En los hechos, debió concluir el 9 de marzo. No fue así. La decisión de la Junta Electoral, aprobando el escrutinio definitivo y la proclamación de candidatos quedó, y sigue en suspenso. Su definición gravita, de lleno, en la conformación del escenario político provincial, como dos decisiones de alto impacto: quién es el candidato de Javier Milei en Corrientes, y quién representará al gobierno de la provincia.
Martínez Llano dijo, desde el primer día, que acompañaría a la intervención en la medida en que haya reglas de juego claras, aunque advirtió, sin medias tintas, y delante de la propia interventora Teresa García -en términos figurativos, claro está- que estaría con «un cuchillo en la panza», porque siempre tuvo en claro que, frente a los abusos en el uso de los resortes electorales, está el amparo de la Justicia, en cuyos estrados tuvo resonantes triunfos como la candidatura de Mirta Salazán, avalada por unanimidad en la Corte Suprema; la candidatura de Herminia Escalante Ortiz, que fue el primer fallo en materia de cupo por parte de la Cámara Electoral Nacional; o el de la candidatura de la concejal Modesta Benítez, respaldada por un fallo del Superior Tribunal de Justicia.
Ni qué decir de lo que fueron las internas frente a Julio Romero, que hicieron historia, como las dos internas frente a la poderosa estructura formoseña comandada por el exgobernador Vicente Joga, instalado en Corrientes.
Después de la última interna del 99, en la que logró la candidatura a primer diputado nacional por el 84% de los votos frente al intendente Eduardo Galantini, entendió que algunas cosas debían modificarse para que el partido sirva para ganar elecciones y no como reducto de grupos de control que se perpetúan en el tiempo sin una vocación de poder clara.
Por ello, propuso desdoblar las elecciones internas de modo que, en día distinto, se vote en todos los pueblos, sin injerencia de la dirigencia nacional o provincial. No se hizo caso. Se prefirió el atajo de tomar por asalto al PJ.
Fue entonces que el ex diputado nacional advirtió que su par, la expresidenta Cristina Kirchner, se pelaría la frente con el horcón del medio. Corrientes terminó siendo «la punta del iceberg» de una rebelión que comenzó a extenderse a otros distritos y que está haciendo eclosión en la provincia de Buenos Aires, reducto de los Kirchner luego de perder Santa Cruz.
También, desde entonces, el conductor de Vamos Compañeros entendió que, por sobre la política, están los medios y la Justicia. Entendiendo que la política no se trata del ejercicio continuado de cargos, y quizás ya con menos paciencia, optó por seguir enchufado sin la exposición directa, pero entendiendo que todo tiene que ver con todo y que ya no se trata del PJ de Corrientes, sino de contribuir siempre a moldear lo que es la política provincial sin dejar de involucrarse con la política nacional del PJ, a la que ve sin conducción desde hace un par de décadas.
Si algo debe destacarse es que Martínez Llano, todas las candidaturas que tuvo -que fueron muchas- las obtuvo siempre por el partido. Ello, más allá de la reconocida capacidad de interactuar con otras fuerzas. Esto y el cumplimiento de la palabra es lo que le permite mantener vigencia, mientras muchos fueron quedando en el camino.
Importante es destacar que, en minoría o mayoría, siempre actuó por dentro del PJ, como en esta oportunidad, que viene marcándole la cancha, desde Corrientes, a la conducción de Cristina Kirchner, a quien respeta y con quien siempre tuvo buena relación, más allá de que nunca fue kirchnerista.
Más de una vez remarcó que no le gustaba que lo definan como anti K, quizás la diferencia sustantiva con su amigo y compañero de ruta de mil batallas, el exgobernador Ramón Puerta.
El fallo de Servini, «en la mira de la política provincial»
Importante, y de plena actualidad, es reproducir la entrevista que, hace dos semanas, «La otra campana» le hizo al ex diputado nacional Rodolfo Martínez Llano, reportaje que, en lo sustancial, hoy se reproducirá por LT 7 a las 10.30. En él se ponen las cosas negro sobre blanco.
