En los ocho meses que lleva 2022 se registró un total de 252 muertes violentas de mujeres, travestis y trans, y 154 femicidios, femicidios vinculados y trans-travesticidios.
El promedio es de una muerte violenta por día en la Argentina de mujeres, travestis y trans cada 25 horas y 1 femicidio cada 38 horas. Los datos se desprenden del Registro Nacional del Observatorio Mumala «Mujeres, Disidencias, Derechos».
También el informe reveló que durante estos meses hubo 128 femicidios directos, 5 trans/travesticidios, 61 son muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales (narcotráfico, venganzas, deudas, etcétera), y a delitos comunes.
Mientras que, por otra parte, días atrás, el Ministerio de Género de la Nación presentó desde la provincia los resultados de la «Encuesta de prevalencia de violencia contra las mujeres», que dejó en evidencia la magnitud de esta problemática, al concluir que cerca de la mitad de las mujeres encuestadas (45%), que están o han estado en pareja, han atravesado algún tipo de violencia de género -ya sea de parte de su actual pareja y/o una anterior- en el ámbito doméstico.
Paula Ojeda, coordinadora de Mumala Chaco, advirtió que «nuestros hogares siguen siendo el lugar más inseguro para nosotras ya que, de acuerdo al informe, el 64% de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida».
Frente a estos datos alarmantes, Ojeda enfatizó: «Exigimos al Gobierno la declaración de la Emergencia Ni Una Menos con el objetivo de priorizar recursos humanos y económicos para la atención integral de mujeres e integrantes del colectivo LGTBIQ+ en situación de violencia de género».
La encuesta y
sus resultados
Impulsada por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades (MMGyD) y la Iniciativa Spotlight en el contexto de la pandemia por Covid-19, la encuesta fue realizada en doce provincias del país, entre ellas el Chaco, a 12.152 mujeres y permite dimensionar la violencia de género en los territorios.
Entre los datos obtenidos también se encuentra que el tipo de violencia que se reporta como más frecuente es la psicológica (42%). Asimismo, el 23% de las mujeres indica haber vivido episodios de violencia económica y patrimonial, el 23% violencia física y una proporción menor (18%) declara haber atravesado situaciones de violencia sexual por parte de su pareja actual o ex a lo largo de sus vidas.
Los resultados también muestran que las violencias suelen darse de forma combinada: dos tercios de las mujeres que vivieron estas situaciones atravesaron al menos dos tipos diferentes de violencias. El 64% de las mujeres que atravesaron alguna situación de violencia doméstica a lo largo de su vida indicó que la persona agresora fue su expareja; mientras que el 25,5% señaló que fue su pareja actual.
De Ushuaia
a la Quiaca
Una mirada geográfica sobre el fenómeno arroja resultados que confirman que la violencia doméstica se encuentra extendida a lo largo de las doce provincias que conforman la muestra, aunque con variaciones significativas en su magnitud. En los extremos se encuentran Jujuy (67,5%) y Salta (62%) como las provincias que presentan la mayor prevalencia de la problemática de la violencia de género y Santa Fe (39,2%) como aquella que presenta menor prevalencia.
El estudio también explora las características, contextos y situaciones de las mujeres que atravesaron violencia doméstica por parte de parejas actuales o exparejas. Al respecto se concluye que, aun cuando la violencia de género atraviesa al conjunto de las mujeres entrevistadas, el porcentaje es más elevado entre las más jóvenes y entre quienes tienen bajos niveles de educación formal.
En lo relativo a los contextos familiares de las entrevistadas, se observa una mayor prevalencia de la violencia doméstica entre las mujeres que comenzaron a convivir (51%) y/o fueron madres (55,4%), antes de los 20 años. Otras circunstancias en los que la prevalencia de violencia doméstica es mayor son, por un lado, los casos en que las entrevistadas conviven con una pareja o convivieron con la expareja (el 63,3% en comparación a quienes no conviven ni convivieron 39,7%) y, por el otro, aunque levemente diferente entre las que tienen hijas, hijes e hijos versus quienes no los tienen (46,1% y 43% respectivamente).
En el informe también se exploran los entornos de ocurrencia de situaciones de violencia doméstica. Los resultados obtenidos evidencian que más del 90% de las mujeres entrevistadas que reportan episodios de violencia -ya sea psicológica, física o sexual- estaban solo con sus parejas o exparejas cuando ocurrió. Casi la mitad de las mujeres que indicaron episodios de violencia física por parte de sus exparejas señalaron que estos ocurrieron frente a sus hijos (46,6%).
Se observa que, en el caso de las mujeres que vivieron violencia física por parte de una pareja y/o ex, el 31,9% no acudió a nadie ni a ninguna institución, el 33,5% acudió a las redes de apoyo y a las instituciones, 23,2% solo a sus redes de apoyo y 11,5% solo a instituciones.
Finalmente, la encuesta releva la realización de la denuncia entre las mujeres que atravesaron algún tipo de violencia a lo largo de sus vidas. Sobre este universo, solo 21% realizó la denuncia. La mayoría, 77,3%, no la realizó y 1,6% concurrió a dispositivo institucional, pero no denunció.