es eliminado por los roedores infectados mediante sangre, secreciones o excretas y es transmitido al ser humano por inhalación a través de aerosoles. Otras posibles vías de transmisión son a través del contacto con excrementos o secreciones de ratones infectados con las mucosas conjuntival, nasal o bucal, o por la mordedura del roedor infectado.
También se han documentado casos esporádicos de transmisión interhumana de cadenas cortas (transmisión desde un caso primario a un solo contacto estrecho, y sin propagarse del contacto infectado a nuevos contactos), en el sur y centro del país (por virus Andes y Buenos Aires).
Reservorio – Vector
Asimismo, en el país, los reservorios son roedores silvestres y se reconocen en el noreste a oligoryzomys nigripes para el virus juquitiba y oligoryzomys flavescens para lechiguanas; estos roedores habitan entornos silvestres y rurales. El reservorio del virus Alto Paraguay en la Argentina aún no se ha identificado.
Período de incubación
El período de incubación fluctuaría entre 7 a 45 días. En algunos casos, la información disponible ha permitido una mejor estimación, acotando este período a un lapso de entre 9 y 24 días, estableciéndose por convención en 30 días.
VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA
Caso sospechoso
Toda persona de cualquier edad y sexo que presente las siguientes tres condiciones:
-Fiebre aguda, sin afección de las vías aéreas superiores (ausencia de dolor de garganta y secreción nasal) y sin etiología definida.
-Al menos uno de los siguientes signos o síntomas:
Cefalea, mialgias, malestar general, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, dificultad respiratoria, disnea, infiltrados intersticiales.
-Hallazgos de laboratorio tales como descenso de plaquetas y presencia de inmunoblastos.
-Al menos uno de los siguientes antecedentes epidemiológicos entre 1 a 6 semanas previas al inicio de los síntomas:
a) Exposición en el hábitat de roedores reservorio o zona endémica.
b) Haber tenido contacto estrecho con un caso confirmado de hantavirus andes durante el período de transmisibilidad de este último (dos días previos y hasta 5 días posteriores al inicio de la fiebre del caso de hantavirosis).
MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y CONTROL
Control de roedores: es importante realizar actividades de difusión y educación estimulando hábitos y prácticas para controlar la población de roedores en el medio, evitando factores que posibiliten la anidación, reproducción y alimentación e ingreso a los domicilios.
Control del paciente: no existe tratamiento específico. Tratamiento de sostén del caso, que deberá ser asistido en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria.
Control de contactos o expuestos al mismo riesgo: observación clínica de los convivientes del caso y expuestos al mismo riesgo.