Guillermo Agüero brindó detalles sobre el proceso de ordenamiento de las finanzas públicas que lleva adelante la actual gestión provincial. En un diagnóstico crudo de la situación heredada, Agüero subrayó la necesidad de reconstruir la paz social, combatir la corrupción y encarar los déficits estructurales que arrastra el Chaco.
«Primero que nada, debemos reconstruir y recuperar la paz social», señaló Agüero. «Era una característica de esta provincia que fue quebrada por enormes injusticias, por el desmanejo y el desvío escandaloso de fondos públicos que se ha materializado durante los últimos 16 años», advirtió.
En declaraciones a Radio Libertad, el subsecretario hizo hincapié en la imagen negativa que hoy tiene el Chaco a nivel nacional: «Ayer veía las noticias en los medios nacionales y somos el ejemplo del mal. Ejemplo del desmanejo y la corrupción que devastaron nuestra provincia», lamentó.
«Construir con equidad y justicia»
En este contexto, Agüero remarcó que el Gobierno trabaja para «construir bajo un criterio de equidad y justicia una sociedad donde reine la paz social», como condición indispensable para poder avanzar en cuestiones fundamentales del desarrollo.
Parte del proceso de recuperación implica también la restitución de bienes y recursos que fueron objeto de maniobras delictivas. «Charlábamos con el jefe de Policía, quien explicó esta mañana que todos los bienes decomisados en el marco de la mega causa de lavado van a ser restituidos», dijo.
Agüero fue claro respecto de las inquietudes de la ciudadanía: «Muchos se preguntan si ese dinero ya se perdió. La respuesta es no. Se está trabajando en la justicia en los decomisos, las incautaciones y luego en la asignación de esos recursos. Obviamente, los bienes serán restituidos».
Avances en la
causa judicial
Consultado sobre el avance de las investigaciones judiciales, Agüero resaltó: «Esperamos que la justicia siga haciendo el trabajo que viene haciendo. Ya se ha logrado la detención del titular del IAF y de funcionarios de otros ministerios de la gestión anterior, con citaciones a indagatoria. Entendemos que se avanza en el buen camino y celebramos que las acciones se lleven adelante de esta manera».
El funcionario también apuntó a la complicidad entre sectores piqueteros y funcionarios: «Es fundamental acreditar en los expedientes judiciales, con pruebas sólidas, la convivencia que hubo entre dirigentes piqueteros y altos funcionarios provinciales».
Auditar y ordenar: la prioridad
Respecto al proceso de ordenamiento interno del Estado, Agüero comparó la situación con «rascar un poquito y que aparezcan nuevas irregularidades». «Cada vez que rascás, encontrás más y más», describió.
En este sentido, destacó que «ordenar ha sido una prioridad sin dudas». «Lo que hemos encontrado es preocupante. Por eso, la auditoría y la revisión de cada área son imprescindibles para sentar las bases de un futuro diferente», explicó.
Agüero reconoció que si bien se ha avanzado desde el primer día de gestión, todavía «queda mucho por hacer». «Ordenar es condición para consolidar políticas públicas sostenidas que resuelvan los enormes déficits estructurales que afectan a esta provincia», insistió.
Déficits históricos: agua, energía y educación
Entre los principales problemas, Agüero mencionó la crítica situación en materia de infraestructura. «El déficit en energía es grave, pero más aún lo que ocurre con el agua. Tal vez en Resistencia no se perciba con la misma intensidad, pero en el interior hay 600 mil habitantes con severos problemas de acceso al agua potable», denunció.
Sobre el inconcluso acueducto, fue tajante: «Es una obra que debería haberse terminado hace años. Hoy, a más de un cuarto del siglo XXI, aún falta un 18% de su grado de avance. Es una deuda inaceptable».
También se refirió al estado de la educación: «Ha habido una verdadera tragedia educativa. Ayer veía videos de chicos chaqueños en Malvinas, provenientes de los lugares más humildes, que hablaban con una propiedad, con un lenguaje, con amplitud de conceptos que hoy ya no vemos en nuestros chicos», relató con preocupación.
Según Agüero, «la destrucción del tejido social» que sufrió el Chaco en las últimas décadas «va a llevar años en revertirse».
«Hubo una devastación de valores, de principios, de nociones básicas de ciudadanía, y esto no se repara de un día para el otro», agregó.