En la nota es el propio Martínez Llano el que habla, para abril o para mayo, y hasta anticipa -como inminente- el fallo de Servini de Cubría que, en verdad, se demoró varios días más, pero terminó saliendo exactamente como lo reveló Martínez Llano. A favor del sector de Ottavis, más allá de que el propio ex diputado nacional relativizó sus alcances porque, para que pueda tener consecuencias jurídicas y ser tenido en cuenta por el juez Gustavo Fresneda, debe quedar firme, algo que en la propia resolución la Jueza remarca.
Tiempista por excelencia, en el entorno de Martínez Llano hay conformidad con el fallo de Servini. Se destacó que la jueza no declaró abstracta la cuestión, como sí lo hizo en la causa de la UCR.
Omitió pronunciarse sobre la vigencia y aplicabilidad del artículo 21 inciso g) de la Carta Orgánica, lo cual da pie a que la Cámara tenga argumentos para revertir. Y, lo que se estimaba saldría el 1 de abril, terminó saliendo diez días después.
Algo sustancial en la estrategia del ex diputado nacional que, por ello, pidió un cuarto intermedio en la audiencia con la Jueza el pasado 12 de noviembre y llevó las decisiones al filo de todos los plazos, consciente de que, en las cuestiones judiciales, los tiempos producen efectos y consecuencias más allá de los resultados de las propias decisiones judiciales. Los tiempos pasan así, a ser un resultado en sí mismo.
Así se desarrolla parte del diálogo con Gustavo Ojeda:
-Decía yo el domingo pasado: «para abril o para mayo», y con un lindo tema. ¿Cómo está el tema del PJ? ¿Cómo está el tema de la provincia? ¿Cómo está el país de acá? ¿Por dónde empezamos?
-Vos decías, para abril o para mayo, y, efectivamente, creo que, en el primer día de abril, ya va a comenzar a haber novedades en el tema este judicial. Recordemos que el juez Federal con competencia electoral, Gustavo Fresneda dejó en suspenso la proclamación de los candidatos y la aprobación del escrutinio hasta que antes resuelva la Cámara Electoral respecto a la validez de la reforma de la Carta Orgánica, y resuelva también, primero la jueza Servini y después la Cámara Electoral, la validez de la intervención.
De manera que, como decía la canción, para abril o para mayo comenzará a disiparse. Seguramente, quizás, el primer día de abril ya se dé un paso. Un paso que es importante porque habilita la continuidad de los tiempos judiciales.
El fallo de primera instancia de la jueza Servini de Cubría sería el primer paso. Algún resultado que, en realidad, no es para que canten gloria ni los unos ni los otros porque, en definitiva, la que baja línea es la Cámara Electoral. Es este Tribunal el que confirma o no el fallo de la Jueza.
En este sentido, muchas veces tienen criterios contrapuestos. Pasó, incluso con la intervención del PJ Nacional, que la Jueza la dispuso y la Cámara lo modificó meses después.
En este caso, lo que interesa en definitiva es el criterio de la Cámara Electoral, que es el máximo Tribunal del fuero Electoral y que, seguramente, va a acumular las dos cuestiones, o sea, que va a resolver en el mismo acto sobre la reforma de la Carta Orgánica y sobre la validez o no de la intervención del partido.
Creo que el fallo de Servini de Cubría es como que le va a dar una luz de esperanza, en este caso, al sector de Ottavis porque -estimo- hasta le podría ser favorable en primera instancia. Repito, esto no termina diciendo mucho porque es la Cámara Electoral la que, de alguna forma, baja línea al respecto, salvo que, por afectación de garantías constitucionales, algo que no debe descartarse, quede habilitado el recurso a la Corte.
-Bueno, todo esto entretiene también y hace que el PJ arranque tarde una campaña general a cuatro o cinco meses de las elecciones a gobernador.
-Escuchaba al compañero de Misiones. Estos días me hablaron los compañeros de Salta, de Jujuy. El estado de preocupación que existe a nivel nacional respecto de la falta de conducción política del PJ Nacional es una realidad. Cuando se ingresa en el terreno judicial, los tiempos de la política no son los tiempos de la Justicia.
Y esto hace, sí, que haya una incertidumbre, porque la sola existencia de una causa abierta y una proclamación que no está firme indica que los tiempos pasan y no termina de solucionarse.
Desde el principio dije, y esto debe ser un mensaje claro, que estas cosas no vuelvan a ocurrir nunca más. Es un mensaje necesario. Primero, para ponerle límites a la mal llamada dirigencia del PJ Nacional, en el sentido de que no puede tomar por asalto a Corrientes, a Misiones, a Jujuy, a Salta…
Creo que los correntinos, más allá de los peronistas, tenemos la obligación de ponerle límites a este avance. Y es también un mensaje hacia los compañeros peronistas de Corrientes, en el sentido de que, en definitiva, estas cosas no deben repetirse. Nos perjudicamos todos.
Se perjudica el partido y se perjudican los miles de afiliados peronistas al no hacer las cosas bien, porque quedamos sujetos a tiempos que no manejamos.
Hoy por hoy seguimos en la misma situación en términos jurídicos. La elección no está aprobada todavía, el escrutinio no está aprobado, la proclamación no está firme, o sea que judicialmente estamos en un limbo por un tiempo más. Esto sin duda no tiene que volver a pasar en futuras elecciones.
Cuando las cosas se hacen mal, cuando se abusa de los resortes partidarios, tomando por asalto la Junta Electoral, manejando como manejaron el proceso de las afiliaciones, el proceso de la Carta Orgánica y del Reglamento Electoral, la respuesta está a la vuelta de la esquina. Es la Justicia la que pone límites. Pueden hacer muchas cosas menos dejar de pagar las consecuencias.
Y las consecuencias son que hoy el proceso sigue en la mitad del río. Era necesario hacer esto por la propia dignidad que debemos tener como peronistas.
Y en las cuestiones judiciales hay dos cuestiones que hay que entender. Una son los resultados finales y lo otro es lo que implica y significa una herida abierta. La incertidumbre que generan los tiempos de la Justicia y el hecho de que no esté concluido un proceso electoral.
Para clarificar cuáles son los pasos siguientes: el martes, o a lo mejor mañana a última hora, o el miércoles, o el jueves, quizás ya haya una decisión de la jueza que, repito, sea blanco, sea negro, no altera mucho porque después va en apelación a la Cámara Electoral y será la Cámara Electoral la que resuelva.
Después que haya decisión firme, recién vuelve al Juzgado de Fresneda para que ahí el juez Fresneda vea, de acuerdo a lo que resuelve la Cámara, cómo se resuelve la impugnación que se hizo al escrutinio. ¿Por qué? Porque si la reforma de la Carta Orgánica no vale, o la intervención no vale, de hecho el proceso electoral, que fue su consecuencia, tampoco vale.
O sea que, va a ser muy importante lo que en Buenos Aires se termine resolviendo, porque como siempre digo, las leyes son lo que los jueces dicen que son. Y en este caso dependemos de un tribunal colegiado de tres miembros que, a veces votan todos juntos, a veces tienen criterios distintos, como ha sido en el caso de la Unión Cívica Radical que salió por 2-1.
O sea que el resultado final nadie lo puede predecir. Pero siempre, lo dije el otro día: esto tiene un aspecto jurídico y un aspecto político. En lo político yo le doy la derecha a los compañeros para que sigan trabajando.
Están haciendo actos con una asunción que, en verdad, en términos jurídicos no vale. Pero me parece que es la forma de contener a un grupo, mayor o menor, de compañeros -el grupo del Instituto Patria de Ottavis-. Está bien, que sigan trabajando, que vean, acá nadie tiene la bola de cristal de lo que va a pasar.
Incluso, llegado el momento, quizás -por ahí- sea conveniente, un poco como decimos en el campo, aflojarle la cincha. Es decir, que acá nadie quiere matar a nadie. Creo que hay que ser inteligente. Debe llegar el momento de tratar de entender que no haya una dispersión absoluta del voto peronista, porque esto tampoco es bueno y termina beneficiando a los que no debería beneficiar.
Esto, de tenerlos con la cabeza bajo el agua un rato, está bien. Es como para que entiendan que el agua no se masca. Pero debe primar la inteligencia, el manejo de los tiempos y siempre estar abierta la línea del diálogo entre compañeros y no compañeros.
Yo siempre digo que hay que hablar con todos: los de nuestro partido, los que no son de nuestro partido, porque Corrientes necesita que nos entendamos para el tiempo que se viene.